PERIÓDICO EL PÚBLICO
Los Boyacenses gracias a Dios no son “Tolimensos”.
Por: Hugo Neira Sánchez
Esto lo digo, porque el proceso de venta actual de la Electrificadora de Boyacá, en lugar de esconder la cabeza como la avestruz sus dirigentes políticos y privados y, aceptar lo que el centralismo impone, han protestado, porque el gobierno Nacional está repitiendo la dosis de su forma como  hicieron en la venta de EnerTolima e Hidroprado (Represa Darío Echandìa), donde nos  rechazaron en forma insolente la participación regional y, en donde  no hubo reclamación alguna y, una aceptación tacita empezando por el señor gobernador de ese momento (Osorio) y,  la alegría de la dirigencia privada, de que esos entes quedara en manos de extraños de la región y, plasmaron  esa alegría, con elogios fuera de lugar y,  de “foco” en  escrito en la  revista de la ADT.
El exgo­bernador  de Boyacá, José Ro­zo Millán, por la forma como avanza la enajenación de Empresa de Energía de Bo­yacá (Ebsa), nunca ha es­tado de acuerdo y ha expresa­do públicamente en varias ocasiones, la última de ellas en una carta enviada a la diri­gencia de la empresa en la que manifiesta su molestia con la junta directiva por la falta de información sobre el proceso manifiesta que: “Considero necesario dejar constancia de que la venta de Ebsa tiene incidencias de ca­rácter financiero y social, que afectan el desarrollo económi­co de la comunidad boyacense, como siempre, solicito que se detenga el proceso, por­que no ha sido comunicado a la Junta ni a los boyacenses. Yo me enteré, por otra fuente, de que había iniciado la se­gunda etapa del proceso. Indicó además que en el momento no hay posibili­dad de comprar la empresa por parte del departamento, debido a la falta de liquidez y que  ha hablado con empre­sarios, que individualmente dicen que sí, pero en grupo no”. Parece que no conoce el caso de EnerTolima, que le fue vendido a un postulante, sin dinero. En lo que se refiere a los privados, son idénticos a los del Tolima, les gustan invertir en otras partes que en su propia región, donde han acrecentado su capital.
El exgobernador de Boyacá,  reconoce que el servicio eléctrico es esencial para el desarrollo económico, mientras en el Tolima estan pensando que esto les  llega por obra y gracia del “Espíritu Santo”.  Lo que nos paso, le está pasando con la venta de la Empresa eléctrica de Boyacá, pero a ella si llamaron a los entes sociales como primeros oferentes, limitados estas, por la picardía de un columnista del “Tiempo”, Fernando Londoño Londoño, que compro todas las acciones de una Empresa de Gas, sin tener derecho, a quien no castigaron, pero  pontifica a diestra y siniestra mostrando honorabilidad, tuvo que devolver  a Ecopetrol 145 millones de acciones que la empresa estatal tenía en Inversiones de Gases de Colombia S.A. (Invercolsa) y restituir los dividendos recibidos, pues la adquisición de las acciones fue "ineficaz" y "absolutamente nula", entre otras razones porque el ex ministro no obró de  buena fe y faltó a la verdad al hacer su oferta de compra en condición de ex empleado de Invercolsa. Por esa pequeña razón realizada por unos tantos “cuellos blancos”, quien no recibió castigo alguno, limitaron la venta a los activos del gobierno a los entes sociales incluyendo a los trabajadores de las empresas vendidas..  
