SAN AGUSTÍN
Por: LUIS ENRIQUE PERDOMO SÁNCHEZ
El Departamento de Huila, enclavado en el nacimiento de
las cordilleras colombianas, que atraviesan su geografía, es de por si un
verdadero paraíso y cuenta con un área que supera los 19.980 kilómetros
cuadrados, dando origen al mayor de los
río de Colombia, el rio Magdalena, que se le conoce como el Río Grande de la
Magdalena, pero da también origen al rio Cauca, que se dirige al norte del
país, otros se dirigen al oriente como
son los ríos Orteguaza, Pescado, Bodoquero, el rio Fragua y el Fraguachorroso, y numerosos arroyos como el de Sombrerillos,
Suaza, que hacen que a esta zona se le conozca,
como la Estrella Fluvial de Colombia.
Este departamento cuenta con todos los climas, que van desde la nieves
perpetuas, en el Nevado del Huila, a los ardientes climas de Villavieja,
Colombia, Tello, Braraya, zona donde se encuentra el Desierto de la Tatacoa,
con sus noches diáfanas, cristalinas, llenas de misterio, colmadas de un cúmulo
de agradables sorpresas.
Los paisajes del Huila, están enmarcados por sus extensas
llanuras, como es el caso del Llano de la Virgen, los verdes parajes de
Campoalegre, la planicie de Itaibe, sus montañas, sus laderas, sus páramos, sus
valles, como el imponente Valle del río Suaza, vegas, pero lo que más llama la
atención son sus rincones hospitalarios, llenos de paisajes, abigarrados de una
flora exquisita de difícil descripción.
.Los fértiles valles del Río Magdalena, alberga una exótica
combinación de paisaje y encanto, que le dan un paradisiaco lugar en la
imaginación.
El Huila cuenta con selvas milenarias, con bosques
apacibles y coquetos, tachonados de orquídeas y especies multicolores, que
enamoran a los visitantes.
El Norte del Departamento, presenta el Desierto de la
Tatacoa, donde la erosión eólica ha realizado un trabajo milenario y en el que
podemos observar figuras fantasmales, que nos llenan a pensar que allí el tiempo se
detuvo y con sus noches adornadas con infinidad de estrellas
el misterio y la fantasía nos embriagan.
El Departamento cuenta con extensas zonas cubiertas de guaduales, donde en las
cadenciosas tardes, se oyen los lejanos canturreos, de las torcazas, las pavas y las gallinetas,
que han inspirado a muchos a que sus creaciones
estén llenas, de ese sabor lejano de la
nostalgia.
Su zona Central cuenta con extensas áreas cultivadas de café y en las partes altas de
sus cordilleras, que lo enmarcan, encontramos árboles gigantescos, robles,
yarumos, cámbulos y gualandayes,
palmeras que las mece el viento y
adornan con su silueta, la atmosfera
que circunda el despreocupado visitante, jaguares, dantas,
borugos, dantas, armadillos, venados, palomas, torcazas, águilas y mariposas
multicolores, que le dan motivo a la vida, para seguir en éste valle de
preocupaciones y de envidias.
En la parte sur del departamento, existe una zona bien
diferenciada, cuyas características especiales
hacen de éstos lugares un nido de ensueño ya que nos produce una narcosis,
en la que navegamos por los
caminos de la quimera y de la cual no queremos despertar, ya que nos confunde en el misterio, y se
junta el cielo con los espíritus.
La zona a que me refiere corresponde a los municipios de San Agustín,
San José de Isnos, y el
caserío de Obando, todos enclavados en
el Macizo Colombiano. Los lugares
poseen una atmósfera tenue, rarificada, propia
para desarrollar los pensamientos de recogimiento e intimidad y dan
espacio al cultivo del
romance, todo engalanado con sus tardes misteriosas, trastornadas
con los trinos misteriosos, de
las aves multicolores.
Allí, la bóveda
celeste es más diáfana que todas y en su
seno definitivamente tienen asiento, ese algo,
que va más allá de nuestra imaginación y donde se respira aquel olor,
que nunca olvida el huerto.
