PERIÓDICO EL PÚBLICO
Sobre el uso inadecuado de la palabra virtual
Por: Ricardo Soca 
El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) presenta la definición mostrada más arriba de la palabra virtual, que viene haciendo una carrera tan exitosa desde la explosión del auge de las computadoras y de la internet.

El vocablo fue adoptado en el terreno de la informática pensando en su primera acepción y también en la tercera, usada en la Física, más precisamente en la Óptica, para referirse a algo "que tiene existencia aparente y no real" y en la Mecánica para definir el concepto de "velocidad virtual".
En las lentes convergentes, por ejemplo, los rayos provenientes de un objeto cualquiera convergen hacia un punto en el cual se forma una imagen de ese objeto. Es el principio utilizado en las cámaras fotográficas, en las cuales los rayos provenientes del objeto fotografiado convergen y forman una imagen real e invertida de ese objeto sobre la superficie sensible.

En el caso de las lentes divergentes esto no ocurre, los rayos divergen y no se forma ninguna imagen real. Sin embargo, los ópticos encontraron conveniente para algunos de sus cálculos considerar la idea de que a partir de un determinado punto, las prolongaciones de los rayos divergentes convergen hacia un punto anterior al lente, donde se formaría una imagen que no existe más que en el cálculo matemático, una imagen virtual.
En la analogía creada en el mundo de las computadoras, cuando se habla de una "reunión" de personas que se encuentran en lugares distantes, pero que se comunican entre sí mediante cámaras de televisión, parece adecuado que se hable de reunión virtual. Y cuando queremos referirnos a uno de esos sitios de la internet en los que se ofrecen mercaderías que podemos adquirir sin levantarnos de nuestra silla, enviando por la computadora el número de nuestra tarjeta de crédito, parece perfectamente correcto que se hable de tienda virtual.
Tampoco cabe disentir de la expresión realidad virtual, que designa el efecto producido por programas informáticos que suministran al usuario estímulos visuales, auditivos e incluso táctiles que le dan la sensación de vivir en una realidad diferente, como ocurre en los simuladores de vuelo o en algunos programas para arquitectos que permiten visitar una casa que está a la venta desde su propia computadora. Se trata de artificios que nos permiten dirigir aviones que no existen o visitar casas que no están allí. No son reales, son virtuales, como nos indica la definición del diccionario.
Sin embargo, muchos usuarios de computadoras que no saben de dónde proviene este término ni por qué se lo usa al hablar de reuniones, de tiendas o de otras entidades virtuales, han adoptado este adjetivo para referirse incorrectamente a todo lo que tenga que ver con informática o con la Internet.
Hace algunos días, un amigo que acababa de comprarse unos libros a través de la Red me comentó que había hecho "unas compras virtuales". Aunque las hubiera hecho vía Internet, sus adquisiciones no tenían nada de virtual, eran bien reales, como mostraban los gruesos y pesados volúmenes que mi amigo se disponía a leer.
Millones de personas hoy hacen amigos a través de sus conexiones electrónicas, pero no importa cuál haya sido la forma de establecer estas relaciones se trata siempre de personas reales, con pasiones y sentimientos, no son amigos virtuales, como muchos suelen decir.
Una amiga que se pasa muchas horas por día sentada ante su computadora suele quejarse de que tanto tiempo virtual no le deja un momento libre para, por ejemplo, leer un libro. No creo que haya sido un consuelo, pero tuve que explicarle que el tiempo que se pasa sentada ante su computadora es bien real.
Todavía no he podido entender qué son las comunicaciones virtuales ni por qué son llamadas de esa manera. Cuando enviamos por la Internet un mensaje, éste no tiene nada de virtual; por más que circule por un cable o por el espacio en forma de bits es una comunicación bien real y perfectamente de acuerdo con la definición de comunicación, pues alguien va a leerla en el algún lugar. Si quisiéramos comunicarnos en forma virtual no podríamos hacerlo, pues cada vez que una señal de cualquier tipo es trasmitida entre dos personas se establece una comunicación real.
Resumiendo, debemos tener en cuenta que si un fenómeno se refiere a los números dígitos, del uno al diez, o a los instrumentos que cuentan estos números podemos calificarlo como digital, pero no siempre como virtual. Y si un fenómeno ocurre merced al uso de la tecnología electrónica, podremos calificarlo como electrónico, pero no siempre como digital ni como virtual.
Feliz Navidad y Prospero año 2012.
Por: Hugo Neira Sánchez
