PERIÓDICO EL PÚBLICO
¡EL MAL CANDIDATO QUE FUÍ!
Por: Alberto Bejarano Ávila
Adrede me había abstenido de hacer juicios de valor sobre mis quehaceres como candidato a la Alcaldía de Ibagué para evitar mezclar lo emocional con lo racional o que así lo juzgaran. Ahora que evalúo y luego de cavilar sobre la madurez democrática regional, solo atino reconocer que fui un pésimo candidato y que es menester que sea autocrítico y riguroso conmigo mismo y es por ello que tipifico y hago explícitos mis evidentes defectos políticos: retardado, pobre, ingenuo, intolerante, idealista e incorpóreo.

Retardado, porque llegué 50 días antes del día de elecciones. Pobre, porque con 11.2 millones de pesos aportados por generosos amigos y algo de mi magra bolsa financié mi campaña y en algo ayudé a las de otros. Ingenuo, porque creí que el Polo era Partido de virtudes políticas: ideologista, estratega y disciplinado (exceptúo al “Profe”, a Enríquez, a Rodrigo, a Varón y a sus cercanos amigos a quienes debo gratitud, pues mal candidato sí, pero nunca ingrato); porque creí que la “mamera” recurrente era cierta y que en verdad todos anhelábamos otra cosa y que por tanto la mía u otra candidatura alternativa tenía opción; porque consideré que era obligación adelantar una campaña seria y programática. Intolerante, porque ahuyenté muchos “líderes populares” que ofrecían “400 votos” y querían “conversar de un asuntico” conmigo; porque me sulfuré con algunos candidatos al concejo enojados porque no les aportaba dinero a sus compañas. Idealista, porque creí que una idea era superior a un tamal, un mercado o un billete de cincuenta; porque creí que planteando un enfoque municipalista y futurista derrotaría el anacrónico clientelismo y cortoplacismo. Incorpóreo, porque los medios no me vieron, pese a su profesionalismo y su fidelidad a las premisas del equilibro informativo y la imparcialidad.

Enfrente la lucha, como mal candidato tal vez, pero la enfrenté y por ello no acepto lo dicho por un aprensivo fulano que escribe sandeces en El Nuevo Día y quién señaló que habíamos hecho el ridículo, afirmación que no admito por majadera y porque además falta al respeto, no a este indefenso y mal candidato, sino a más de tres mil ciudadanos y ciudadanas respetables, serias e independientes, que no venden su conciencia, que creen que Ibagué y el Tolima merecen mejor destino y que, compartiendo nuestra convicción y voluntad de hacer tolimensismo antes que partidismo y clientelismo, inauguraron un digno espacio para el auténtico voto de opinión. Las luchas nunca son ridículas, ridículas son la cobardía, la majadería, el rencor y la insuficiencia analítica.

Lo digo con sinceridad y firmeza: no creo posible que haya futuro digno para una sociedad cuya democracia es solo un bazar de intereses, condumios y favores y, por ello, sin que se me pidiera y con el debido respeto y cordialidad, aconsejo a los ganadores que accedan a entender pronto que gobernar bien es un sagrado deber que se cumple con o sin elogios y que el verdadero y superior objetivo, el asunto crucial para los nuestros, es construir una consistente identidad tolimensista y estructurar, con fundamento en esa identidad, un proyecto político autonómico, integral y pluralista pensado desde lo social, lo educativo, lo económico y lo público. Esta es la única posibilidad que tenemos de frenar nuestra acelerada caída libre hacia el atraso y la pobreza y de abolir tanta retórica ligera para encauzar el rumbo ibaguereño y tolimense hacia un desarrollo y un buen vivir  justo, equitativo y demostrable.

Quiero confiar en que los ganadores con sus palabras y sus actuaciones sabrán corroborar que con ellos realmente ganó Ibagué y ganó el Tolima y, si así fuere, entonces seré un testigo agradecido y feliz porque pude ver el fin de esa extemporánea, perversa y tenaz constante que nos ha condenado a la tortura de apreciar como algunos siempre triunfan para que Ibagué y el Tolima sigan perdiendo. 
COMPUTADORES E INTERNET EN LOS ESTABLECIENTOS EDUCATIVOS DEL TOLIMA E IBAGUÉ.
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez
Del resultado de centenares de investigaciones sobre factores de la calidad educativa es posible construir un decálogo de aspectos que la generan y sobre las cuales se debe intervenir para lograr tal calidad  en las instituciones escolares.

Uno de esos factores lo integra el conjunto de recursos educativos o didácticos que se requieren para lograr una enseñanza y aprendizaje eficaz en las aulas. Los otros nueve factores se pueden identificar como la calidad de los docentes, la calidad del currículo y su pertinencia, el liderazgo pedagógico de los directivos docentes, la frecuencia de las evaluaciones, el clima escolar y de aula, la claridad de los objetivos y metas del Proyecto Educativo y del Plan de Mejoramiento de la calidad; la participación de los padres en la formación de los estudiantes, la calidad y pertinencia de las estrategias de enseñanza que utilicen los docentes y el tiempo de dedicación al aprendizaje.

“Una vez que los planteles cuentan con los recursos básicos necesarios para la enseñanza, la adición de más materiales perece tener un efecto mínimo en los puntajes”, dice el ICFES al referirse a los  recursos didácticos  y sus efectos sobre los resultados de las evaluaciones externas que realiza tal organismo estatal (ICFES, 2010) .Es una advertencia limitante sobre este asunto.

En el amplio conjunto de recursos didácticos y medios de formación que se requieren para la enseñanza y el aprendizaje, necesariamente están las Tecnologías de Información y la Comunicación, TIC, recurso que puede ser evaluado a través de indicadores como la relación de estudiantes por computador y el porcentaje de estudiantes con acceso a internet.

Es importante saber hasta dónde se ha avanzado en las TIC porque existe alguna relación entre uso de éstas y la calidad de la educación. La tecnología incorporada a través de aparatos como el computador conectado a internet, es fundamental para el acceso a conocimientos recientes disponibles en las web. Si no se dispone de computadores, si no se usa la red internet por parte de docentes y estudiantes, se puede profundizar la brecha entre planteles de buena calidad con los malas calidad educativa. Habrá que comenzar por la “alfabetización computacional” de los docentes y lograr que ellos, necesariamente dispongan de un computador conectado a internet en sus casas y en el establecimiento educativo . Pero, desde luego, que sepan usar estas herramientas tecnológicas para su autoformación y para incorporarlas en el proceso de enseñanza.

COMPUTADORES E INTERNET DISPONIBLES

Del “Perfil de infraestructura en tecnología “, que el Ministerio de Educación Nacional ha elaborado para el Tolima e Ibagué, se extraen datos interesantes y alentadores.

El Tolima, en los municipios no certificados, en el año 2009 ya se había logrado una relación de 13 estudiantes por cada computador en los establecimientos educativos, frente a la relación nacional de 22 alumnos por computador.  En Ibagué, para el mismo año, la relación era de 26 alumnos/computador. En Ibagué el 89% por ciento de estudiantes matriculados  tenían acceso a computadores y en los municipios no certificados el 86%, datos que son buenos pero que lo ideal debiera ser de un computador por cada estudiante.

Se ha avanzado paulatinamente en la dotación y uso de computadores desde el año 2005 cuando la relación de alumnos por computador era de 63 en Ibagué y de 40 en el Tolima.