Pero a nosotros a los entes Tolimenses sociales, no nos llamaron para comprar la mínima parte que limitaron  de  EnerTolima y la hidroeléctrica de “Prado”, pues hicieron unas triquiñuelas jurídicas para violar la ley. Que hasta no sé si eran legales o ilegales, pues ningún ente de vigilancia, especialmente la Contraloría en el Tolima, me puso cuidado. Pero no  solo nos trataron como “parias” al respecto, sino Uribe nos falseo con una de sus propuestas de candidato, a democratizar los servicios públicos, y también la promesa en tantas reuniones que hizo en Ibagué, de entregarnos a los tolimenses a Hidroprado; no solo nos arrebato a EnerTolima, sino que además con el concurso del exsenador García nos vendió a “la hidroeléctrica de Prado”, dada al departamento  como retribución por la sangrienta violencia de los años 50, por un plato de “lentejas”. Mientras Antioquia cambia sus licoreras por  la hidroeléctrica de Ituango, nosotros lo hacemos al revés, porque según el exsenador García somos unos “ceros a la izquierda” para manejar hidroeléctricas, pero no para votar por personas que no ven por su región. Felices de propagar el vicio para poder pagar los maestros. Como expresa la propaganda que continuamente  nos bombardea, este licor es un peligro para su salud, y  unos segundos antes, nos han mostrado sus excelencias. Doble moral?
Por lo menos un concejal manifestó su protesta en Boyacá, el concejal de Tunja Pedro Pablo Salas manifes­tó: "Es increíble que a las au­toridades locales no se les dé información sobre el proceso de venta", aquí ni los diputados, ni ningún concejal del Tolima que conozca,  lo hicieron.
Nosotros perdimos a EnerTolima y a Hidroprado pues no tenemos sentido de pertenencia, como lo expreso el alcalde de Medellín a quien le preguntaron cuál era el éxito de EMP?. Lo expreso claramente; los antioqueños tienen arraigado un gran sentido de pertenencia, y que ningún advenedizo les va a quitar lo que a ellos les pertenece; que a diferencia a los Tolimenses, los cuales pregonamos  a todos los vientos que somos descendientes de esos indómitos Pijaos, aunque no eran buenos trabajadores, eran rebeldes y  no se dejaron dominar por los españoles, más bien se suicidaron los que quedaron en el cerro de la “ensillada” (Roncesvalles), una forma parecida a la “masada” de los Judíos con los romanos, es muy diferente a la  versión oficial por la lanza de traidor Baltasar. Qué gran diferencia con los actuales representantes, unos  completos Tolimensos.
Es totalmente seguro que los Boyacenses han ido a las oficinas del financiero que impulsa el negocio de venta de su Electrificadora y, deben haber encontrado una oficina vacía como la encontramos  antes de la adjudicación de EnerTolima, pues por curiosidad fuimos con un posible inversionista extranjero, un operador eficiente de una de las grandes ciudades del mundo, a las oficinas de los financieros que promovían la venta de EnerTolima, en un edificio de la calle 72 con carrera 7 en Bogotá  y, para sorpresa encontramos una oficina abandonada, sin información alguna y, nos dijo el portero del edificio que rara vez veía funcionarios, tristemente es lo mismo que le está pasando a la dirigencia de Boyacá. Amañadas ventas con perjuicio de los usuarios, y sin futuro alguno para la región, como los Boyacenses  mismos reconocen.  
Otra cosa que me ha dejado pensando; la FEN les prestó a los compradores de EnerTolima, según la Prensa, el 80% del costo de EnerTolima  para infraestructura sin tener la Empresa. Era que ellos sabían que iban a ganar la adquisición, antes de que se abrieran los sobres de la oferta?. Averígualo Vargas?  
A MANERA DE CARTA ABIERTA
Por: ALBERTO BEJARANO ÁVILA
A los nuevos gobernantes, a los líderes políticos, económicos y sociales, a los educadores y al tolimense que anhela prosperidad
Preguntémonos hasta cuándo tendremos que esperar. Lo último sabido es que, según el DANE, el Tolima aportó un menos 2% alPIB nacional en 2010. Incorrecto sería que estos indicadores que evidencian una sostenida tendencia regresiva de la región “pasaran de agache” y correcto que se tomaran como llamado urgente a los tolimenses a que pensemos si tantos años dedicados a “esperar nada”, a “fantasear desarrollo”, deben concluir y si es momento de encarar, sin dilación, la gran disyuntiva histórica: o definimos nosotros un proyecto consistente de futuro para la comunidad tolimense o dejamos a merced del avaro foráneo el destino que a nosotros compete forjar. Inacción, falsas percepciones; PIB negativo; desempleo; crisis en educación y salud; baja calidad de vida; deterioro ambiental; quebranto de convivencia, cesión de soberanía sobre los recursos naturales. Frente a una desventura creciente, un giro radical. 