Fue en éste lugar,
donde se desarrolló una cultura misteriosa y más que misteriosa,
desconocida por los humanos y me refiero a la gran Cultura Agustiniana. Cultura
megalítica, cuyo desarrollo se fija entre los años 3.300 antes de Cristo y el año
1.500 de nuestra era. Dicha
cultura se basó en la
construcción, de templos hechos en bloques y las estatuas de piedra, además el florecimiento de la cerámica multicolor.
Esta civilización fue visitada en tiempos inmemoriales,
por seres de otros planetas o mundos desconocidos y fueron ellos precisamente los que enseñaron a los lugareños, las diferentes técnicas para aprovechar los recursos, especialmente lo referente al trabajo y
transporte de los materiales para la construcción de toda esa estatuaria, que de por si es majestuosa, además la
utilización de herramientas, motor de
sus adelantos y logros alcanzados.
Hasta esta región
del sur del departamento, llegaron unos seres cuya estatura no superaba
los 1.20 metros y se caracterizaban por tener aspecto humanoide. ´Llegaron en
naves espaciales, cuyas características
podemos describir diciendo, que eran naves semejantes a platillos de poco más de dos metros de circunferencia,
cuyos bordes eran de color rojo ladrillo y el centro de color verde.
Por las cercanías de la Cultura Agustiniana, con los
volcanes activos del Huila, doña Juana, Tumburagua, y otros de menor importancia, como el volcán
Galeras, estos seres extraterrestres nos han
venido visitado desde siempre, con el fin de reabastecerse de la energía que poseen los volcanes y de esta manera
extender su colonización por toda la
Galaxia. Fueron ellos, los que con sus avanzados conocimientos y valores,
hicieron de la Cultura Agustiniana, un
verdadero polo de desarrollo y alcanzaran todo su gran esplendor a principios de nuestra era. Producto de esa gran tecnología, se
construyeron grandes esculturas
megalíticas, grandes templos para sus cultos y adoración. Lo que hoy podemos
observar, es un pálido reflejo de las
condiciones materiales de su existencia.
Con la llegada de los extraterrestres, se tenía
por lógica que establecer una comunicación con los moradores de la región, que eran ni
más ni menos que las tribus que habitaban la región, carentes de información técnica y científica y que los
foráneos conocían ampliamente.
El nombre de estas tribus, como la mayoría de sus
costumbres, solo nos dejaron como testimonio de su existencia, sus obras megalíticas de gran envergadura,
Lo que si
podemos afirmar, si temor a equivocarnos es la presencia de mujeres de
inigualable belleza, que ignoraban el lenguaje mundano del amor y no se doblegaban ni se estremecían a la primera
caricia de quienes las
pretendían, como las adormideras de los bosques cercanos, bajo las alas de los
tempestuosos vientos.
Nunca las auroras de San Agustín fueron tan bellas, como cuando se presentaban sus mujeres, con
sus cabellos de carey soñado, sus mejillas tintas de color de rosa y sus
sonrisas castísimas, que revelaban una felicidad
que no se podía ocultar. A este grupo de beldades pertenecía la princesa
Martiyu, mujer distinguida entre todas, radiante, esplendorosa, que llamó
poderosamente la atención, del comandante de la expedición extraterrestre, el
temible capitán Yako. El comandante continuamente la asediaba y buscaba
respuesta a sus pretensiones. A la princesa
se vía desplazarse por los bosques cercanos, buscando
encontrar en la soledad, un aliciente que motivara su existencia. Se
sentaba sobre las piedras anchas, a la vera de los caminos donde veía rodar las corrientes bulliciosas del río y teniendo a sus pies
el majestuoso y callado valle, se podía leer el episodio trágico que rondaba su vivir. De sus labios se
escapaba un rumor tenue de melancolía,
que por lo lejos que sentía, hacía llorar el mundo.