Un saludo fraternal para todos mis amigos y personas que han leído durante todo el año 2011 mis escritos y, perdone la intromisión que he tenido en entrar en la intimidad del hogar, pero  la  única intención que he tenido, es que la región tenga una base firme para su desarrollo regional, entre los cuales están los servicios públicos y, en especial el servicio eléctrico, para enfrentar el desafío que llega  con el TLC.  Atraer las industrias  con servicios vitales, que tengan confiabilidad,  estabilidad y, competencia con bajos costos, disminuiremos el desempleo que nos agobia. Esperamos que los nuevos funcionarios que se posesionan el 1 de Enero de 2012, defiendan a la región del centralismo tan agobiante que nos asfixia. 
Pero terminamos el año tristemente con el mensaje que nos está dando la justicia, que “el crimen paga”, al castigar a los Nule con siete años, quienes  desfalcaron  miles de millones de pesos, mientras que a un cartero que pago con  un billete falso de cincuenta pesos, no sé si culpable o no culpable, lo castigaron con 4 años de cárcel. “Paras” con cientos de crímenes, a quienes solo los castigan como máximo 8 años, mientras a la famosa actriz antioqueña de la película “la Vendedora  de  Rosas”, por un crimen pasional le ajustan 35 años. Esto es lo que nos deja y muchas otras cosas en este año, pero esperamos el año entrante la justicia no sea solamente para los de “ruana” y,  que los de  “cuello blanco” reciban su castigo justo de acuerdo a sus fechorías”.
Pero en el momento hay que hablar de cosas más agradables como es la Navidad. Sus bases esenciales no han cambiado en sus celebraciones, desde que en Colombia comenzó a celebrarse, muchas de ellas desde la colonia: misa, pesebre, comidas y regalos. Algunos añoran las Navidades pasadas, pero comparándola con la presente tienen algunas cosas buenas y otras regulares. Para los niños que fuimos, las navidades eran muy rígidas, regalos no pedidos, acostarse temprano, pues el niño Dios no podía llegar sin estar dormidos y,  poca reunión familiar, ahora es muy diferente todos conocen que el niño Dios son sus padres, tienen una reunión familiar donde un  familiar disfrazado generalmente de papá Noel (traído del Norte, quien ayuda ahora en la entrega de regalos al niño Dios), a las doce de la noche va entregando los regalos, que cada uno espera con expectativa y agradecimiento,  lo único malo es que el regalo es solicitado antes  por internet y,  son  muy costosos muchas veces, pues los niños muchos de ellos  solo se contentan con lo que ven  en propagandas de TV.  Anteriormente teníamos que aceptar sin protestar el regalo. El pesebre vivo y lleno de alegría, se cambio por un árbol de navidad sintético, que expresa su alegría parpadeando sus luces frías y tecnificadas. Ahora el niño Dios se apoya en el punto.com.
Pero puedo decirles que  los niños actuales no comen “cuento fácil”, siguen siendo , pero con  un conocimiento mejor, como anécdota les cuento, que tengo una nieta  gringa de 4 años que le pregunto a la mamá si en Colombia había papá Noel; ese viejo bonachón y fortacho que sienta a los niños en sus piernas  en los centros comerciales. Ella contestó que en lugar del papá Noel existía  el niño Dios. Ella mirándola exclamo; Mama como hace ese niño que no camina y, es pequeñito traernos regalos. Lo había visto en una cuna, como un bebe recién nacido.
Doña Hilda Andrade de Hurtado recientemente  en el periódico “El Tiempo”, hizo  una reseña interesante de cómo era las navidades en el Tolima en los años cincuenta del siglo XX, que transcribo: recuerda que en su infancia, la Navidad se iniciaba el primer día de diciembre, época que se sacaban del armario las  figuras del pesebre para armarlo en el lado más vistoso de la casa. Así mismo, dos días antes del 24 se empezaba a hacer el tradicional dulce de Nochebuena, para el que se utilizaba papaya biche y limón, ingredientes que se melaban con aguadepanela, por un día entero. En esa  misma fecha se hacía el horneo, que consistía en hacer una cantidad le bizcochos, de los cuales se le agregaban a la anterior preparación, junto con pedazos de queso partido en   cuadritos. Así quedaba listo el postre navideño, que se servía luego de la cena en la que se compartía un sancocho de gallina o tamales. Luego, a las 12, se empezaba la alborada con pólvora v con el abrazo de la familia. Los niños se acostaban y esperaban los regalos junto a la almohada, para abrirlos el 25, disfrutando un refresco con bizcochuelo.
Recibamos al niño Dios, con alegría, comiendo natilla y buñuelos y,  con un buen tamal con queso y chocolate (el “tamal tolimense”, no tiene arroz como muchos creen en otros lares).  Al otro día al estilo tolimense un buen desayuno con arepas delgadas de arroz “oreja de perro”, con una buena carne en salsa o unos buenos “pericos” como llamamos a los huevos revueltos, chocolate que sea de “chucula” y, para completar al mediodía un plato de lechona, con una buena porción de insulso.  
Nuevamente Feliz Navidad y Feliz año 2012.
Apartes del artículo LOS DERECHOS DEL HOMBRE, SOCIEDADES SECRETAS Y LA CONSPIRACIÓN DE LOS PASQUINES, Escrito por Vicente Pérez Silva, Abogado, Universidad del Cauca. miembro de la Academia de Historia de Nariño, que puede ser una lección de historia y de comprensión gramatical de un término.