¿Qué hacer? Primero: reconocer con humildad el fracaso histórico tolimense y, sin acusar personas y si erradas orientaciones, aceptar que es un fracaso del “modelo de partidos políticos nacionales”, del tozudo “enfoque economicista” y, por defecto, del “modelo educativo para el desarrollo”. Segundo: comprender que el regionalismo es la única vía posible de elegir soberana y libremente, sabiendo sí que fundar un proyecto político de tal característica no será asunto fácil, pues exige un nuevo paradigma de la globalización basado en el sentido histórico de los propios sin negar el sentido histórico de otras regiones de Colombia y el mundo; exige un acuerdo de soberanía que ratifique que nuestros recursos naturales, nuestro talento y nuestros esfuerzos son fuente y destino de desarrollo equitativo y sostenible para el tolimense y no ventajas gratuitas para foráneos; exige instituir un modelo político regionalista y democrático y construir un modelo económico democratizado y regionalista; exige admitir de buena gana que la juventud es dueña de un futuro cuyas riendas las debe tomar desde ya.
También se precisa reconocer que la cuestión de la tolimensidad es orgánica y, aunque muchos valerosos dirigentes hoy libran dignas luchas focalizadas (ambiental, sindical, comunitaria, educativo-cultural, salud, género, étnica) ellos han de entender que la “gran cruzada por la regionalidad” es solo una, pero librada en campos diversos para atajarle el paso a esa insaciable “hidra policéfala” que confunde las conciencias y perturba toda visión tolimensista de futuro para así lucrarse impune y abusivamente de nuestras riquezas, usurpar nuestros derechos y hacer de nuestra tierra su colonia y de nuestro trabajo sus ganancias.
La lección histórica del fracaso regional también enseña que nuestros empeños tienen trazas individualistas y grupistas, defectos de idiosincrasia que fragmentan a la sociedad pero del mismo modo permite saber que el asunto de la tolimensidad sólo se resolverá si edificamos una alianza regionalista que conciba lo político como un medio para forjar la nueva historia en democracia y lo electoral sólo como período estacional de lo político y también enseña a descreer de “mesías” que prometen proveer cultura, conocimiento y desarrollo y juzgar que la cultura del desarrollo regional, con certeza, es la única garantía de buenas elecciones y de buen desempeño de todos los elegidos.
Sugiero tres principios cardinales que podrían legitimar la voluntad de unidad tolimense para construir futuro: 1º. DE ORIGEN, VÍNCULO, TRABAJO Y RIQUEZA. Los recursos naturales, económicos y humanos son heredad del tiempo para todos los tolimenses y por tanto intransferibles al foráneo y menos en gratuidad y a costa de subdesarrollo e inviabilidad histórica de la región. Ha de proclamarse que las riquezas regionales son fuente de bienestar para quien por nación o vínculo afectivo y de trabajo contribuye a crearlas, acrecentarlas y protegerlas. 2º. DE INTEGRALIDAD, SOBERANÍA Y AUTONOMÍA. Todo recurso natural y el trabajo de las descendencias deben converger hacia el buen vivir, la equidad y el progreso tolimense y ello supone un derecho y un deber inalienable, autónomo, soberano e histórico de orientar la educación, la ciencia y la cultura hacia el desarrollo regional, de explotar responsablemente los recursos naturales y de realizar las vocaciones individuales y comunitarias. 3º. DE PLURALISMO Y SUBORDINACIÓN POLÍTICA. La verdadera democracia regional sólo será posible si existe un consistente ideario regional que trascienda, con respeto y sin imputaciones de incompatibilidad, al viejo pluralismo político y subordine todo interés partidista al legítimo interés regional.