La fecha más antigua que se tiene de la existencia de
San Agustín, obtenida después de muchas investigaciones, corresponde a un
fogón excavado en la parte alta del municipio de San Agustín y más
específicamente en el Alto de Lavapatas, que la sitúan, hacia el año de 3.300 antes de Cristo
Otro lugar llamado la Coneca, donde al parecer existieron algunas lagunas y se desarrollaron algunas comunidades, corresponde al tercer
milenio antes de Cristo.
La fecha más aproximada de la llegada de los extraterrestres, al sitio
donde se desarrolló la Cultura Agustiniana, se sitúa alrededor de los 100 antes
de Cristo y 100 después de Cristo..
Llama poderosamente la atención, que fue justamente por
aquella época que aparecieron en las
áridas pampas de Nazca, en el Perú, las misteriosas líneas que se le conocen
como Las Líneas de Nazca, que desde entonces asombran a la humanidad, que no
son otra cosa que dibujos de gigantes
proporciones, únicas en el mundo, que
miden 50 kilómetros de longitud, y se
caracterizan por empezar
en la cordillera y terminar en el
mar, caracterizándose por ser verdaderas
autopistas y cuyo fin es un verdadero misterio.
En Nazca hay petroglifos de aves,
que miden 285 metros de largo,
Arañas de 46 metros de largo.
También aparecen figuras de micos
y otras figuras de menor
importancia.
Al igual que en la Cultura Agustiniana, allí
floreció la Cerámica Policromada y lo más asombroso
es que están delicadamente
decoradas con complejas figuras simbólicas. Dichas figuras pueden contener una advertencia o un mensaje, que el hombre desconoce
totalmente o aún más, no lo entiende.
La pregunta que cabe hacernos, es la actualidad es la
siguiente:
¿ por qué en 7 a
8.000 años anteriores a su aparición, la cultura Agustiniana no había
florecido?
La respuesta no es otra, que sin la intervención de los extraterrestres habría sido
materialmente imposible su desarrollo, estos habitantes nuestros,
desconocidos nunca habían tenido la
oportunidad de alcanzar un nivel, como el que a todas luces alcanzaron.
En este periodo es donde llega a su zona el esplendor
cultural, que básicamente tiene que ver,
con las enseñanzas que les
impartieron los extraterrestres, a los moradores del lugar y se reflejan con
las grandes obras de ingeniería (
Aterrazamientos), sobre los que construyeron Centros Funerarios, Monumentos
colosales, con sus respectivas Tumbas Megalíticas y Colosales Esculturas en
Piedra.
Para este periodo se observa en la cultura Agustiniana,
un cambio profundo, en lo que tiene que ver
con la cerámica, cambios que se observan
en la decoración de las mismas
piezas y en la aplicación de nuevas y
revolucionarias técnicas.
Corresponde a éste periodo, la construcción de las
Alcarrazas, que no son otra cosa que vasijas de arcilla porosa, que tenían la
característica de mantener el agua fresca.
¿Quienes más que los extraterrestres pudieron
impartir las técnicas de aplicación
y construcción?
Para este periodo
se construyeron Copas, se
hicieron Pinturas Negativas, Policromías.
Para este periodo también los petroglifos o sean los
grabados rupestres de la época, hacen
referencia a las escafandras o sea los
trajes protectores muy similares a los
usados por los astronautas actuales.
Para este periodo la Alfarería llegó a su punto más
alto, las piezas de Oro, como diademas, pectorales, orejeras, narigueras y
dijes, y algunos alfileres, sobresales de lejos
por su refinada calidad técnica, donde merece destacar sus finos acabados. Los remaches de alfileres que no son otra cosa que pequeñas esculturas de oro, son réplicas
de todas sus esculturas que ellos mismos elaboraban en piedra.
También merece destacar los Seres Fabulosos,
Fantásticos, todos moldeados en barro y donde se puede observar Serpientes,
Ranas, Lagartos, Figurinas de mujeres, Felinos, Murciélagos, Serpientes,
incluso en mismo hombre como el Doble yo.
