PERIÓDICO EL PÚBLICO
EL PREMIO CERVANTES PARA NICANOR PARRA.
Por: CARLOS ORLANDO PARDO
El premio Cervantes que acaba de obtener el poeta chileno Nicanor Parra, a sus 97 años, reitera la importancia de una obra breve pero sustancial como la suya y pone de presente, una vez más, cómo no son los años que se tienen encima sino la calidad de una obra la que puede alcanzar metas como esta, la más grande en lengua española. Fue nuestro autor de cabecera por los años 70 cuando todo lo que sonara a diferente nos atraía, sobre todo porque se iba directo a mencionar situaciones cotidianas que pudieran parecer fuera de foco cuando de un poeta se tratara. Logramos con Álvaro Hernández y mi hermano Jorge Eliécer aprendernos sin esfuerzo todos sus poemas de entonces, publicar algunos de sus versos con caricatura incluida y testimoniar una mirada en nuestra revista de doce páginas, bautizada como Trinchera Literaria.  Conocimos primero el libro Antipoemas y hasta escribimos notas difundiendo su obra, independientemente de la promoción que le trazábamos en nuestras clases como profesores de literatura. Ahora cuando goza de su retiro en una casa vetusta frente al mar, le llega la noticia para reiterar, como con otro premio, que si por algo mereciera uno sería por su silencio porque es un adicto a la página en blanco. Es inevitable llegar de nuevo a aquellos años donde también escuchábamos en casetes la música de su hermana Violeta, que un día decidió suicidarse, y soñar que un día iríamos a Santiago para tener el lujo e escucharla. Son autores como él los que a veces se embolatan por el diario vivir, pero que al aparecer su nombre y su retrato en las primeras páginas de los periódicos, nos devuelven la inmensa alegría por su existencia. He repasado sus poemas como mi mejor forma de homenaje y me emocionan sus nostalgias como me pesan sus incertidumbres. Es un autor para sentir, sobre todo porque tiene el tinte evocador y nostálgico de la vida en la provincia que sume con nostalgia, sin que falte su rebeldía crítica contundente. Traducido a varios idiomas, nos parecía similar su vocación primera, la de físico y químico, tal como la tuviera Ernesto Sábato. Cuando supimos de él, acababa de obtener en Chile el Premio Nacional de Literatura y volvió a nuestra atención en 1991 al recibir el Premio Internacional Juan Rulfo. Los invito a leerlo en Internet con la seguridad de estar haciendo una muy buena intención.
 

Bogotá, D.C., 2  de diciembre de 2011
Prevenir a los padres, acudientes, familiares y público en general sobre el riesgo que corren los niños, niñas y adolescentes al utilizar la pólvora, y de las sanciones que establece la Ley para quien permita que jueguen con estos elementos peligrosos, es la campaña que se fortalece a partir de este jueves en las regionales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. 

·         274  menores de edad  se quemaron con pólvora en  2010
·         Las sanciones que establece la Ley van desde multas hasta la pérdida de custodia de los niños.

Según la Ley 670 de 2001 y su Decreto reglamentario 4481 de 2006, se prohíbe la manipulación de esta sustancia por parte de los menores de edad por considerar que es un riesgo para ellos, porque quedan expuestos a ser maltratados en su integridad física y/o psicológica.

En la norma se establece que está prohibida la venta, manipulación, el uso de artículos pirotécnicos, fuegos artificiales o elevar globos por parte de los niños, niñas y adolescentes.

En Colombia, según los registros del Ministerio de Protección Social, se quemaron en la Navidad del año pasado 274 niños, niñas y adolescentes, de los cuales 101 menores de edad en Antioquia, 47 en Valle del Cauca, 15 en Caldas y  Nariño respectivamente; y Risaralda, Huila y Bogotá con 13 casos cada uno.

Los primeros reportes que se han registrado este año señalan, según datos del Grupo de Prevención del ICBF Regional Antioquia se han presentado 15 casos de niños quemados con pólvora, cinco de los cuales se presentaron en noviembre y los otros 10 durante la celebración de La Alborada.

El ICBF recuerda a la comunidad que la pólvora no es segura. Su manipulación debe estar a cargo de expertos, porque la pólvora no perdona. Hay que tener tres conceptos presentes para evitar que los niños, niñas y adolescentes se quemen:
·         No almacenar pólvora
·         No entregar dinero a menores de edad para que compren pólvora.
·         Denunciar la actitud negligente de los padres, si conoce de un niño que está en riesgo por manipulación de pólvora.