¡PRIMERO EL TOLIMA, PRIMERO LA REGIÓN! sería el lema de unidad de las personas o colectivos adherentes a la ALIANZA PAÍS PIJAO, sin importar su procedencia ideológico-política, expresión cívica o sector económico; bastaría su anuencia a la idea de que la cohesión social del País Pijao exige raíces de tolimensidad como norte y como guía,
El Banco de la República
la  Biblioteca Darío Echandía
Invita al Concierto con la
Agrupación Cimarrón
Día: 20 de diciembre de 2011 - Hora: 6:30 p.m.
Lugar: Auditorio Biblioteca Darío Echandía

Entrada Libre

La Agrupación Cimarrón interpreta los sonidos de la Orinoquía, una región que está  unida por los llanos de Colombia y Venezuela. Su música articula las raíces ancestrales del joropo con elementos sonoros de otras partes del mundo como el jazz o el flamenco, una característica que le ha permitido trascender fronteras y ser reconocido en varias partes del mundo.

Cimarrón ocupa hoy un lugar especial en la escena internacional de la denominada  World Music. Esta posición la alcanzaron tras haber sido nominados en el 2004 a los premios Grammy  en la categoría de la mejor grabación de música tradicional  por su primer disco Si, soy llanero  que grabaron para el Smithsonian folkways recordings  sin contar las innumerables presentaciones en los festivales de todo el mundo como en la feria internacional del Shanghái en el 2010, donde  antes de presentarse consiguieron que el público llenara el auditorio Americas Squai y aplaudiera hasta sus pruebas de sonido.
¿GOBERNANZA O GOBERNABILIDAD?
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
¿Qué se entiende por gobernabilidad? Este término tiene que ver con la concurrencia de toda una serie de situaciones que favorecen la toma de decisiones en un gobierno. Es un estilo de gobierno en el que se establecen los procedimientos que facilitan evitar las trabas burocráticas, sociales, culturales o financieras que dificulten la eficacia de las políticas públicas. Generalmente, los gobiernos autoritarios se precian, por el uso de la fuerza y la intimidación, de una gran gobernabilidad. Los gobiernos democráticos tratan de superar sus entrabes decisionales mediante la utilización de consensos y acuerdos políticos. No obstante, estos acuerdos han permitido chantajes, presiones y contraprestaciones del gobierno para con otras instancias de poder. Por ejemplo, el ejecutivo resulta “comprando” al legislativo para desarrollar sin tropiezos sus propósitos políticos. Todo este tipo de acciones, multiplicado en muchas instancias, ha llevado a malos gobiernos, a la corrupción, al descrédito, la desesperanza, el descontento y la apatía de mucha gente.
Para superara estos problemas se habla ahora de gobernanza, que no sustituye la gobernabilidad, sino que cuando se aplica con corrección, la fortalece y la blinda contra la corrupción y el mal gobierno. La gobernanza es entendida como calidad y buena orientación de la intervención del Estado. También como unas buena forma de gobernar, o como gobierno relacional y eficaz. Esta eficacia se busca con una interacción entre el gobernante, el equipo de gobierno y los gobernados de manera más horizontal y menos vertical. Algunos piensan que los gobiernos que aplican la gobernanza pierden autoridad, porque involucran a la ciudadanía en la toma de decisiones. Pero desconocen que ese estilo de gobernar que pretende mantener la separación odiosa entre sector público y privado, entre gobierno y sociedad civil, ha generado atraso, corrupción y falta de legitimidad.
La gobernanza invita a gobernar en red, generando alianzas y confianzas entre gobernantes y gobernados. Es una manera de gobernar con más sentido de cooperación, de solidaridad, menos jerárquica y con mayor responsabilidad. La decisiones toman tiempo, pero al incluir a muchos actores sociales, se gana en credibilidad, en legitimidad y sobre todo, en confianza que es algo a recuperar hoy día por los gobiernos.
Gobernanza es rescatar y fortalecer el liderazgo del mandatario y de su equipo de gobierno, creando una trama de relaciones sociales fuertes, respetuosas y flexibles entre la sociedad y el Estado.