En cuanto al porcentaje de estudiantes con acceso a Internet en todo el Tolima, en el 2005 ese porcentaje era del 18% , que pasó a ser del 68% en el 2009 pero nos supera el porcentaje nacional que es del 87% para éste último año. En Ibagué, en el 2005 el porcentaje de estudiantes matriculados con acceso a internet era del 21% y para el 2009 pasó a ser del 67%. En los municipios no certificados cuya responsabilidad en la administración de recursos corresponde a la gobernación, se pasó de un 17% en el 2005 a un 69% en el año 2009. Se concluye que en la gobernación se ha avanzado a un ritmo más acelerado que en la Alcaldía de Ibagué, en cuanto a estos recursos didácticos.

Por ahora existe una buena cobertura en las sedes centrales de cada institución educativa y un relativo rezago en las sedes correspondientes. Así, por ejemplo, en un 47% de los establecimientos educativos sedes el porcentaje de estudiantes tenía  acceso a internet y en las sedes o escuelas satélites sólo el 36%.
¿QUÉ ES LA SEGURIDAD HUMANA?
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
La Seguridad Humana es un concepto del PNUD buscando salidas a problemas que se habían vuelto insolubles en diferentes comunidades humanas, en las que si bien, se avanzaba en la disminución de asesinatos o aumento de las incautaciones de alucinógenos, se empeoraba en desempleo, pobreza, hambre, enfermedades transmisibles y prevenibles, deterioro ambiental, deterioro urbanístico o prostitución y drogadicción. La Seguridad Humana es un enfoque más amplio e incluyente al manejo tradicional de la seguridad que hace énfasis en lo meramente policivo.
Generalmente, cuando se  habla de seguridad se piensa en más pie de fuerza de policía, dotada con más patrullas, motocicletas, cámaras de televisión, armas más modernas y tecnificadas, alarmas comunitarias y redes de cooperantes. La seguridad se asume como represión. Por eso se piensa en leyes más drásticas, fuertes sanciones, más cárceles y castigos para mejorar la seguridad.  Todo esto es  insuficiente.
El delito es una consecuencia no una causa. Por lo que atacar las consecuencias es una miopía. Los delincuentes son el fruto de una sociedad en crisis, por lo tanto, a la que hay que tratar es a la sociedad. Esto no quiere decir que se descuiden los delincuentes ni las medidas de prevención. De ninguna manera. Pero la causa verdadera (que es social) es la que se debe tratar con todos los esfuerzos, no solamente la consecuencia (que es individual). Si no se enfrentan las verdaderas causas, se podría gastar todo el dinero de los impuestos en construir más cárceles, poner más policías y cámaras de vigilancia sin que se acabe con el delito, porque desde una sociedad en crisis, se producirán nuevos delincuentes.
En Bogotá, Antanas creyó que la inseguridad no se solucionaba con meras medidas policivas y de represión, sino con cultura ciudadana, con pedagogía social, con inversión social dirigida, con reforzar la autogestión y la confianza de la ciudadanía en sus instituciones, y logró reducir tasas de homicidios, robos callejeros, accidentes e infracciones de tránsito, mortalidad infantil y materna, y mejorar la sensación de seguridad, identidad y respeto…
En Medellín, Sergio Fajardo creyó que más que seguridad policial lo que había que construir era un gobierno conectado con la gente, un gobierno cercano y presente entre la ciudadanía. Un Estado gobernado por un alcalde honesto, que supiera hacer uso de la autoridad que le entregó la voluntad popular, dispuesto a no hacer trampas, ni actos corruptos, un alcalde en el que se podiera confiar. La inversión social se hizo en sectores donde la deuda social del Estado era mayor, en las áreas donde el abandono oficial era inveterado. Las obras se discutieron con la comunidad, pero no fue una discusión donde los expertos y tecnócratas hablaban y la gente aplaudía y aprobaba. No. Se partía de creer en la gente, de creer que sus conocimientos eran válidos e importantes. Con eso se involucraba a los ciudadanos en la obra, en la gestión y, sobre todo, en el cuidado. El orgullo y la confianza de los moradores de los barrios más peligrosos de Medellín fue en aumento, y los atracos, los robos y asesinatos disminuyeron de manera impresionante. La inversión en policía y control no se disminuyó, se aumentó, pero el énfasis estaba en lo social, en pagar la deuda social con la comunidad.
Estos son  dos buenos ejemplos de Seguridad Humana.
¿Cuál es la relación de la falla de Ibagué con el Volcán Cerro Machín?

Ibagué, noviembre 8 de 2011. Este miércoles 9 de noviembre se socializará a la comunidad los resultados de un estudio contratado por Ingeominas para determinar cuál es la relación de la Falla geológica de Ibagué con el Volcán cerro Machín.
Este estudio fue realizado por el maestrante Jairo Alonso Osorio como parte de su trabajo para optar al título de maestría.
El director del Comité Regional para la Prevención y Atención de Desastres del Tolima, ingeniero Cesar Augusto Gutiérrez invitó a la ciudadanía interesada en este tema, ya que a partir del estudio, se tendrán mayores elementos de tipo científico para planear  el trabajo de prevención e información que se le puede dar a la comunidad con el fin de mitigar los efectos que pueda ocasionar tanto la falla de Ibagué como  el Volcán Cerro Machín.
La presentación de este estudio se realizará a  partir de las 3:00 p.m. en el auditorio Cooperamos de la calle 38 entre  carreras 4b y 5ª, entrada lateral piso 3.
Se invita a toda la comunidad ibaguereña interesada en el tema a participar de esta socialización y muy especialmente a los medios de comunicación de la región

La central de telecomunicaciones del CREPAD está atenta a recibir y transmitir cualquier eventualidad durante las 24 horas en los teléfonos 2642033 – 2642344, fax 2649899, celular 3158950087 y al 111 desde cualquier operador celular.
15 nuevos libros
de la Academia de Historia del Tolima
Dirección académica y editorial de Carlos Orlando Pardo R. 
 para la Academia de Historia del Tolima
En un hecho sin precedentes, la institución presenta su selecta colección de pensamiento en textos históricos, donde ensayistas del siglo XIX y XX y los nuevos exponentes de las últimas generaciones de intelectuales de la región, cumplen su aporte puntual al enriquecimiento de la historiografía. Con la dirección académica y editorial de Carlos Orlando Pardo, uno de nuestros directivos y miembros fundadores, los lectores tendrán la ocasión de conocer o reconocer personalidades y aconteceres que contribuyeron a la construcción de Colombia en diversos períodos. Son textos que reúnen igualmente a 23 estudiosos, donde casi el 100% pertenece a la Academia de Historia del Tolima. Los libros son: La conquista, empresa de lo imaginario, en ensayos de Jesús Antonio Bejarano; La biografía de Andrés López de Galarza, fundador de Ibagué, escrita por Álvaro Cuartas Coymat; La provincia de Mariquita y su población aborigen en el Siglo XVI, de Armando Moreno Sandoval, doctorado en antropología social; los hechos de la Independencia y los conflictos sociales en el Tolima, legado de Darío Ortiz Vidales; la del fundador de la economía nacional, Aníbal Galindo, investigación realizada por Alberto Mendoza Morales; la de Manuel Murillo Toro en antología hecha por Jairo Rivera Morales, la de Rafael Rocha Gutiérrez, un constitucionalista avanzado que un siglo antes previó entre otros avances la instauración de la tutela, selección de Carlos Pardo Viña; los nombres, las circunstancias, los hechos y las ideas que encarnaron dirigentes y pensadores oriundos de esta tierra y gracias a cuyas luces estuvo la dirección del país en juicioso ensayo de Augusto Trujillo Muñoz; el significado de la ideología y la política bajo la mirada de José Arizala, Elías Castro Blanco y Alexander Martínez Rivillas; La narrativa y la historia a lo largo de 150 años en el Tolima, investigación de Carlos Orlando Pardo; la violencia de mitad de siglo XX en las plumas de Gonzalo Sánchez y Jorge Eliécer Pardo;  el arte y la cultura en estudios de Benhur Sánchez, Darío Ortiz Robledo y Carlos Pardo Viña; la cultura popular en las investigaciones de Margarita Enciso de Rangel y Nelson Ospina Franco; Heterotipias, aproximaciones al descentramiento y la pluralidad de Jairo Rivera Morales y finalmente Globalización y nuevas generaciones de Néstor Hernando Parra, donde se examina la sociedad que hemos de vivir hasta el 2050. Pasado remoto, pasado reciente y temas de la actualidad y del futuro son examinados aquí en estos primeros 15 volúmenes.

