PERIÓDICO EL PÚBLICO

CONGRESO: ORGIA DE CORRUPCIÓN
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
La democracia, creación de la modernidad, busca superar la odiosa costumbre que irritaba a la mayoría de personas: los privilegios. Ofende a la inteligencia, mueve a rabia y encono que los derechos sean asunto para pocos, pero las obligaciones lo sean para muchos. Antiguamente los reyes, su familia y su corte, tenían el privilegio de hacer, prácticamente, lo que les daba la gana, sin asumir ninguna responsabilidad por sus actos.
La sociedad, aborreciendo los privilegios, creó el estado de derecho, para que imperara la ley, que fuera única y para todos, buscando igualdad de los ciudadanos frente a ella. Además, decidió que el poder no quedara concentrado en pocas manos, como en las monarquías y gobiernos absolutos, y lo repartió en tres poderes, cada uno independiente, pero interconectados para generar equilibrios. El poder quedó en los representantes del pueblo (poder legislativo) para que hiciera las leyes que el pueblo conviniera; también en los encargados de hacer justicia (poder judicial), un servicio público fundamental para que la sociedad pueda mantenerse en armonía. Finalmente el poder ejecutivo, para que dirigiera el Estado, de la mano de la ley, la justicia y los representantes populares.
Esto inició en el  mundo hace más de 200 años. En Colombia arrancó con la independencia, de la mano de Manuela Beltrán, Nariño, Santander, Bolívar y muchos luchadores que odiaban los privilegios y soñaban con entregarle a las generaciones futuras un mundo de igualdad, de derechos, de responsabilidad y justicia social.
Repasando los últimos acontecimientos en el país, parece que el sueño de Simón Bolívar y de los que gestaron este país se ha truncado. Tenemos unos magistrados de las altas cortes, ávidos de privilegios y canonjías, que quieren modifican su edad de retiro forzoso, prolongar su permanencia en el poder, amén de no responder por sus actos y en caso, de ser requeridos, tener la posibilidad de tener jueces amigos y benignos. Es decir, obligaciones para los pobres y prebendas para ellos…
Si por los lados del poder judicial llueve, por los lados de los representantes del pueblo (poder legislativo) no escampa. El congreso es la institución más desprestigiada y con menor credibilidad de Colombia. Se lo ha ganado a punta de actos de corrupción, ausentismo, mentiras, paquidermia y divorcio de los intereses populares. Algunos congresistas para mantenerse en el poder se aliaron con mafiosos, con paramilitares, guerrilleros y saquearon las arcas del estado para beneficio propio. La indignación ante estos y otros comportamientos obligaron a cambiar las reglas de juego y a crear una nueva constitución en 1991 para acabar con estos desmanes.
Pero la sed de privilegios no terminó. Los congresistas en su gran mayoría, con la tutela del ejecutivo, decidieron que sus actos, por torcidos que resultaran, no debían ser castigados, y establecieron unas medidas que les ofrecían, prácticamente, la impunidad. Como algunos habían sido castigados antes, había que rescatarlos de la cárcel favoreciendo su salida pronta mediante artilugios jurídicos.
Estamos indignados ante esta orgía de privilegios, exclusividades, prerrogativas, ventajas y favorecimientos para un puñado de congresistas sinvergüenzas que como sanguijuelas se chupan el erario, viven de nuestros impuestos y de la corrupción. Debemos identificar con nombre propio a estos desvergonzados congresistas y castigarlos no volviendo a votar por ellos. ¡Es hora de acabar con esta zanganería!
Pijao Editores: 40 años del Tolima para Colombia
Por: Carlos Gálvez Santa - Consejero Nacional del Cultura
Que una editorial de provincia cumpla cuarenta años de existencia es de por si una importante noticia, pero que durante esos cuarenta años haya publicado 300 títulos de 700 autores con un tiraje de 500.000 ejemplares, es algo que se convierte en hazaña producto de verdaderos quijotes de la literatura.
Ellos son dos escritores tolimenses, Carlos Orlando y Jorge Eliecer Pardo, oriundos del Municipio del Líbano, quienes desde 1972 emprendieron  un camino con sus “primeras palabras” y hoy se han convertido en los más importantes mecenas y difusores de trabajadores de la palabra, no solo del Tolima sino de todo el país, a través de su ya prestigiosa empresa familiar Pijao Editores.
Y es que cada vez sus retos son mayores. De sus primeros libros en ediciones rústicas, han pasado a la publicación de grandes colecciones de formato impecable y excelente producción, tales como, Protagonistas del Tolima Siglo XX, Novelistas del Tolima Siglo XX, Cuentistas del Tolima Siglo XX,  Músicos del Tolima Siglo XX, Diccionario de Autores Tolimenses, Pintores del Tolima Siglo XX; libros estos que por su bella producción no tienen nada que envidiarle a los prestigiosos formatos de Villegas Editores, por ejemplo.
Pero para los Pardo los retos  cada día fueron creciendo, en el año 2008 presentaron el proyecto editorial “50 Novelas Colombianas y Una Pintada”, junto a Caza de Libros editorial de su hermano Pablo,  donde lograron unir en una sola colección los más importantes escritores colombianos  y tolimenses con sus principales novelas en bellísimos libros adornados con las portadas del pintor tolimense Dario Ortiz Robledo, en una verdadera galería de arte.
El éxito de cada una de estas quijotadas es el soporte para nuevos proyectos editoriales. Como inició de la celebración de sus primeros cuarenta años, nos sorprendió Carlos Orlando, tal vez con su mejor novela publicada hasta ahora: Veronica Resucitada, una verdadera saga familiar, producto de una gran pluma y que en 294 páginas nos da una clase maestra de buena literatura. Igualmente, en un homenaje a sus amigos ausentes les dedica con el inmenso corazón que siempre le acompaña, el libro Los Adelantados, pieza de fina y sentida elaboración y sentimiento; un verdadero elogio a la amistad.
Y para cerrar está digna celebración, nos anuncia la aparición de una nueva colección “50 Libros de Cuentos y una Antología” en el mes de Octubre, con la cual hará su debut en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Con el empeño, la decisión y la constancia de Carlos Orlando y Jorge Eliecer Pardo, Pijao Editores comienza el camino de otros nuevos cuarenta años de éxito, en los cuales, muy seguramente estaremos encontrando a los nuevos talentos de las letras colombiana. Solo rogamos que la vida se encargue de prolongar por siempre la fecunda labor de este par de quijotes de nuestra literatura.               