Hay que tener en cuenta, que el florecimiento de la
cultura mencionada se inicia justamente,
cuando empieza el mejoramiento de
su clima, pues la verdad ésta zona se caracterizaba por tener un clima
extremadamente lluvioso, y con la
llegada de los visitantes disminuyeron las lluvias, aumentó la
temperatura, y se mejoraron las
condiciones de vida de sus moradores, siendo éste fenómeno de gran trascendencia, no solo en el aspecto
económico, sino en el favorecimiento de sus pensamientos cosmobiológicos
Los centros monumentales de San Agustín, están
localizados de acuerdos a un modelo
astronómico, como lo observan eruditos en la materia, como también lo están
Stonehenge, el más famoso de toda la tradición megalítica y es muy posible que tenga relación con los ritos solares. Las Pirámides de
Egipto, tienen una posición y una
dirección estratégica, las figuras de la Cultura Nazca, Machu Pichhu, las
pirámides de las culturas precolombinas y en general , todos los Centros de
ésta naturaleza, tienen una función
Cósmica y Simbólica.
En todos los Centros
desaparecidos siempre existe un
hálito de Enigma y Misterio.
Podemos decir sin temor a equivocarnos, que la Cultura
de San Agustín, produjo un elaborado pensamiento mítico, que ha perdurado por
varios siglos, explicando con una visión cósmica, la compleja realidad
natural y los misterios de nuestra vida
y nuestra muerte.
Con el paso de los años, los extraterrestres se
hicieron costumbre en la Cultura Agustiniana
y a través del tiempo enseñaban
a los lugareños las tecnologías y
su manera de aplicarlas a un medio natural. Su presencia un tanto extraña, enigmática y desagradable
terminó al final con el romance de Mirtayu y el insistente Yako.
En un paseo de los dos, por sitios de sus
construcciones, la princesa sintió de pronto que su rostro se le encendía, al
notar que Yako dejaba deslizar sus brazos
sobre sus hombros. Mirtayu sintió una sensación extraña, matizada con
asombro, pero finalmente, Yako consigue
lo que anhela, una de sus esquivas sonrisas... esta fue la primera
expresión afectuosa hacia el extraño galán y el comienzo de una aventura
arriesgada y peligrosa
Sus desplazamientos
continuaban por los bellos
parajes de la cordillera y pasaban horas
a la orilla del río, como para ganarse más su afecto. Yako le construyó el
Lavapatas, donde aparecen unas figuras
enigmáticas de serpientes, ranas, águilas, y la circulación de un arroyo.
También se desplazaban por la Cueva de los
Guácharos, la bella Cascada de Mortiño y todo transcurría con
normalidad, hasta cuando Yako invitó a
Martiyu a conocer su nave y empezaron
los desplazamientos por sitios cada veza más lejanos y desconocidos
por la princesa. De esos sitios Mirtayu
venía con infinito asombro, y
difícilmente podía
explicarle a sus padres, sitios
fabulosos, desconocidos, donde moraban según ella, civilizaciones desconocidas.
Como fenómeno extraño los habitantes de la comunidad, notan que la
princesa envejece rápidamente y sus
cabellos se tornan blancos en muy poco
tiempo, pareciera que se moría rápidamente. Durante sus últimos días se hallaba
más triste que de costumbre, estaba más
silenciosa que otros días. Sus
padres le preguntaban de las experiencias en sus
viajes y ella les comentaba entre
maravillada y asustada. Finalmente la aparición una manchas violáceas en todo
su cuerpo, terminaron con la vida de Mirtayu y la muerte la sorprendió
justamente en el Lavapatas que un día le había construido su pretendiente.
Su funeral se llevó a cabo, en el sitio en el que
muere, celebrándole ritos especiales por todos los chamanes, y al que asisten
los extraterrestres.
El ambiente contra los foráneos rápidamente se enrarece
y ellos terminan por abandonar la
comunidad al finales del siglo sexto de nuestra era, justamente cuando empiezan
a confundirse todo su legado.