Los últimos acontecimientos del movimiento estudiantil ilustran lo que estamos comentando. El gobierno del Presidente Santos, con una inmensa popularidad, con un gran respaldo parlamentario y de los medios de comunicación, con fuerte apoyo de las fuerzas militares, tenía la gobernabilidad y todo a su favor para imponer una nueva ley universitaria. Las grandes movilizaciones estudiantiles que lograron concitar el apoyo de padres de familia, amas de casa, obreros, maestros y público en general, le recordaron al gobierno que ellos contaban, que la toma de decisiones debía tenerlos también como actores importantes.
La medida tomada por el gobierno de retirar la reforma, de abrir mesas de negociaciones y de propuestas de estudiantes, padres de familia, trabajadores y docentes universitarios, hace pensar que el presidente Santos entendió, a las malas, pero entendió, que la gobernanza es una nueva forma incluyente y respetuosa de gobernar. 
El manejo de ENERTOLIMA es una concesión o una prestación del servicio público?.
Por: Hugo Neira Sánchez
De acuerdo a la constitución del 91, a los nuevos dueños de EnerTolima debe haberles dado una concesión, esto creemos  pues hasta ahora ha sido un secreto como el Estado cedió a EnerTolima, pagando una bicoca y,  lo demás fiado. No se conoce cuáles son sus obligaciones a largo plazo, y es necesario que los nuevos gobernantes tanto el Alcalde de Ibagué, que es el jefe del mayor mercado en el Tolima y,  el  Gobernador conozcan cuales son las proyecciones de infraestructura a largo  plazo, pues la energía eléctrica es la base de cualquier desarrollo económico.
El alcalde elegido de Bogotá el señor Petro,  ha puesto sobre la mesa de discusión de conformar una sola empresa de Servicios públicos, como la EPM (Empresa públicas de Medellín) que no solo beneficie  a los inversionistas, sino a la base de estas instituciones, que son los usuarios. Nadie pude negar que la EPM (Empresas publicas de Medellín), es ejemplo excelente de  cómo manejar  las empresas del servicio público en Colombia.
En este  año  cumplimos 20 años de nuestra constitución y colocando en balanza en lo que se refiere a los servicios públicos, hemos visto los resultados cuando se le cede este objetivo a una empresa privada; hay una gran diferencia entre una concesión y una prestadora de servicio. La concesión como se hace con una carretera, al concesionario solo le interesa cobrar el peaje, no importa que a cada metro el usuario caiga en un hueco, lo único que le importa es que circulen, y le pague;  tristemente es muy diferente a una prestación de servicio, está a años luz, pues  desgraciadamente en los servicios públicos especialmente en agua y luz en Colombia,  no nos ha ido bien; Vea los casos de Manizales en agua y, numerosos municipios que no tienen forma de tener un servicio eficiente en agua y,  la forma como han cedido esas concesiones de energía eléctrica a entidades que solo les interesa su propio bolsillos, quedando los usuarios de últimos, en la escala del servicio, muy diferente  al objetivo  de  la constitución del 91 y, la ley eléctrica, que originalmente tuvo buenas intenciones, pero ha fallado y,  hasta ahora parece que metieron  “gato” por “liebre.”
Los inversionistas en el sector eléctrico, se encuentran con un “filón de oro”, no necesitan construir una empresa, tienen un mercado ya constituido grande,  infraestructura para seguir prestado un servicio, solo necesita unos retoques no costosos, desmintiendo la queja que no habían encontrado infraestructuras y, no se afanan de hacer nuevas infraestructura, ni de bajar tarifas para que sean competitivas, porque sus fines no es de prestar un servicio, sino “ordeñar” el sistema que se les cedió, esto con el fin de para pagar los créditos adquiridos por los costos de su adquisición. Esto solo sucede en este país corrupto de Colombia.  En lugar de invertir como fue la idea, es todo lo contrario, el usuario le paga sus deudas y a la vez le hace crecer su capital.