Detalle de los libros y de sus autores.
La conquista, una empresa de lo imaginario y otros ensayos historiográficos
Los trabajos reunidos en este volumen se ocupan todos de la historiografía más que de los hechos históricos, esto es, de reflexiones sobre el quehacer de los historiadores y sobre el sentido de los estudios históricos, y su significación en el orden de la cultura, bajo meditaciones sobre el prominente trabajo de destacados investigadores. Fueron escritos con el propósito de suscitar la controversia y están rescatados aquí de la importante obra dejada por Jesús Antonio Bejarano. Al autor ibaguereño se le consideró unánimemente como uno de los más lúcidos y sobresalientes economistas colombianos. Egresado y profesor de la Universidad Nacional, decano de la facultad de economía, asesor presidencial, consejero presidencial para la paz y embajador en El Salvador y Guatemala. Obtuvo el premio nacional de ciencia en 1988. Realizó un postgrado en desarrollo económico en la Universidad de Carolina del Norte y su perfeccionamiento en el Instituto Superior de Estudios de La Haya, en Holanda. Dentro de su carrera profesional fue miembro de número de la Academia de Ciencias Económicas de Colombia; profesor titular de la Universidad Externado, miembro fundador de la Academia de Historia del Tolima. Autor entre otros libros de El capital monopolista y la inversión norteamericana en Colombia; Siete ensayos de interpretación de la economía  colombiana; Salvador Camacho Roldán: escritos sobre economía y política; El régimen agrario; De la economía  exportadora a la economía  industrial; Aníbal Galindo: Escritos económicos; Historia socioeconómica de Ambalema; en colaboración con Orlando Pulido, Teoría de la estructuras de mercado; La economía colombiana en la década del 70; Economía y poder; La Sac y el desarrollo agropecuario colombiano, 1874-1985; Lecturas de economía colombiana y Ensayo de historia agraria colombiana.
Biografía de Andrés López de Galarza
Ibagué ha mantenido en injusto y prolongado olvido la memoria de su fundador. Por cierto la única referencia que tienen la mayor parte de sus habitantes es justamente la de haber sentado las bases del primigenio poblado en la meseta definida por el curso de los ríos Anaime y Bermellón. Pero al margen de este hecho memorable abundan las dudas y los interrogantes acerca de su estancia y la labor desarrollada en el Nuevo Reino de Granada durante la segunda mitad del siglo XVI. El desconocimiento casi generalizado de la vida y obra de Andrés López de Galarza, llevó al autor a plantear la necesidad de la elaboración del presente estudio desde hace ya mas de una década, cuando comenzó a publicar en libros algunos documentos rescatados en archivos históricos de España y Colombia, tarea que fue enriqueciendo con otros hallazgos de carácter documental, los que complementó con diferentes fuentes bibliográficas ubicadas en bibliotecas especializadas como la Biblioteca Eduardo Santos de la Academia Colombiana de Historia; hasta darle cuerpo y densidad a sutrabajo investigativo, el primero de esta naturaleza escrito desde el tiempo que lleva López de Galarza de fallecido en la ciudad de Tunja.Esta biografía se semeja a una luz que de repente se enciende en la oscuridad de los siglos. De viejos legajos rescatados en archivos de España (ArchivoGeneral de Indias de Sevilla) y Colombia (Archivo General de la Nación y Archivo Regional de Boyacá) proviene en mayor parte la información que el lector encontrará, en un trabajo que viene a llenar un enorme vacío en el acervo historiográfico regional. Su autor, Álvaro Cuartas Coymat, ibaguereño, es presidente de la Academia de Historia del Tolima, miembro correspondiente de la Academia Nacional de Historia, abogado internacionalista. Ha publicado las biografías de Andrés López de Galarza, fundador de Ibagué; Tulio Varón, el guerrero heroico y José León Armero, prócer, jurista y mártir. Igualmente El Estado Soberano del Tolima; Tolima insurgente; Jorge Isaacs, peripecia y drama; Crónicas y documentos para la historia del Tolima e Ibagué, ciudad histórica.  
La provincia de Mariquita y su población aborigen en el Siglo XVI
Esta investigación, La Provincia de Mariquita y su población aborigen en el siglo XVI, da cuenta de los pueblos indígenas que habitaron aquel extenso territorio a la llegada de los españoles. Se hizo a partir de fuentes primarias al utilizar de manera directa los archivos, documentos originales que datan del siglo XVI y  que se encuentran en el Archivo General de la Nación en Bogotá (Colombia), lo que permite, con el correr del tiempo, sea consultada y citada por investigadores de diversas profesiones: arqueólogos, antropólogos, urbanistas, arquitectos e historiadores. Toda aquella región que comprendió el valle del río Magdalena desde San Bartolomé en Antioquia hasta el río Sabandija en Venadillo, Tolima,  es mirada aquí sin que se olviden  los territorios al lado y lado de las cordilleras central y oriental.
Armando MorenoSandoval. Doctor en Antropología Social y Cultural de la Universidad Autónoma de Barcelona. Estudió Antropología en la Universidad Nacional de Colombia y Maestría en Historia Andina en la Universidad del Valle. También cursó Paleografía Hispanoamericana en la Academia Colombiana de Historia. Actualmente es Profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes de la Universidad del Tolima. Su campo investigativo está relacionado con la antropología, la historia y la etnohistoria. Actualmente investiga sobre el 9 de abril de 1948 en Armero (Tolima). Dentro de sus publicaciones encontramos Honda: una historia urbana singular y El “Palomo” Aguirre: un caso de bandolerismo social en Colombia.
La Independencia y los conflictos sociales del Tolima