Sanciones:
Los padres, representantes legales, cuidadores o adultos que permitan o induzcan  los niños, niñas o adolescentes a usar estos artículos se ven expuestos a sanciones:

·         Pedagógica, so pena de multa convertible en arresto.
·         Realización de trabajo comunitario
·         Sanción monetaria, hasta por cinco salarios mínimos legales vigentes, cuando el menor de edad resulte quemado por manipulación de pólvora.
·         Retiro inmediato del niño, niña o adolescente de la actividad que amenace o vulnere sus derechos, ubicación en un programa de atención especializada o en caso extremo, declaratoria de adoptabilidad  y en consecuencia la privación de la patria potestad e iniciación del trámite para la adopción.
·         Sanciones para los adultos que le vendan pólvora a niños, niñas y adolescentes, consistente entre  dos (2) a veinte (20) salarios mínimos, el decomiso de la mercancía y el cierre del establecimiento.
·         Para atender las denuncias sobre la utilización indebida de pólvora que pueda atentar contra la integridad de niños, niñas y adolescentes, el ICBF cuenta con la líneas gratuita de atención al Ciudadano 01 8000 91 8080 o a la Policía Nacional con la Línea 01 8000 91 0600.
USTED ES RESPONSABLE ANTE LA LEY SI POR SU CONDUCTA OMISIVA, DESCUIDO O NEGLIGENCIA UN NIÑO RESULTA LESIONADO CON PÓLVORA

CERO PÓLVORA EN ESTA NAVIDAD 

Ley 1098 de 2006  8/118
Artículo 18. Derecho a la integridad personal. Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a ser  protegidos contra todas las acciones o conductas que causen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. En especial, tienen derecho a la protección contra el maltrato y los abusos de toda índole por parte de sus padres, de sus representantes legales, de las personas responsables de su cuidado y de los miembros de su grupo familiar, escolar y comunitario.
Para los efectos de este Código, se entiende por maltrato infantil toda forma de perjuicio, castigo, humillación o abuso físico o psicológico, descuido, omisión o trato negligente, malos tratos o explotación sexual, incluidos los actos sexuales abusivos y la violación y en general toda forma de violencia o agresión sobre el niño, la niña o el adolescente por parte de sus padres, representantes legales o cualquier otra persona.
LA CORRUPCIÓN Y SUS MOTIVOS
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
La semana pasada entrevistaron en El Tiempo al psiquiatra Guillermo Acosta acerca de las motivaciones y del perfil sicológico de los corruptos. Para este especialista, la corrupción no es una enfermedad, pero si una predisposición en algunos individuos. Sustenta su afirmación en los estudios del psicólogo norteamericano Theodore Millon. Según ellos los corruptos estarían clasificados en estos dos tipos: los narcisistas que en su comportamiento son egoístas; y los de comportamiento antisocial cuya conducta es de fanfarrones. Ambos estarían inclinados a centrarse en sí mismos como fuente de satisfacción de sus necesidades y con una tendencia muy fuerte a la indiferencia frente a las normas.
En otras palabras, para el doctor Acosta, se nacería con una condición de pre-corrupción y ante cualquier tentación, se caería sin remedio en ella. Algo parecido expresaron los hermanos Nule, cuando en indagatorias por los escándalos por los desfalcos al Estado, dijeron que la corrupción era una condición inherente a la naturaleza humana.
Si la corrupción hiciera parte de la naturaleza humana, ya sea como condición o como predisposición, no tendríamos nada más que hacer que aceptar la corrupción, ya sea en sus justas proporciones como lo pregonara el ex presidente Turbay, o como un mal incurable ante el cual no quedaría otra alternativa que acomodarnos y disimularla, tal vez como lo hacían algunas familias del norte del Valle, que para esconder vergüenzas, amarraban al familiar con deficiencia mental al papayo sembrado en el patio.
La corrupción es un fenómeno cultural, es una condición social que se puede cultivar en una sociedad. Usted y muchos nacimos y hemos vivido en una sociedad que cumple dos características que se coadyuvan entre sí. Por un lado es una sociedad patriarcal,  un modo de coexistencia de los ciudadanos en el que se valora como muy importante y como fundamento de la sociedad la guerra, la competencia, la lucha, las jerarquías, la autoridad, el poder, el crecimiento económico entendido como desarrollo, la apropiación de los recursos, y la justificación racional del control y de la dominación de los otros a través de la apropiación de la verdad. Y por el otro, la concepción social del capitalismo que considera que la vida debe tener una dirección individualista y posesiva. Es la cultura capitalista la que nos hace creer que nuestro proyecto de vida debe ser individualista, competitivo, ansioso por poseery, a la larga, violento. Nos han hecho creer que este es el único camino hacia la felicidad, que es un proyecto desde siempre inmodificable, que sería parte de la razón de ser de los humanos.
La cultura no es un hecho pétreo incambiable. La cultura se recibe de manera pasiva desde el hogar, la calle, la escuela, los medios de comunicación. Pero también, de manera activa, la modificamos, la refrendamos o rechazamos con nuestros actos de vida. Si admitimos que la corrupción es un fenómeno cultural y social, aceptaremos que es un fenómeno corregible, modificable y a todas luces superable. La vida está hecha de acciones no de simples posibilidades. Si deseamos combatir la corrupción debemos pasar a los hechos y asumir posiciones claras desde todos los espacios de la sociedad y del Estado. Educación de calidad, pertinente, científica, ética, con sentido regional y mirada global. Gobernantes y funcionarios de confianza, cercanos y humanistas. La tarea es larga, ¡manos a la obra¡
EL PERIODICO EL PUBLICO SE SOLIDARIZA CON ESTA CAMPAÑA
CERO PÓLVORA EN ESTA NAVIDAD 