LA CONSPIRACIÓN DE LOS PASQUINES

En este punto, cabe señalar que el proceso seguido contra Nariño estuvo dividido en tres expedientes: uno, por conspiración; otro, por la impresión y publicación de Los Derechos del Hombre; y, el tercero, por pasquines sediciosos. No habiéndose hallado ejemplar alguno de la impresión hecha por Nariño, tomó cuerpo el aspecto relacionado con los pasquines, llamado por el historiador Eduardo Posada el proceso de los pasquines. También se conoce con los nombres de conspiración de los pasquines o guerra de los pasquines.


Tanto el virrey como los oidores del Nuevo Reino de Granada, en su informe al rey expresaban que la defensa de Nariño era más perniciosa que la misma publicación de Los Derechos del Hombre. Por lo tanto, para una mejor comprensión de este acontecimiento, conviene hacer la transcripción de algunos rasgos del referido informe:
“Exmo Sr.: habiendo salido de la ciudad de Santa Fe de Bogotá el 18 de agosto de 94, el virrey de aquel reino para un pueblo distante dos jornadas con el objeto de reparar su salud, ocurrió que en los días 19 y 20 del mismo amanecieron puestos en parajes públicos unos pasquines sediciosos.

“El regento dictó desde luego algunas providencias y avisó sin pérdida de tiempo al virrey, que con esta noticia inmediatamente regresó a la ciudad: en los mismos días se delató al regente la clandestina impresión de un papel sedicioso, y una sublevación mediata: todo lo remitió el virrey a la audiencia; y ésta determinó encargar a cada uno de los tres ministros, la formación de las causas sobre dichos tres puntos: al oidor don Joaquín Inclán se encargó de los pasquines, cuyo contenido era el siguiente: 
“Si no quitan los Estancos 
Si no cesa la Opresión, 
Se perderá lo ganado. 
Tendrá fin la usurpación”. 