Cuáles han sido los conflictos sociales del Tolima a lo largo de su historia? La mirada aguda de Darío Ortiz Vidales (1936-2005), presidente honorario de la Academia de Historia del departamento,  nos lleva a examinarlos desde los tiempos mismos de la época precolombina, los enfrentados en las guerras de la Conquista y los que se dieron con la mezcla de razas en la Colonia. Sigue relatándonos la rebelión de los comuneros y lo sucedido en este territorio, detalla la cuestión social en la Independencia y se detiene en el conflictivo Siglo XIX. Los hechos van a las luchas urbanas de los años veinte del siglo pasado, los identifica en sucesos de la Confederación Obrera Nacional, su tercer congreso en el país de entonces, los síntomas de conspiración y la matanza de las bananeras, los fracasos insurreccionales y el establecimiento de las Ligas Campesinas. No podría faltar la violencia partidista después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, la vida entre la paz y la subversión, hasta las luchas sindicales encabezadas por Adalberto Carvajal.En el Tolima y la Independencia, el autor examina los forcejeos iniciales, el periplo del prócer José León Armero, de cómo Mariquita fue anexada a Cundinamarca y cuando Ibagué fue sede del Congreso de las Provincias Unidas. Retrata el itinerario de los tolimenses que van a la guerra acompañando a las tropas de Nariño, muestra la creación de la república independiente de Mariquita, la reconquista española y el régimen del terror, de cómo fue la reconquista en Ibagué, los conatos de resistencia, el ejército invisible y lo que ocurrió después. Finalmente se testimonian aquí en dos ensayos sus versiones sobre Jiménez de Quesada y la vida y muerte de Antonio Nariño. El autor, Darío Ortiz Vidales, abogado, parlamentario, director-fundador de algunos periódicos, colaborador de otros, exdirector de la revista Consigna y asesor del Parlamento Andino, fue un intelectual deslumbrante, entre cuyas obras están José María Melo: La razón de un rebelde; Apuntes para una historia del Chaparral; La convención liberal  de Ibagué de 1922.  En 1990 publicó a través de Pijao Editores La historia por dentro, y Sobre el lomo del conflicto y en 1991 por la misma casa editorial Otro encuentro con la historia. Otro libro suyo es la novela No todos llegaron aquel viernes, publicada en el año 2002. Es coautor del Compendio de Historia de Ibagué y del Manual de historia del Tolima. Fue igualmente durante varios años columnista del semanario Tolima 7 Díasy vicepresidente de la Academia de Historia del Tolima, de la cual fue uno de sus fundadores.
De la escuela republicana a la escuela del Tolima
“La escuela Republicana”  se instaló en Bogotá el 25 de septiembre de 1853, bajo el alero político del presidente Manuel Murillo Toro, oriundo de Chaparral. Sus miembros adoptaron la constitución de 1853, y se convirtieron en eje fundamental del radicalismo del siglo XIX. Ochenta años después, la República Liberal conformó el equipo intelectual y político más importante que conoció el país durante el siglo XX. Bajo el liderazgo del presidente Alfonso López, nacido en Honda, aprobaron la reforma constitucional de 1936. Su mejor figura fue el maestro Darío Echandía, pero con él se conformó un valioso equipo que aún hoy tiene discípulos. Su propósito no fue conformar escuela alguna, pero su pensamiento se proyectó sobre el país de tal manera, que constituyó una auténtica escuela de pensamiento: La “Escuela del Tolima”.Augusto Trujillo Muñoz, historiador y jurista nacido en Ibagué, es uno de los grandes defensores de lo que él mismo llama el “activo espiritual” del Tolima. Se desempeña como profesor en varias universidades de Bogotá y es autor de reconocidos libros sobre derecho público e historia política. Miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, de la Asociación Colombiana de Historiadores y de la Academia de Historia del Tolima, es también Conjuez del Consejo de Estado y columnista del diario El Espectador de Bogotá. Además ha sido Conjuez del Consejo Nacional Electoral, Directivo de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, Concejal de Ibagué y Senador de la República.
Biografía de Aníbal Galindo
Este revelador libro aborda de manera documentada y apasionante la biografía de Aníbal Galindo, tolimense ilustre, colombiano eminente, abogado, economista y hombrede Estado, político activo. Fue, sobretodo, un humanista.Su vida transcurrió en el siglo XIX, a lo largo de 67años comprendidos entre 1834 cuando nace en Coello,Tolima y 1901 cuando fallece en Bogotá. Ocupa asientolegítimo entre las personalidades que contribuyeron adar forma a la naciente República de Colombia. Fue oídoy leído con atención por sus contemporáneos. Actuó enfunción de Estado en un tramo de historia pródigo en pensadores, profesionales, políticos, en general hombresilustres. Actuaron y se desenvolvieron en cruentasguerras civiles. Sus conceptos formaron, muchas veces,criterio público. Su autor, Alberto Mendoza Morales, Ibaguereño, Arquitecto de la Universidad de Chile y especializado en planeación urbana de la Universidad de Hannover, en Alemania. Ha alternado durante más de veinte años su profesión con el ejercicio del periodismo y la escritura de brillantes ensayos, habiendo sido exitosa y leída su columna en El Espectador, Anatomía de regiones, publicada a lo largo de siete años, por lo que se hizo merecedor del Premio Simón Bolívar de Periodismo, la máxima condecoración en el país, ganando además el Premio SIP-Mergenthaler de reconocido prestigio internacional. Ha sido profesor y asesor de universidades en varios países. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: Los idólatras o la sociedad de los alienados; Los políticos; Colombia auténtica o enajenada; La Colombia posible, con diez ediciones; Rompiendo el cerco; Retorno al campo; Una estrategia de desarrollo rural para Colombia; La nueva sociedad: un ensayo prospectivo; Universidad, pedagogía y política; Monografías de Centro oriente de Colombia: Huila, Tolima, Boyacá, Santander, Cundinamarca, Norte de Santander; Yo aquí, fragmento de novela; El juego de abalorios, resumen de la obra de Hermann Hesse; La montaña mágica, semblanza de Hans Cástor y La hora de la mujer;  publicó igualmente el libro Colombia estado regional sociedad geográfica de Colombia. Tiene inéditos diez volúmenes más y una novela. Es miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, de la Sociedad Interamericana de Planificación, miembro de la Sociedad Bolivariana y Geográfica de Colombia de la cual es su presidente y pertenece a la Academia de Historia del Tolima.
Antología de Rafael Rocha Gutiérrez