Ley 1098 de 2006  8/118
Artículo 18. Derecho a la integridad personal. Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a ser  protegidos contra todas las acciones o conductas que causen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico. En especial, tienen derecho a la protección contra el maltrato y los abusos de toda índole por parte de sus padres, de sus representantes legales, de las personas responsables de su cuidado y de los miembros de su grupo familiar, escolar y comunitario.
Para los efectos de este Código, se entiende por maltrato infantil toda forma de perjuicio, castigo, humillación o abuso físico o psicológico, descuido, omisión o trato negligente, malos tratos o explotación sexual, incluidos los actos sexuales abusivos y la violación y en general toda forma de violencia o agresión sobre el niño, la niña o el adolescente por parte de sus padres, representantes legales o cualquier otra persona.
Dirección de Prevención de Desastres
CREPAD TOLIMA
 Recomendaciones por temporada de navidad y año nuevo

La temporada navideña que se inicia tradicionalmente con la noche de las velitas el 7 de diciembre es una época en la que todas las instituciones pertenecientes al Sistema de Prevención y Atención de Desastres deben estar en alerta debido a los accidentes que se presentan por el uso de la pólvora y el consumo de licor principalmente.

Aunque en Ibagué está prohibido el uso común, la manipulación, fabricación, quema, almacenamiento, venta, distribución y transporte de fuegos artificiales o artículos pirotécnicos ( Decreto 1.1-1020) hay personas que lo hacen en forma ilegal.

El llamado urgente en este día de las velitas, y por supuesto en todas las celebraciones del mes de diciembre, es a los padres de familia, para que supervisen a sus hijos e impidan que manipulen cualquier tipo de artefactos elaborados con pólvora, ya que a pesar de los operativos dirigidos por las autoridades competentes, hay quienes se atreven a vender pólvora de manera clandestina.

Hasta las luces de bengala, consideradas seguras, pueden ocasionar quemaduras en la piel y la ropa, o generar un incendio, convirtiéndose en una trágica experiencia para los miembros de una familia en plena Navidad.

El Comité Regional para la prevención y atención de desastres del Tolima hace un llamado para que la comunidad tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:


·        No consuma bebidas embriagantes, el abuso causa intoxicaciones, cambios no aconsejables en el estado emocional y accidentes lamentables que ponen en riesgo su vida, la de su familia y otras personas.
·        Sea precavido y este atento con los niños, se pueden extraviar fácilmente.
·        Evite transitar en la noche por sitios vulnerables, adopte las medidas de seguridad para no ser víctima de atracos y otros actos delictivos.
·        No reciba alimentos ni bebidas de personas extrañas y cuide sus elementos personales.
·        Si observa personas en actitud sospechosa de aviso inmediato a las autoridades.


·        Trate de no dejar sola su residencia y en caso de ser necesario adopte las medidas de seguridad para que no sea objeto de robo.
·        No queme pólvora y no permita en ningún caso que los niños la manipulen.
·        No dejar pólvora al alcance de los niños, pues pueden ingerirla y resultar intoxicados. 
·        No mezclar pólvora con licor.
·        Tener gran cuidado en el uso de las veladoras, revise las instalaciones eléctricas y las instalaciones navideñas, pueden causar incendios y accedentes personales.
·        Al elevar globos prevea la consecuencias de la caída de estos objetos sobre residencias, zonas verdes o bosques, pueden originar incendios.
·        No conduzca vehículos (carros y motos) en estado de embriaguez, esto puede causar graves accidentes.
·        Procure no llevar menores a actos de concentración masiva o de aglomeración de personas.
·        En carretera transite a una velocidad prudente, respete las señales de tránsito y acate las recomendaciones de las autoridades.
·        Memorice o tenga ala mano los siguientes números telefónicos para solicitar ayuda en caso de emergencia.
-      Comité Regional de Emergencias:        2642033 – 2642344   3158950087. Desde cualquier operador celular el abreviado 111.
El cuidado de los niños es responsabilidad de los padres, es por esto que si le gusta la quema de pólvora lo mejor es acudir con los hijos a los actos programados por autoridades locales para la exhibición de juegos pirotécnicos.
Si una persona sufre alguna quemadura se debe tener en cuenta que durante los tres primeros minutos del accidente se debe sumergir el área afectada en agua fría, pero no helada; no se debe colocar manteca, grasa o algún otro producto sobre la lesión, y si el área afectada es pequeña colocar una gasa estéril sin ajustarla, pero si es grande acudir al centro de atención de salud más cercano.