Lo que quiere Petro y todos los colombianos es que los servicios públicos sean realmente prestadores de un servicio, y no solo beneficie  los posibles “inversionistas” sino en gran proporción  a los usuarios. La corriente del Neoliberalismo y los problemas que se tenían en los sectores de servicios públicos en la década de los 90, hizo que esta nueva forma de intervención de los privados era necesaria y, que entraran a invertir en este sector,  como lo estaban haciendo en las concesiones de las carreteras y, a la vez el Estado se desentendiera del problema que tenia; pero era un problema con los políticos y del gobierno, no de los usuarios, quienes al final están pagando el “pato”. Pero como todo en Colombia desde la Independencia, lo hacemos al revés, esto solo ha  beneficiado a unos pocos, pues estas concesiones  no han sido afortunadas, se las han dado a personas e entidades que no aportan nada,  sino que antes cogen estas Empresas como “vacas lecheras”, y les sirve  para acrecentar su capital y comprar otras Empresas, con dinero que debe ser para inversión en la infraestructura, como es el caso de EnerTolima.  
Unas palabras de Petro sobre aglutinar las empresas publicas como EPM (Empresa pública de Medellín),  desato la controversia,  y los que quieren que no se corrijan estos errores saltaron a la “palestra”,  como  fue el editorial del periódico “El Tiempo del día 5 de Diciembre donde dice textualmente: “Que los privados puedan prestar servicios públicos es tan hijo de la Constitución de 1991 como el nuevo alcalde. Y la energía eléctrica en la capi­tal es uno de los ejemplos para mostrar. ¿O los bogotanos que­rrán regresar a los tiempos en que los monopolios estatales, burocratizados e indolentes, dominaban desde la basura hasta los teléfonos y la cali­dad dejaba mucho que de­sear? El alcalde Petro está en mora de enviar un mensaje de tranquilidad y garantizar que la Empresa de Energía segui­rá con la solidez administrativa y la continuidad gerencial necesarias para cumplir con su plan corporativo.” Considero que no es solo pontificar, sino hacer un balance de lo bueno y lo malo del modelo que copiamos de Inglaterra y,  ver el beneficio real que ha tenido el usuario, especialmente en tarifas, que en Bogotá son agobiantes
Tenemos el desastre en el servicio del agua en Manizales, y el de servicio eléctrico en la Costa, con los españoles, y  en el Tolima y, en Pereira con EnerTolima, pues esta ultima solo le interesa cobrar, mantener las redes, capitalizar a costillas de los usuarios, regalar premios para tenerlos contentos como en el “circo romano”, hacer fastuosas fiestas para sus amigos de las entidades que deben controlarlos, y contratar a costosos abogados para que con su sapiencia publique a diestra y siniestra,  que los Nule no tuvieron que ver con EnerTolima, negando todas la información que llega continuamente, como fue por ejemplo la visita a la Superintendencia de Sociedades, de uno de los Nule, para que les devuelvan  las acciones que compraron de EnerTolima, con el permiso indebido del Ministerio de Minas y Energía, o de la Superintendencia de Servicios, para poder pagar con estas a sus acreedores. 
Considero que esta forma de Concesión de la constitución del 91, se realizo contra EPM (Empresa pública de Medellín), dizque para evitar monopolios y,  la envidia de muchos políticos con los avances de esa empresa bien manejada,  donde los políticos no habían podido meter sus manos. Como resultado limitaron que esta Empresa contribuyera al progreso del sector eléctrico, más bien entregar estas Empresas a cualquiera,  no importaba que no tuviera experiencia ni formas de invertir, perjudicando seriamente a la larga a los usuarios.
No es la primera vez, que con las buenas intenciones de los constituyentes, causen a la larga  problemas graves; es el caso de la constitución de Rionegro de 1863, que fue realizada como un rechazo a Mosquera, y se aprobó uno de los puntos álgidos que causaron revoluciones: el Federalismo. Al contrario de los Estados Unidos, donde los Estados independientes se unieron para formar una Nación, aquí,  un país se dividió para hacer Estados, donde se impusieron como siempre los caciques políticos y se acrecentó grandes problemas de gobernabilidad. Lo mismo paso con los servicios públicos en la constitución del 91, especialmente el de la energía eléctrica se legislo  contra EPM (Empresa pública de Medellín), pero lo que resulto fue peor de lo que se combatía, que era el monopolio; tarifas de energía en ascenso, poca infraestructura y, uso indebido de los dineros recaudados en otros menesteres diferentes al objetivo inicial. Petro tiene la palabra, pero para él va hacer difícil cortar este nudo “gordiano”, hay muchos intereses en contra, para corregir estas grandes anomalías, que van contra los usuarios.   