Pertenece por sangre y por historia a la más fina estirpe de lo que Augusto Trujillo Muñoz ha llamado la Escuela del Tolima. Fue Procurador General de la Nación, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, creador del Concordato que se celebró con la Santa Sede bajo la administración Zaldúa y, además de un tenaz y persistente intelectual, que se opuso a N una ﷽﷽﷽﷽﷽so a Nrsistente int celebrpuibro al alma de un pueblo que olvidelantado y tenaz, persistente en medio de las convulsioúñez y su modelo de Estado Nación, un visionario constitucionalista. Fabio Lozano Torrijos dijo de él que “fue, como Murillo, como Rojas Garrido, como Galindo, como Francisco Eustaquio Álvarez, como Patrocinio Cuéllar, como González Gaitán, como Marcelo Barrios, hijo del Tolima. Aquella tierra desbordaba de su seno –en tiempos idos– las grandes inteligencias, los grandes caracteres y, sobre todo, los grandes luchadores de la libertad.” Su trabajo intelectual, reunido en su libro La verdadera y la falsa democracia, publicado en París en 1887 y reeditado en 1974 por el Banco Popular, se convirtió en un referente clave de lo que debía ser la verdadera república. En su trabajo no sólo señaló el verdadero rumbo que, con la alternabilidad en los poderes públicos, la representación de las minorías, la ley de elecciones, el servicio militar obligatorio, etc., podía cerrar definitivamente la era de las guerras civiles, sino que apuntó a importantes conquistas sociales que sólo se verían cristalizadas casi noventa años después, con la Constitución de 1991.De carácter combativo, Rocha Gutiérrez anunció la catástrofe de la Regeneración y bajo la presidencia de Marroquín, anunció en una conferencia en el Teatro Colón las entonces no sucedidas desgracias de Panamá que, para vergüenza de nuestra historia, terminaron ocurriendo.La selección de textos y su estudio introductorio fue hecha por Carlos Orlando Pardo Viña, miembro de nuestra academia y coautor del Manual de Historia del Tolima y de la enciclopedia multimedia Tolima Total.
Antología de y sobre Manuel Murillo Toro
Se reúnen aquí memorables textos sobre y de Manuel Murillo Toro, dos veces presidente de Colombia, un chaparraluno raso que se consagró como excepcional periodista, ejemplar ciudadano, político avanzado y avezado, destacado internacionalista, estadista excelso, polemista sin par y apóstol de la libertad. Como dijo de él Felipe Pérez, “Aun cuando sus compatriotas por cualquiera razón, buena o mala, no le hubieran cruzadodos veces el pecho con la banda tricolor, él siempre habría sido uno de los primeros hombresde su país, pues cuando vistió la túnica consular hacía mucho tiempo que arrastraba la dePlutarco. ¿Por qué? Porque todo lo bueno y lo trascendental que hizo Murillo por su patria,no lo hizo como presidente, sino como ciudadano; no en el poder sino fuera de él; no condecretos sino con doctrinas… La grandeza de los hombres públicos no depende de losempleos que ellos desempeñan sino del influjo que tengan en las revoluciones políticas, filosóficas y económicas de su país”.Nunca, antes ni después de él,  brillaron tan alto los valores del Tolima. No sin razón, algunos escenarios emblemáticos de Ibagué -el estadio, el parque principal de la ciudad y el Inem-, llevan su nombre. No obstante, es muy poco lo que la gran mayoría de sus coterráneos sabe acerca de aquel hombre excepcional.Murillo fue un espíritu selecto y moderno formado en los principios de la ilustración. Tolerante y respetuoso de las diferencias. Librepensador. Ejerció el derecho, la magistratura, la representación democrática, la cátedra, el periodismo, la Presidencia de la República, como un permanente apostolado. A pesar de los honores, su vida fue sencilla y austera. No hubo en ella conflictos de intereses; el provecho que ambicionó fue el bien común; los negocios que tramitó, fueron los concernientes al interés ciudadano.Jairo Rivera Morales, autor del estudio introductorio y la selección de textos, investigador social, promotor cultural, escritor, ensayista, catedrático y periodista. Hizo estudios de Lingüística y literatura en la Universidad de La Sabana. Diplomado en ciencia política y resolución de conflictos en la Universidad del Valle. Actualmente es profesor universitario, presidente de la Fundación ‘Sinergia, desarrollo y solidaridad’ y director del Centro de estudios ‘Germán Guzmán Campos’. Miembro de la Academia de Historia del Tolima.
La violencia en el Tolima
Dos miradas al hecho social de la violencia en la región a mediados del siglo XX, desentrañan hechos y personajes que tuvieron protagonismo en un episodio aleccionador y triste sobre el sectarismo político y la muerte. Sus causas y el desarrollo de los acontecimientos tienen aquí su testimonio como una radiografía sociológica e histórica frente a un lamentable suceso que interrumpió el desarrollo, dejó como saldo más de 300 mil víctimas y permitió emprender una carrera demencial bajo las alas de la intransigencia y el fanatismo. Recorrer estas páginas es asomarse a un largo capítulo  de horror que es necesario conocer y reconocer como una muestra de identidad que no debemos repetir.  Sus autores, Gonzalo Sánchez Gómez, Líbano, 1945. Historiador, Doctorado  en Sociología Política, Escuela de Altos Estudios de París, vinculado al Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia, de la cual es Profesor Emérito. Director de la Comisión de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), miembro fundador de la Academia de Historia del Tolima. Autor y editor de numerosos libros, entre lo cuales  señalamosBandoleros, Gamonales y Campesinos; Guerra y Política en la Sociedad Colombiana; Grandes Potencias, el 9 de abril y la Violencia;Museo, Memoria y Nación, Colombia: Violencia y Democracia, Violencias y Estrategias colectivas en la región andina; Nuestra Guerra sin Nombre; Historia Crítica y Análisis Político; Anuario Colombiano de historia Social y de la Cultura. Jorge Eliécer Pardo, Líbano, 1950. Novelista, cuentista, poeta, periodista cultural e investigador. Premio Tolimense de Literatura, cursó estudios de doctorado en literatura en la Universidad Javeriana. Editor de la Biblioteca de Autores Tolimenses y colombianos de Pijao Editores. Pertenece a la Academia de Historia del Tolima. Sus novelas han sido traducidas a varios idiomas, entre ellas El jardín de las Weismann e Irene. Otros libros suyos son El siglo de oro de la literatura española y Antología de la literatura española; Vida y obra de Héctor Sánchez; Colombia a corazón abierto, antología en francés; La octava puerta, Las pequeñas batallas; Seis hombres una mujer; Entre calles y aromas, poemas; Obra literaria (1978-1986), La octava puerta y Transeúntes.