COLOMBIA RETROCEDE EN EDUCACIÒN, SEGÚN IMD 2012

Por: Luís Eduardo Chamorro Rodríguez
Planeación Nacional, en la semana inmediatamente anterior, divulgó los resultados del informe anual sobre competitividad mundial correspondiente al año 2012 que realiza el Internacional Institute for Magnagement Developmen , IMD,escuela de negocios que funciona en Ginebra Suiza. A Colombia le fue bien en cuanto a factores del desarrollo económico, pero bastante mal en los 14 criterios que tienen que ver con educación.

Lo primero que se debe decir es que se trata de una evaluación econométrica que, por ejemplo, tiene en cuenta  la “correspondencia  de la educación superior con la competitividad” y la correspondencia entre educación gerencial y las necesidades de formación para la productividad. Es la mirada de los economistas sobre la funcionalidad y pertinencia del sistema educativo, con la productividad y  los factores del crecimiento económico y en consecuencia no tiene en cuenta factores y subfactores de la formación humana y artística que es vital en los actuales momentos.

Pero de todas maneras hay datos preocupantes. Colombia ocupa el puesto 52 entre 59 países evaluados por el IMD en cuanto a competitividad; retrocedió 6 puestos entre el año 2011 y el 2012, teniendo en cuenta 4 factores, 20 subfactores y 246 variables sobre las cuales se procesan datos estadísticos y la percepción de los empresarios de los países objeto de estudio. A estos últimos se les aplicó una encuesta.

Vamos como el cangrejo, caminado hacia atrás. Porque Colombia ocupaba el puesto 37 en el año 2003 y bajó al 52 en el presente año, es decir, descendimos 15 puesto en competitividad. Se tienen en cuenta cuatro grandes factores: el desempeño económico, la eficiencia del gobierno , la eficiencia empresarial y la infraestructura. En este último factor está la educación, la infraestructura científica y la infraestructura tecnológica del país.