“Otro había del tenor siguiente: el apuntador de la compañía de cómicos de esta ciudad representa hoy la gran comedia El Eco: con el correspondiente sainete por octava vez: La Arracacha: y la respectiva tonadilla por novena ocasión El Engañabobos: se avisará si hay o no… Nota: El gobernador de Cartagena de Indias con fecha 25 de febrero remitió al virrey de Santa Fe copia de dos pasquines que en la plaza de aquella ciudad amanecieron puestos en los días 20 y 22 del mismo por si acaso tenían alguna conexión con los fijados en la capital y añadió que por más diligencias que había practicado nada había podido adelantar en orden de la averiguación de los autores: los dos citados pasquines son del tenor siguiente: 
“Lo que en el margen se advierte 
A voces se pedirá:
La ocasión dará la suerte
Y podremos respirar: 
Bien claro se nos ofrece 
Este partido apurar 
Rayos exhale el infierno, 
Trastorne la facultad 
Acábese este gobierno 
De tanta incomodidad. 

“Segundo:
“Principio quieren las cosas 
Para conseguir las empresas 
Que se quiten tres cabezas 
Para acabar estas mofas.
“Aunque se unieron a la causa principal nada pudo averiguarse (…).
Septiembre 22 de 1796”.

Cabe agregar que dichos pasquines o libelos, no solamente se fijaron en los sitios más concurridos de la capital sino que también pudieron leerse en otras ciudades del Reino, tal como el mencionado de Cartagena y otro que apareció en la madrugada del 24 de febrero de 1797, en dos parajes de Santa Marta contra el Comisionado Ignacio Cavero; panfleto en lenguaje crudo que fue hallado por la ronda en la calle que va al correo: 


“PASQUÍN DIRIGIDO AL Sr. COMISIONADO: CAGADO: IGNACIO CAVERO: PUÑETERO: DONDE LE AVISO: CARNISO: QUE ANDE CON CUIDADO: MONTADO.
“Si hasta aquí te has escapado
porque has andado modesto 
te pido que te estés quieto 
porque saldrás desterrado, 
y si no pones cuidado 
en proceder como debes 
te irás a la mierda breve 
junto con tu comisión 
y quedarás bien andón 
tú y don Chirilo de Nieve. 

“Si porque estás protegido 
piensas salir con tu intento 
deja ese vil pensamiento 
pues antes saldrás jodido 
y si no andas advertido 
en lo que tienes de hacerte
mira que presto has de verte 
en amarga predicción 
y conozca la razón 
que has tenido de perderte. 

“Solamente Lucifer 
te pudiera haber metido
a que aquí hubieras venido
a acabarte de joder 
y si no lo hechas de ver 
y piensas que estás seguro 
bien puedes poner el culo 
en términos suplicantes 
que no te lo pingan caliente 
y que te lo tomen duro. 

En fin cavero acabado 
más feo que un caño arrecho 
mira que andes derecho 
en lo que tienes obrado 
porque si has intentado
aclarar oscuridades 
necias serán tus piedades
mientras prosigas así 
porque al fin saldrás de aquí 
con diez mil calamidades. 

“Quiero a don Chirilo tanto 
Que he mandado retratarlo 
de judas para quemarlo 
el mismo sábado santo”.