Ideología y política
Tres destacados intelectuales y profesores universitarios de diversas generaciones, trazan un agudo análisis alrededor de temas relacionados con la política y la ideología en varios momentos y circunstancias de nuestra historia.  Una aproximación a la recepción en Colombia del liberalismo y el utilitarismo europeo, y la interpretación del reformismo religioso francés a finales del siglo XIX en El Líbano, Tolima, escrito por Alexander Martínez Rivillas, traza aquí su dimensión, lo mismo que cumple José Arizala, en su ensayo sobre la búsqueda de una sociedad perfecta, el antiguo anhelo de los hombres. Expande su análisis en Maquiavelo en Colombia, mirando cómo el hombre ha sido siempre el mismo en la medida en que vive y cambia. Es el ser que se modela a sí mismo en el ámbito del mundo humano. Por su parte, Elías Castro Blanco se detiene en los derechos humanos como valores contextuales en clave comunitaria, dilucidando cómo, a partir de las tres últimas décadas, el multiculturalismo ha irrumpido en el ámbito de las discusiones humanistas contemporáneas, aludiendo  a la posibilidad de conciliar en un marco político democrático la pluralidad de identidades, valores y adscripciones culturales a la que las sociedades complejas parecen irremisiblemente abocadas. Sus autores,  José Arizala, Ibagué, 1931, abogado, periodista, profesor universitario, miembro fundador de la Asociación Colombiana de Filosofía del derecho y filosofía social, ex director de las revistas Documentos Políticos, Enfoque Internacional, ex presidente de la Asociación de Prensa extranjera (APE) y de la Agencia Novosti en Colombia. Ha publicado Protagonistas de, nuestro tiempo; Nociones de filosofía del derecho; El mundo del hombre en los años de la Perestroika y Manual de Ateología. Elías Castro Blanco, Líbano, 1960,  Poeta, profesor universitario, novelista, investigador y ensayista, estudió filosofía en la Universidad Nacional de Colombia, especializado en filosofía de la educación en la Universidad de La Salle. Entre sus libros mencionamos La extinción de los resguardos indí­genas de Colombia y Paquiló en Ambalema en el siglo XIX, ¿Por qué lloraban los Tikuna? y otras leyendas, 2001. Coautor del Manual de Historia del Tolima de Pijao Editores. Actualmente es director de investigaciones de la Universidad Libre y pertenece a nuestra Academia de Historia. Alexander Martínez Rivillas, Líbano, 1977, Filósofo, Universidad Nacional de Colombia; Ingeniero Geodesta, Universidad Distrital; Ms. en Gestión Pública, Universidad Autónoma de Barcelona; candidato a PhD en geografía del Instituto Agustín Codazzi.. Profesor universitario, autor de múltiples ensayos. Ha publicado, entre otros libros, como coautor Un encuentro con la libertad, Entre la diversidad y la desigualdad: diagnóstico territorial del pacífico colombiano en perspectiva de derechos humanos y por Pijao Editores en 2011, Una aproximación a la teoría del poder de Michel Foucault.
Narrativa e historia en el sesquicentenario
¿Qué ha ocurrido con nuestra literatura a lo largo de estos 150 años desde cuando nos fundaron de manera oficial? ¿Quiénes testimoniaron la región? ¿Han evadido los escritores a su tierra como tema? ¿De qué manera se ha dado un puente entre la literatura y la realidad? ¿Cómo se ha visto reflejada esa realidad en la literatura? ¿Ha influido el medio en la temática de los autores? Frente a los procesos históricos de la república en los cuales este territorio tuvo una importante participación, ¿qué mostraron los novelistas? ¿Qué contaron y cómo lo contaron y cuál es el balance para estos tiempos que corren? ¿Cómo influyó o no el proceso social en su obra? ¿Qué se dijo o qué dejó de decirse? ¿Qué épocas refieren? ¿Son mayores las obras de escritores «foráneos» sobre el Tolima? ¿Cuál y cómo es el discurso y en qué temas? ¿Ha evolucionado nuestra literatura? ¿Cómo es realmente nuestra geografía narrativa? ¿Cuál es el retrato que hallamos del Tolima? Frente a los principales acontecimientos acaecidos en la región desde el tiempo de la Conquista hasta nuestros días, ¿cómo se manejaron esas circunstancias de la realidad en la narrativa o cómo, a pesar de su importancia, pasaron inadvertidas para los novelistas, sin que se olvide, en lo fundamental, la constancia de cómo trabajaron en lo estrictamente literario sus novelas? Fuera de centenares de libros y de autores ¿qué ha quedado o queda realmente de ellos? ¿Cuáles han tenido una figuración nacional o internacional en virtud a sus obras y se encuentran vigentes?  Son estos parte de los interrogantes que se resuelven en este ensayo de Carlos Orlando Pardo, el mayor estudioso de estos temas en la región. Carlos Orlando Pardo, Líbano, 1947, novelista, ensayista, autor de varios libros antológicos y de cuentos, director y coautor del Manual de Historia del Tolima, de Pijao Editores, firma que cumple 40 años y más de 300 títulos. Periodista cultural y miembro fundador y directivo de la Academia de Historia del Tolima. Autor, junto a su hijo, de la enciclopedia multimedia Tolima Total.
Arte y cultura
La historia que no tenga en sus objetos de investigación el arte, la música y la literatura está perdida e incompleta. Es aquí donde la espiritualidad de los hombres se testimonia para permanecer en el futuro y para otorgarle identidad a los pueblos. Es lo que se muestra aquí en un completo recorrido por lo que han significado para el Tolima grande, detallando su proceso y examinando a sus protagonistas, cuestionando muchos mitos y aclarando demasiados sucesos. El lector encontrará tres penetrantes y documentados ensayos de miembros de nuestra academia de historia sobre lo que significa la globalización, la identidad y la literatura,  una breve historia de las artes plásticas en nuestro territorio y la historia de la música también como una señal indefectible de lo que hemos sido y lo que somos.
Sus autores, Benhur Sánchez Suárez, Pitalito, Huila, 1946. Novelista, pintor, ensayista y periodista cultural. Fue presidente de la Academia de Historia del Tolima. Entre sus libros se encuentran Narrativa e historia; Identidad cultural del Huila en su narrativa, y las novelas La solterona, El cadáver, A ritmo de hombre, La noche de tu piel, Venga le digo, Memoria de un instante, Así es la vida amor mío y Buen viaje general.Darío Ortiz Robledo, Ibagué en 1968. Pintor, investigador, escritor y periodista.  Ha publicado textos sobre arte y con sus obras ha viajado por más de 20 países. Escribió el libro Oscar Rodríguez Naranjo, el pintor de la belleza, catálogo razonado del pintor Ricardo Borrero Álvarez y Los dibujos de Vásquez Ceballos. Desde su fundación es presidente fundador del Museo de Arte del Tolima. Sobre su obra se han publicado varios libros. Ha realizado más de 20 exposiciones individuales entre Colombia, Francia, Estados Unidos, Italia, Austria, Viena y Bratislava, Eslovaquia y no menos de 35 colectivas en diversos lugares del país y el exterior. Variados son sus premios nacional e internacionalmente. Coautor del Manual de Historia del Tolima y miembro de su academia. Carlos Pardo Viña, Ibagué,1970. Escritor y periodista. Coautor de varios libros, entre ellos, Palabra Viva-Diccionario de autores tolimenses; Protagonistas del Tolima siglo XX; Pintores del Tolima Siglo XX; Músicos del Tolima siglo XX  y del Manual de Historia del Tolima. El Conservatorio de Música del Tolima, Itinerario de una hazaña; Forma y color de 15 figurativos y la novela Como si fuera viernes. Es miembro de la Academia de Historia del Tolima.
La cultura popular
