Por CARLOS ARIEL
SANCHEZ TORRES, Registrador Nacional
del Estado Civil
Hasta 1957, el proceso electoral podría decirse que era excluyente. En ese entonces, la sociedad colombiana no concebía la igualdad de género y sólo una parte de la población ejercía algunos derechos enmarcados en un concepto de libertad diferente al generalizado y vigente hoy.
La idea de incluir a
las mujeres en la actividad electoral se contempló en 1954, se consolidó en las
urnas el 1 de diciembre de 1957 y forma parte del largo e inacabado camino de
reivindicación de los Derechos Humanos.
La conservadora
Josefina Valencia y la liberal, Esmeralda Arboleda formaron parte de la
Asamblea Nacional Constituyente durante la cual, el 25 de agosto de 1954 se
promulgó el Acto Legislativo No. 3 y se aprobó una ley que permitía a las
mujeres votar.
Paradójicamente, hace
ya 55 años, cerca de dos millones de colombianas, se acercaron a las urnas por
primera vez. En medio de controversias e intereses encontrados votaron
para poder votar y lograron que a las mujeres se les permitiera elegir y ser
elegidas.
Pese a tener la
posibilidad de votar, en 1954 las mujeres no tenían un documento válido para
acudir a las urnas y ejercer el derecho al sufragio. A mediados del Siglo XX,
la tarjeta de identidad expedida por la Administración de Correos era utilizada
como documento de identificación por las mujeres, entre ellas las esposas de
altos funcionarios del Estado. La cédula electoral o cédula de ciudadanía era
utilizada como medio de identificación sólo por los hombres mayores de 21
años.
El Decreto 502 de
1954 extendió la cedulación a todos los colombianos mayores de 21 años. La
primera cédula para una mujer fue expedida en 1956 a doña Carola Correa de
Rojas Pinilla y la segunda a su hija María Eugenia Rojas. Con la cédula, las
mujeres pudieron acudir a las urnas y participar en el Plebiscito convocado por
la Junta Militar que reemplazó al derrocado General Gustavo Rojas Pinilla. El
objetivo del Plebiscito era el establecimiento de un gobierno compartido entre
liberales y conservadores que se alternarían las responsabilidades y se
distribuirían paritariamente los cargos en el Gobierno.
Los electores
decidirían si apoyaban esta solución y decretaban 12 años de gobiernos
compartidos y paritarios. Un total de 1.835.255 mujeres participaron en el
Plebiscito. Así comenzó el proceso de fortalecimiento de la democracia y los
primeros avances en materia de participación electoral de las mujeres y equidad
de género.
Hoy, del total de
personas habilitadas para votar, 16.489.849 son mujeres y cuentan con garantías
y condiciones de igualdad para ejercer su derecho al sufragio. En 21
departamentos del país hay más mujeres que hombres habilitadas para votar.
Bogotá con 2.709.306 mujeres, lo que equivale al 53,94% del censo de la
capital, es la zona del país con el mayor número de mujeres inscritas en el
censo electoral.
En el exterior, el
potencial electoral femenino tiene mayor representación en el censo electoral.
En los consulados hay un total de 237.395 mujeres habilitadas para acudir a las
urnas.
Las últimas
elecciones de carácter nacional fueron celebradas el 30 de octubre de 2011 y
registraron un aumento significativo de participación de las mujeres en
comparación con las elecciones de 2007. Mientras en esos comicios se
inscribieron 16.972 mujeres como candidatas, el año pasado hubo 36.137
aspirantes a gobernadoras, diputadas, alcaldesas, concejalas y ediles.
Este aumento se debe,
en parte, a la entrada en vigencia de la Reforma Política que obligó a los
partidos y movimientos políticos a conformar sus listas a cuerpos colegiados
mínimo con el 30 por ciento de participación femenina. De las 36.137
candidatas, los colombianos eligieron 108 alcaldesas, 75 diputadas, 3
gobernadoras, 2.007 concejalas y 847 ediles en todo el territorio nacional.
Hoy 55 años después,
la participación de las mujeres aumenta, el número de mujeres en el censo
electoral es hoy mayor al número de hombres habilitados para votar y día a
día la Registraduría trabaja para garantizar que tanto hombres como mujeres
tengan las mismas garantías y acudan a las urnas para ejercer su derecho
constitucional.