Estos pasquines o papeles sediciosos fueron las armas empleadas contra la tiranía, en vísperas de la memorable fecha del 20 de julio; y la traducción, impresión y divulgación de Los Derechos del Hombre, uno de los intereses decisivos que influyeron para el logro de la independencia. Cometido tan entrañablemente anhelado por quien padeció hasta lo indecible por la mejor suerte y conformación de su patria. Éste el reconocimiento integral y solidario que Nariño merece en este bicentenario, conmemoración que suscita reflexiones, rectificaciones y actuaciones en nuestro ordenamiento social.
No en vano, la palabra esclarecida del presidente Lleras Camargo, con motivo del bicentenario natalicio de Antonio Nariño, nos hizo esta manifestación: “Todavía la nación que soñó entre libros y en sus prisiones, sigue formándose. No es sorprendente que todavía no practique bien la gratitud para quien predijo su nacimiento y su curso histórico”.
UNA AUSENCIA QUE NO CESA
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
De origen campesino, tenía un corazón limpio que no almacenaba odios ni envidias, sino que  derrochaba una capacidad innata por servir. Su fe en Dios le facilitó sobrellevar pobrezas y carencias que  nunca le pudieron arrebatar su sonrisa ni su esperanza. A sus hijos los formó en la responsabilidad y la ética, que ella, sin bagaje escolar, con su comportamiento ejemplar enseñaba con sabiduría.
Sus tristezas y amarguras jamás fueron evidentes. El amoroso calor que le irradiaba a su hogar se reflejó en su dedicación porque sus hijos fueran a la escuela y aprendieran, porque amaran su terruño y se respetaran a sí mismos y a los demás, porque no se resignaran con un futuro oscuro. A mi padre lo amó con devoción, con intensidad, sin pausas. Cuando él murió, se puso al frente de la casa, trabajando ardorosamente para sacarla adelante, de tal forma que mis hermanos y yo pudiéramos crecer en la felicidad sin reparar en estrecheces económicas.
Un accidente casero por intentar auxiliar a su nieto caído, le fracturó una cadera. Unos años antes le habían reparado quirúrgicamente la otra. Su nuevo paso por el quirófano no fue tan exitoso, lo que le limitó su movilidad, no obstante, su charla fresca, salpicada de anécdotas y carcajadas  seguía rutilando en casa. Creo que el fumar le ayudaba a mitigar ausencias y dolores. De esa vieja amistad con el tabaco cosechó una lesión pulmonar que le clavó su puñal con sevicia.
Pese a la herida en su salud siguió sacando fortalezas para guiar la familia. En las noches de fin de semana, prolongaba su vigilia rezando e invocando con rosario en mano a la Virgen o a los santos, hasta que hijos o nietos retornaran sanos de sus fiestas. Desde su lecho de enferma vigilaba que las camisas quedaran bien planchadas, que la comida estuviera a tiempo y exquisita, que ningún rincón se quedara sin barrer, que todo oliera a limpio y a albahaca, que se regaran las matas de su jardín, y que a sus perros, gatos y pajaritos no les fallaran con la comida. Las señoras del vecindario, con esas que se hacían esa maravilla de préstamos de una taza de leche, un limón, una astilla de yuca o un pocillito de aceite, la visitaban a diario para que cosechara el afecto que con ternura y paciencia había sembrado en ellas desde hacía años.
Los que hemos dedicado nuestras vidas a ayudar a curar y sanar a las personas sufrimos la contradicción que carcome el alma, de saber que las personas mueren como un destino natural, y la impotencia humana para impedirlo. Todos los días cuando la visitaba, sentía que la llama de su vida se extinguía y que por más que la amara, se me escapaba como el agua entre los dedos. Hasta último momento me animó y aconsejó. Me acariciaba las manos intentando consolarme por mi desnudez de argumentos para erradicarle su mal y sanarla.
Hace dos años, una tarde, abrazada a mí se fue muriendo, inundado de lágrimas sentí como la parca me la arrancaba, sin que ella perdiera la serenidad y la dulzura que da la seguridad del deber cumplido. Con la partida de Nohemí, mi madre, se me quebró el alma, pero me dejó sembrada la alegría que es mi razón de ser.
PD: Feliz Navidad 
Publicado por: IFRYDHE S.L.N.E.- www.ifrydhe.es 
Gracias a los sentidos podemos explorar el mundo que nos rodea, perdón, una ínfima parte del mundo que nos rodea. Además, lo que percibimos es filtrado por nuestros mapas mentales y por un proceso de filtraje que hace que cada individuo perciba su realidad única.