Si somos mestizos como raza, lo somos culturalmente. Nada hay de original, mucho más cuando el tiempo fue encargándose de transformar las costumbres y aquellas que se fomentaron en la raíz del pueblo, cambiaron con el avance de la tecnología y la globalización. Las expresiones colectivas, además, son examinadas con un aire de desdén por quienes ven en ellas, tan sólo, el deleite de un proletariado al que siempre hay que darle pan y circo. Sin embargo, esa transmisión de conocimientos y valores que van de boca a oreja de generación en generación, conforman el gran cuerpo de la cultura popular. Y ella va implícita o se manifiesta en expresiones como la música, la poesía, la literatura oral, las danzas, las artesanías, la interpretación de los mitos y leyendas, las dramatizaciones e inclusive la pintura y la escultura, la preparación de los alimentos, los festejos populares y las ferias. Sus rasgos son particulares y es tal su persistencia que se convierten en un legado histórico cuyas ideas y formas no son apenas una nostalgia del pasado sino una manera de vivir el presente. Sus autores, Margarita Enciso de Rangel, licenciadapor la Universidad del Tolima en  historia y geografía y obtuvo su magíster en educación y filosofía latinoamericana en la Universidad Santo Tomás. Sus trabajos titulan Contenidos filosóficos de las leyendas folclóricas del Tolima  y Estudio de la historia y folclor del Tolima: proyecto de identidad regional. Miembro fundador del movimiento Educación y Cultura, presidente de la Asociación de Egresados en Ciencias Sociales de la Universidad del Tolima, directora ejecutiva de la Corporación folclórica del Tolima. Dentro de la producción de video tiene Ibagué precolombina, invasión y dominación. Dirigió el Instituto Municipal de Cultura en Ibagué. Miembro de la academia de historia del Tolima.Nelson Ospina Franco, ingeniero electricista en la Universidad Nacional. Ha sido profesor universitario, ingeniero de estudios y proyectos e ingeniero jefe de redes en Electrolima. Director y fundador del Fondo de Alumbrado Público de Ibagué, concejal de su ciudad natal y secretario de gobierno municipal. Ha ejercido el periodismo y es coautor del libro Ecología de un desastre y ha publicado, por Pijao Editores, sus poemario Símbolos, y Fuego de Dioses, un volumen de poesía mítica. Ha participado en importantes congresos y encuentros de escritores nacionales. Miembro fundador de la Academia de Historia del Tolima.Carlos Orlando Pardo, autor de numerosos libros entre novelas y libros de cuentos, antologías y ensayos. Compositor, investigador y periodista cultural, licenciado en Español y literatura de la Universidad Pedagógica Nacional de la cual fue profesor, Doctor Honoris Causa de la Universidad Simón Bolívar.  Dirigió el Manual de Historia del Tolima y junto a su hijo la enciclopedia multimedia Tolima Total. Es miembro fundador y directivo de la Academia de Historia del Tolima. Cofundador de Pijao Editores que cumple 40 años de actividad.
Heterotipias.
Heterotipias reúne una serie de ensayos de carácter histórico con los cuales el autor ha pretendido un abordaje ambientalista e incluyente de la realidad colombiana. Involucran la pluralidad como concepción, la diversidad como desiderátum de la existencia y la complejidad como esencia del metarelato. Se encuentran aquí, igualmente, interpretaciones y análisis de otros textos; esbozos de disidencias, inconformidades y desadaptaciones; aproximaciones críticas al estado de casos y de cosas en el cual nos debatimos los colombianos de la actualidad. Estos escritos son una constatación de que el miedo, el silencio y la mordaza, en tanto develan el carácter violento del ethostradicional, implican y desatan contrapartidas refundantes de nuestra historia. Contrapartidas que corresponden a la necesidad de insumisión; a la insurgencia de un auténtico espíritu nacional, todavía en gestación.Jairo Rivera Morales, investigador social, promotor cultural, escritor, ensayista, catedrático y periodista. Hizo estudios de Derecho en la Universidad Nacional, Medicina en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y Lingüística y literatura en la Universidad de La Sabana. Diplomado en ciencia política y resolución de conflictos en la Universidad del Valle. Ha sido Concejal de varios municipios, Diputado, Representante a la Cámara, Senador de la República, miembro de Juntas directivas de establecimientos públicos de orden municipal, departamental y nacional. Secretario general de la gobernación del Tolima y Gobernador encargado del departamento, asesor del Corpes Centro-oriente, del Ministerio de Trabajo y de la Cámara de Representantes. Presidente del Polo Democrático en el Tolima.Actualmente es profesor universitario, presidente de la Fundación ‘Sinergia, desarrollo y solidaridad’ y director del Centro de estudios ‘Germán Guzmán Campos’.
La globalización y nuevas generaciones
La Sociedad del Conocimiento y la de la Informacióncontinúan en poder de quienes, empresas y países,invierten en investigación y disponen de alto talentohumano. Es el mundo que Las Nuevas Generaciones,las que comienzan a tomar las riendas del poder y las que vienen detrás, les corresponde enfrentar en medio de turbulencias marcadas por la convulsión, laincertidumbre, las crisis, la confusión. Los textos aquí compilados muestran cómo en este agitado e impredecible siglo XXI en el que la extensión de los veloces avances científicos y tecnológicos han alterado la ecuación espacio tiempo, hacen surgir el de la instantaneidad, al desaparecer las distancias; destruir el empleo, concentrar en muy pocas personas la riqueza universal calculada no en términos de presente, sino del mercado de futuros y donde la economía impera, más que nunca, sobre la política. Es la Era de la Globalización que busca sustituir al Estado Nacional por el nuevo Estado Global que nadie sabe cómo será en cuanto a sus constituyentes ni cuáles serán sus órganos ni como funcionarán. Parecería que el poder político fuera a ser tan invisible como el del mercado y el de la tecnología. La nueva era ha comenzado sin que la humanidad haya logrado mejorar sustancialmente las profundas desigualdades entre los pueblos. El Tolima, Colombia, y América Latina tienen aquí su análisis contundente y razonado, partiendo no de lo ya vivido, hasta el 2010 sino de aquí al 2050.
Néstor Hernando Parra, Honda, 1931,. Doctor en derecho y ciencias sociales de la Universidad Libre de Colombia, especializado en ciencias políticas en la Universidad de Nueva York. Ha desempeñado los cargos de rector de la Universidad del Tolima y Universitas en Bogotá. Parlamentario, gobernador del Tolima, ministro consejero y embajador en misión extraordinaria de la delegación permanente de Colombia ante las Naciones Unidas en Nueva York. Entre sus principales trabajos, publicaciones y colaboraciones periodísticas se destacan Entre la democracia y la barbarie; Hacia el desarrollo económico en América Latina; Actitudes de la comunidad y ambiente favorable al desarrollo; Liberalismo, neoliberalismo y socialismo; El retorno a la ideología política;  y Temas para el análisis de la educación superior en Colombia; Los cambios constitucionales: análisis político de la nueva Constitución. Ha sido director del periódico Política Liberal, 1975-1976, Perfiles de la Social Democracia, 1979 y colaborador especial de las revistas Economía y Negocios, Encuentro Liberal y Nueva Frontera.
Carlos Gaviria: «Gustavo Petro gana porque ha hecho demasiadas concesiones a la política tradicional»
Publica: Miguel Gordillo Hernández