¿Cómo le va a Colombia en cuanto a educación? Nos va mal, o mejor sería decir, peor. Porque ocupa el puesto antepenúltimo entre los 59 países evaluados en el presente año. Colombia es la peor calificada en este tema. La Ministra de Educación María Fernanda Campos y el presidente Juan Manuel Santos debieran conmocionarse con estos datos. Porque el país no puede ir en marcha hacia atrás, si es que le damos credibilidad a la clasificación que nos da el organismo internacional de Ginebra, Suiza. Lo cual es bastante discutible. Resulta paradójico que esto ocurra cuando el gobierno nacional ha extendido la gratuidad educativa a todos los niveles educativos sin distingos de estratos socioeconómicos, cuando se enfatiza en la calidad educativa, se actúa bajo un modelo eficientista; se  pide que la formación de nuestros estudiantes se haga sobre competencias básicas y competencias para el trabajo y la competitividad. Como si se quisiera formar para el crecimiento económico, para satisfacer a los empresarios de producción de bienes y servicios. Entonces, qué pasa?

El desarrollo económico de los países ha estado siempre asociado a los resultados de las evaluaciones externas del rendimiento académico de los estudiantes. De ser asi, se explica el por qué Chile es el país más competitivo de América Latina, en el puesto 28 entre los 59 evaluados por IMD y es, igualmente el país de mayor desarrollo educativo en nuestro hemisferio. Colombia está 24 puestos por debajo en competitividad.