¿Qué hace que tengamos esos mapas y esos filtros? Las experiencias vividas, la cultura recibida, el lenguaje, las creencias que nos han inculcado, los valores y las suposiciones, entre otras. El mapa que nos creemos en cierta medida depende de lo que percibimos y adónde queremos llegar con lo que percibimos. Es lo que se conoce como la percepción subjetiva, hacemos caso a aquello que nos interesa y pasamos por el lado de aquello que no nos interesa. En función de esos mapas y filtros que apliquemos viviremos la realidad que queramos vivir, se establecen en el individuo el marco de conducta bajo el cual actuará y que con el tiempo interiorizará volviéndose cada vez más difícil de modificar. 
No se trata de cambiar los mapas y los filtros de hoy para mañana, pero si hemos de hacer el esfuerzo de considerar nuestros mapas y filtros disociados de ellos y pensar cómo nos influyen en el día a día. Probablemente nos demos cuenta que los mapas y filtros nos generan ciertas creencias limitantes que impiden que las personas desarrollen todo el potencial que llevan dentro. Si el entorno y las experiencias vividas nos llevan a pensar que no valemos, para por ejemplo ser empresario, acabaremos pensando que no podemos ser empresarios... y el problema de todo ello radica en que para saber si puedo o no puedo ser empresario debo al menos intentarlo, y esas creencias nos impiden hasta llegar al intento.
LA DESFACHATEZ DE LA PRESIDENTE DE ASOBANCARIA
María Mercedes Cuéllar
María Mercedes Cuéllar, Presidente de Asobancaria, salió a revirar en Caracol Radio porque el Ministro de Hacienda se atrevió a criticar las tarifas abusivas que los bancos cobran a sus clientes por el uso de cajeros automáticos, tarjetas débito y crédito.
Dice la doctora Cuellar que no entiende por qué la gente se queja, ni por qué el Gobierno vigila más al sistema financiero que a otros negocios. Cita como ejemplo a los productores de papa. Ella se pregunta por qué el Gobierno interfiere y vigila las tarifas de los servicios bancarios y no hace lo mismo con el precio de la papa.
Aunque la experta es ella, voy a intentar explicarle a la Presidente de Asobancaria en donde puede estar la diferencia.
En primer lugar, creo que el Gobierno se preocupa y está más atento a lo que hacen los bancos porque ellos trabajan con nuestra plata, la de ahorradores y cuenta habientes, y no con la suya. Los paperos trabajan con la de ellos.
En segundo lugar, porque cuando un papero se quiebra pierde su plata. Aún no se ha sabido de gobiernos que hayan tenido que imponerle un impuesto especial a los consumidores de papas a la francesa para sacar de la quiebra a los cultivadores del tubérculo.
Tomada de http://www.scooterteam.net/
Cuando un banquero se quiebra en cambio, las pérdidas las debemos asumir todos los ciudadanos así no hayamos tenido nada que ver en la quiebra.
Inclusive quienes ni siquiera tienen una pinche cuenta de ahorros. Hasta nos ponen impuestos.
Recordemos como, por qué y para qué empezó el 4 por mil. Creo que también debe influir el hecho de que cuando mejora la producción de papa, los paperos nos rebajan el precio del bulto, mientras cuando los banqueros aumentan sus ganancias, apenas se limitan a presumir del aumento de su riqueza por la prensa. Ni siquiera se les ocurre darnos las gracias por dejarlos que hagan con nuestra plata lo que les da la gana.
No existen listas negras de excomelones de papas fritas. Abundan las listas negras de deudores morosos. Los paperos no llaman a media noche a embutirnos una papa salada. Los bancos llaman el domingo por la mañana a obligarnos a recibir una nueva tarjeta de crédito.
Finalmente, doctora Maria Mercedes, los paperos no nos cobran por el uso del costal, el canasto o el sartén. Los banqueros, en cambio, nos cobran por las chequeras, las tarjetas y los cajeros. Debe ser por eso que el Gobierno se preocupa. Y debería preocuparse más.
Debe ser por cosas como esas que detestamos a los banqueros, mientras adoramos a los paperos.

María Isabel Gómez Ayala
Facultad de Humanidades Universidad Autónoma de Colombia 
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