Carlos Gaviria: «El debilitamiento del Polo es un golpe duro para una colectividad que estaba tratando de contribuir a la construcción de la democracia colombiana»
El ex candidato presidencial por el Polo Democrático Alternativo Carlos Gaviria se ha convertido en la conciencia ética de una buena parte de las expresiones de izquierda y democráticas del país. Legitimado por su ejercicio intelectual y jurídico como magistrado de la Corte Constitucional, pero a la vez señalado por sus posturas radicalmente liberales, es una voz necesaria al momento de analizar la coyuntura nacional. Indagamos sobre su balance de las recientes elecciones locales y sobre el futuro del Polo, en el entendido que a través de sus palabras habla esa izquierda que hoy asoma con incertidumbre a un escenario controlado por el bloque cada vez más sólido de la llamada “Unidad Nacional”.
¿Cuál es el balance general que hace usted de las recientes elecciones de autoridades locales?
Carlos Gaviria: En realidad no creo que cambie mucho el panorama. Hay dos hechos importantes: uno, la disminución evidente del apoyo al proyecto uribista, pero además esperada porque era un proyecto muy vinculado a la persona que lo estuvo materializando y cuando Uribe se aleja del poder el respaldo empieza a menguarse casi automáticamente. Esa invulnerabilidad que Uribe exhibía cuando era presidente se ha ido difuminando.
En segundo lugar, el debilitamiento significativo del Polo, lo que es un golpe duro para una colectividad que estaba tratando de contribuir a la construcción de la democracia colombiana.
Porque me parece que sólo el Polo tenía una actitud de oposición y un proyecto distinto al de los demás partidos y grupos políticos que se diferencian apenas en matices. Concurrieron dos factores en la Alcaldía de Bogotá: la corrupción y la ineptitud del alcalde [Samuel Moreno] que nunca gobernó ni con el Polo ni con un proyecto de izquierda, que jugaron para castigar a la izquierda y al Polo.
¿Cómo ve la reconfiguración de fuerzas en el país?
CG: Es lo que no veo, no hay gran reconfiguración de fuerzas. Que hayan ganado más alcaldías o gobernaciones los liberales en desmero del Partido de la U o de Cambio Radical me parece poco significativo porque no he encontrado grandes diferencias entre esos tres sectores políticos; lo mismo con los conservadores. A mí me parece que en Colombia desde hace mucho tiempo hay un proyecto oficial con diferencia de matices que es sustentado simultáneamente por liberales, conservadores y vertientes que se han desprendido de esos partidos. Por eso me parece digno de lamentar que el Polo, que era la única fuerza de oposición, se haya debilitado.
¿Cuál es el papel del Polo a partir de ahora?
CG: Es de una gran responsabilidad. En este momento cuando todo el mundo lo da por muerto tiene que demostrar que está vivo y tiene que reconstituirse; pienso que tiene que sacar fuerzas de donde no las haya para empezar la reconstrucción del partido. Creo que no hay alternativa. Esto puede desestimular a mucha gente y sembrar desaliento en muchos sectores. Al Polo le está pasando algo como el castigo de Sísifo: cuando llega a la cima, a la que llegamos o al menos estuvimos muy próximos en las elecciones de 2006, le obligan a tirar la piedra hasta el pie de la montaña y vuelva con ella hasta arriba. No hay mucha gente dispuesta a hacer eso, pero creo que es necesario.
En la reconfiguración del Polo, ¿hacia dónde va a tender? ¿hacia una izquierda real?
CG: Yo no lo sé porque en este momento no tengo ninguna responsabilidad directiva en el Polo, pero si me pregunta qué debería hacer, pienso que debería continuar con su proyecto de izquierda independientemente de que los resultados electorales lo favorezcan. Yo creo que un proyecto de estos no está llamado a triunfar en un término muy breve, pero no hay que desmayar por el hecho de que el triunfo o el éxito esté lejano en el tiempo. Creo que hay que tener una gran paciencia y no se puede desmayar; en eso Uribe nos ha dado un gran ejemplo. Cuando me preguntaban qué admiraba de Uribe, decía la constancia y la paciencia con que ha trabajado su proyecto. La izquierda debe imitarlo en eso, el triunfo no se consigue de un día para otro, pero ante la primera derrota no se puede claudicar.
¿Qué piensa sobre la propuesta del representante por el Polo Iván Cepeda de pedir la renuncia del presidente del partido Jaime Dussán?
CG: No únicamente tratándose de la solicitud de Iván Cepeda, sino que todos los partidos que tuvieron un resultado negativo deberían renovar sus directivas porque el fracaso ordinariamente se le atribuye a las directivas. Eso es lo que se llama responsabilidad política. Si yo soy miembro del Comité Ejecutivo de un partido y el partido fracasa, independientemente de que yo me haya esforzado mucho porque el fracaso no sea: no obtuve el resultado que he debido obtener como dirigente, por tanto debía haber una renovación en las directivas de los partidos.
¿Eso aplica también para el candidato del Polo en el sentido de que ha fracasado y ya no debería presentarse a futuras elecciones?
CG: La candidatura de Aurelio terminó el día de las elecciones. Al contrario, Aurelio con el tesón con que se desempeñó, con la dignidad con la que llevó adelante su proyecto en las circunstancias más adversas, mostró una capacidad grande de liderazgo y dentro del partido debería tener una posición importante. El partido no lo supo acompañar.
En Bogotá votaron por Aurelio 32.000 personas, ¿cómo se explica si el techo del Polo era de más de 200.000 votos? ¿Afectó el llamado “voto útil”?
Es evidente que la mayoría del Polo, diría que en un 90%, optó por la candidatura de Petro. Hay dos fenómenos. Uno, falta de claridad política. Hay personas que de buena fe piensan que Petro encarna un proyecto de izquierda y por eso lo siguen y es absolutamente comprensible, por esa circunstancia no hay que anatematizarlas. Y otro, por oportunismo; cuando se ve que hay alguien está próximo al poder muchas personas quieren estar cerca. Y a eso contribuyó sobremanera el establecimiento asimilando a Gustavo Petro, que sabe que no es un político de izquierda pero es funcional a los intereses del establecimiento. Porque así se puede presentar la democracia y la sociedad colombianas tan abiertas que hasta una persona de izquierda y que incluso viene de la guerrilla como Gustavo Petro puede ganar unas elecciones. Pienso que cuando las gana es porque ha hecho demasiadas concesiones a la política tradicional.
¿Cuáles son esas concesiones que dice que hizo Petro a la política tradicional?
Por ejemplo, nunca dijo nada en la campaña acerca del TLC, guardó silencio dando a entender más bien que era partidario. Por otra parte, un acercamiento hacia el presidente Santos, cuando él tiene una política que ha definido como idéntica a la de Uribe pero con un estilo distinto. Seguramente por estrategia quiso aparecer no como un político con posiciones radicales sino flexible, capaz de aproximarse a la propuesta oficial y capaz de gobernar con Santos, lo que en Gustavo no es nuevo. Cuando yo era presidente del Polo y nos negamos a participar en la marcha del 4 de febrero de 2009, él propuso literalmente en el Comité Ejecutivo que yo saliera de la mano de Uribe mostrando a todas las personas que esa era la vía para lograr la paz.
Cuando usted dice que hay dos bloques en el que uno es el Polo y el resto son los diferentes partidos con matices, ¿cuál sería el matiz de Progresistas?
Creo que conserva algunos propósitos de los gobiernos de izquierda al hablar de que hay que reducir la pobreza y profundizar los proyectos que sobre educación y salud se estaban consolidando desde los gobiernos actuales. Hay algunos propósitos que uno podría considerar de izquierda pero hábilmente combinados con factores, propuestas y metas que han sido tradicionalmente del establecimiento.
¿Cuál sería el resultado de esa contradicción?
Yo no me atrevo a predecirlo porque le reconozco a Petro una gran inteligencia. Es un hombre muy hábil, como estratega político es excelente. No sé si en el gobierno esas operaciones que sirven para llegar al poder, sirven también para gobernar.
¿Petro va a garantizar que los logros del Polo en materia de política social se sigan manteniendo?
Por lo que le escuché muy posiblemente algo como el programa de los comedores va a continuarse. Pero yo creo que en ese tipo de proyectos hay mucho ingrediente de beneficiencia y subsidios y poco de reformas estructurales. Una política de subsidios puede justificarse transitoriamente, pero un verdadero proyecto de reforma social tiene que encaminarse a remover factores que han creado distribución inequitativa de la riqueza, miseria y pobreza.
¿El Polo incidió en esa estructura en sus ocho años de gobierno?
Muy levemente porque mi opinión es que los dos gobiernos anteriores del Polo no los podemos caracterizar como de izquierda. Y hoy veo con sorpresa que en eso coincide Petro en unas declaraciones que dice que en Bogotá no ha habido propiamente gobierno de izquierda. Recuerdo que [el ex presidente] Alfonso López Michelsen me dijo alguna vez refiriéndose al gobierno de Lucho Garzón: «Lástima que yo me voy a morir sin saber cómo gobierna la izquierda». Se refería a que el gobierno de Lucho era muy parecido a los anteriores, tal vez con un mayor énfasis en lo que llaman lo social, pero bastante parecido. Y creo que esas grandes similitudes son estratégicas para que no haya temor en los sectores oficiales de que se está llevando a cabo una reforma muy honda en el país.
¿Y Aurelio Suárez era garantía de un gobierno de izquierda?
A mí no me cabe duda. La lucha de Aurelio ha estado encaminada a eso y por otra parte es una persona de una gran lealtad con el partido. Él había vertido en su proyecto político para Bogotá el ideario del partido y lo había concretado y materializado proyectándolo sobre una realidad micro. Yo pienso no únicamente como amigo y persona que conoce a Aurelio de cerca y lo estima; yo he dicho que si fuera un ciudadano no comprometido con ninguno de los candidatos y hubiera leído los programas o hubiera oído los debates hubiera votado por Aurelio porque me parecía el mejor candidato.
Esa es la conclusión a la que se ha llegado en múltiples espacios: «Aurelio es el mejor candidato pero no le vamos a votar», ¿cómo queda el sistema representativo en todo esto?
En eso inciden demasiado los encuestadores. Las encuestas ya no se hacen con el objeto de medir la intención de voto, sino de generar intención de voto en favor de un determinado candidato o proyecto. Entonces entramos en un círculo vicioso. Aurelio era una persona poco conocida y la consideración de los medios era: «Lo damos a conocer si tiene intención de voto», pero se esmeraban tanto por que no tuviera intención de voto, incluso ocultándolo, que se produce el efecto que ellos querían. Para la mayor parte de la gente Aurelio no pudo revelarse y no lo pudieron conocer quedando en el anonimato.
¿Cómo sigue la democracia en Colombia cuando ha habido disturbios en bastantes municipios por cuestiones electorales y centenares de irregularidades?
Esa pregunta se la respondo con mucha facilidad porque lo que vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo es que la democracia colombiana está por construirse y justamente cito esos ejemplos. Uribe afirmaba que Colombia no era una democracia cualquiera sino una democracia profundizada cuando simultáneamente se reconoce que se compran y se venden votos, cuando se reconoce que hay regiones y lugares donde no se puede votar sino por determinados candidatos. Cuando no hay condiciones para que la gente reflexione y elija libremente, no se puede hablar de democracia. Pienso que en Colombia el sujeto de la democracia que es el pueblo, está por construir