LA BIOLOGIA DEL AMOR EN EL TOLIMA
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Apoyados por la Vicerrectoría Académica y el Observatorio de Paz y Derechos Humanos de la Universidad del Tolima, de forma gratuita se desarrollamos en el 2010, un diplomado sobre Teoría de la Complejidad y Pedagogía del Respeto. Con los egresados decidimosconformar un grupo permanente de Investigación Acción Participación sobre Biología del amor y Pedagogía del Respeto. Consolidado el equipo, la Secretaría de Educación departamental nos dio la oportunidad de llevar la propuesta a cinco municipios en los que se habían detectado problemas relacionados con el clima institucional. Hasta Fresno, Flandes, Planadas, Chaparral y Rioblanco se desplazó el equipo y semanalmente y durante tres meses se trabajó exitosamente con 150 docentes.
Al mismo tiempo, apoyados por la Corporación Viva la Ciudadanía y el Observatorio,  llevamos a cabo en el segundo semestreotro diplomado sin costo y sobre el mismo tema,dirigido a profesionales de la Red Unidos, a docentes y líderes comunitarios de la ciudad de Ibagué. Sesenta personas culminaron al proceso.
Por sugerencia de la Defensoría del Pueblo, que conoce nuestro trabajo, ASOHERMOSAS, la agrupación social del páramo de las Hermosas en Chaparral que reúne 28 veredas, 5 asociaciones productivas, cuatro cabildos indígenas y dos asociaciones de mujeres, junto con ISAGEN nos contactó para desarrollar el “Programa de formación en convivencia, respeto y derechos humanos” desde el enfoque de la Biología del Amor. Durante 9 meses y llegando directamente a 150 hombres y mujeres campesinas que han vivido y sufrido por décadas las inclemencias de la guerra por el conflicto armado y el abandono estatal, estuvimos en las veredas San Pablo, Naranjal, Santa Bárbara, San José y Angosturade ese municipio.
Hace ocho días, acompañados por el profesor Gonzalo Palomino quien dialogó con los asistentes sobre como la Pedagogía del Respeto involucra la responsabilidad ambiental, clausuramos el proceso en la cabecera municipal de Chaparral. Fue emocionante escuchar a líderes y lideresas campesinas, de todas las edades, contando como sus relaciones sociales, familiares y personales habían cambiado favorablemente gracias a este programa de formación, y pedían que la Universidad del Tolima los siguiera apoyando allá, cerca de sus sitios de vivienda y trabajo.
Actualmente trabajamos con 30 profesionales de la Red Juntos y con 20 líderes vinculados a la red de discapacidad del Tolima, todos formándose en Biología del Amor y la No violencia.
Con el apoyo de la Gobernación del Tolima y la Universidad de Ibagué, con el equipo de profesionales organizado desde el Observatorio de paz y derechos humanos de la Universidad del Tolima acabamos de publicar cuatro módulos titulados “Biología del Amor, Escuela y Desplazamiento” dirigidos a docentes de los municipios priorizados por la Corte Constitucional para atención integral a la población desplazada, dentro del programa de la Gobernación del Tolima “Apoyo en formación de docentes y atención psicosocial a la población en situación de desplazamiento que se encuentra matriculada en las instituciones educativas oficiales del departamento del Tolima”. El módulo 1 trata sobre Autonomía y responsabilidad. El segundo, Violencia en la escuela y garantía de derechos; el tres, Multiculturalidad, escuela y desplazamiento y el cuatro, construir desde el caos. Estos módulos ya se distribuyeron a centenares de docentes de 38 municipios.
Estamos contribuyendo a construir una sociedad de respeto, amor y responsabilidad que aprenda a convivir sin violencia y en paz.
www.agustinangarita.com.co