Qué pasa con la Justicia Colombiana?
Parte primera.
Por: Hugo Neira Sánchez 
Enumerando solamente dos casos que han salido a luz pública, donde interviene las redes sociales, abogados defensores, fiscalía, prensa escrita y hablada, etc.,  se ha vuelto realmente un “circo romano”, donde lo único que falta es que los espectadores señalen con su dedo pulgar hacia abajo, la muerte del acusado. Estos casos son por ejemplo; el caso colmenares de Bogotá, y el caso de Sigifredo  López.
Los fiscales y los abogados usan todas las “artimañas” que tiene la ley no para juzgar ni defender al acusado, sino ante la mirada atónita de los espectadores no buscan justicia, sino buscan la manera de que suelten al acusado, no importa usando cualquier medio. La prensa hablada y escrita, abusando muchas veces de su libertad de expresión, buscando la “chiva”, hace que el espectador intervenga oscilando según la información en pro o en contra de los acusados. Asuntos que deben ser ventilados en los tribunales, sale a la “luz pública” sin ningún recato al publico quienes conocen por las filtraciones o “compra de información” del caso antes que el juez. La Prensa se orgullece de estas informaciones llamadas “chivas”, que prestigiosos periodistas manifiestan no riñen con la ética, pues su oficio es informar no importa a quien se lleve por delante.  Lo peor es que los abogados defensores, son algunos de  los mejores en su ramo de una cantidad numerosa de abogados que ejercen en Colombia donde según la Corporación para la Excelencia de la Justicia, Colom­bia es el segundo país del mun­do en número de abogados, con 354 por cada 100.000 habitantes (Suecia, 49; Francia, 76; Chile, 125; Uruguay, 196; España, 282). Tenemos más de 170.000, y Ja­pón, con una población tres ve­ces mayor, solo 25.000. Con esta proliferación de abogados, debe haber excelencia entre los mejores, pero sus actuaciones ante las cámaras dejan mucho que desear. La enseñanza es que cualquier medio se puede utilizar para ganar, no importa que la justicia quede relegada. Pedir ante la audiencia, que le cambien el Fiscal para su caso, pues no le llena sus  objetivos al acusado es lo más insólito que se puede ver.
Mientras tanto los altos poderes de la Justicia, desconocen que la  mujer de César no sólo debe ser honrada, sino  parecerlo demostrando ética y moral, y no lo que hacen permitiendo aumentos de su pensiones con sentencias mutuas como los tres mosqueteros “todos para uno, uno para todos” sin ruborizarse y por encima de cualquier principio moral.
Al aceptar una reforma de la Justicia, después de muchas semanas insistiendo que no estaban de acuerdo, pero que después que el gobierno les prometió darles más dinero para que lo despilfarre como lo han hecho y les aumente el tiempo de su estadía la aceptan, tristemente por unas “monedas de plata” como judas entrego a Jesús, realmente esto es inmoral. Entre otras lo que se aprobó, en esta “maravillosa” reforma como lo dijo el Presidente fueron estas, mas los “micos” mutuos descarados que hicieron:
Congreso y altas Cortes: Doble instancia para la perdida de investidura, eliminó la violación del régimen de inhabilidades como causal para perder la curul, procesos contra congresis­tas en la Corte Suprema tendrán dos instancias, simplificó el antejuicio del Presidente, Vicepresidente, Fiscal y magistrados de altas cortes. Solo será un concepto político.. Se reincorporó la silla vacía'. Los congresistas solo podrán ser reemplazados por muerte, incapacidad física y renuncia.. Se destinarán dos billones de pesos adicionales los próximos seis años. a la justicia (no tienen suficiente lo que tienen para despilfarrar). Se amplió el periodo de los magistrados de las altas cortes de 8 a 12 años y su edad de retiro de 65 a 70.. Una nivelación salarial para los empleados de la rama. (Cuanto costara esto, pobre país. Lo que no nos cuesta,  hagámoslo fiesta). La rama tendrá un gerente y un Consejo de Gobierno Judicial que diseñará las políticas del sector y aprobará su presupuesto y lo remitirá al Gobierno. Se cobrará un arancel judicial en algunos procesos que recaudará 900.000 millones de pesos adicionales.
Y el ejecutivo no se quedo atrás: no logró un consenso total con los altos tribunales, pero sí consiguió que su estructuración mejorara con las entidades que sustituirán a la Judicatura. Adicionalmente, destinó recursos para la descongestión con el cobro del arancel judicial
Como la reforma se le salió de las manos al gobierno, el presidente con “golpes de pecho “la censuro, no se le veía el crecimiento de la nariz como “Pinocho”. Pueda ser que la declaren inconstitucional, pues lo que paso muchas personas jurídicas se lo dijeron al gobierno, que la “bendita reforma” escondía impunidad y, no producía agilidad, ni era limpia ni eficaz para la Justicia. Termino en un tratado de ayuda mutua entre parlamentarios, magistrados y gobierno. Aquellos lograron un régimen penal que los aproxi­ma a la impunidad, estos obtu­vieron el inmediato alargue de sus períodos y el gobierno una posible ayuda para su reelección.  Es una indecencia que 70 parlamentarios sub índice, a quienes afecta de modo di­recto la reforma, voten en causa propia por conveniencia personal, mucho de ellos tratando de defender a sus “jefes políticos” y amigos en la cárcel por la atrocidad de  “lesa humanidad”, como fue el Paramilitarismo. Lo que no se conocía era que el gobierno sin mucha “bulla”, hizo aprobar una ley para contar con los votos de los posibles inhabilitados en la votación, procurando que estos no tuvieran problemas al votar. Realmente una “vergüenza”. 
Colombia cuenta con juristas ejemplares, pero lo insólito es la  escogencia de los que imparten  justicia actualmente. Unas cuantas manzanas podridas como existe en todos los gremios y,  que la prensa a colocando en la palestra, hace que la opinión pública no tenga una opinión favorable a los que imparte justicia y la justicia misma, pues en los casos que se muestran a la audiencia, sin conocer mucho de leyes, se observa impunidad absoluta. Por ejemplo:
La Procuraduría destituye e inhabilita a 14 notarios por pre­sentar trabajos académicos pla­giados (4/6/2012).
La Fiscalía desmonta un ca­rrusel de demandas contra Invías que 37 jueces favorecían con indemnizaciones multimillonarias en pleitos prescritos o de jurisdicción ajena (15/11/2011).
Prestantes constructores de­nuncian que la ingeniería públi­ca está secuestrada por "un ejér­cito de abogados" que ganan mi­llones mediante un entramado de contratos donde siempre pier­de el Estado (29/5/2010).
El Consejo Superior de la Ju­dicatura investiga "una avalan­cha de 12.000 denuncias de embargos irregulares" y destapa "una red de corrupción en la que aparecen servidores judicia­les, políticos y abogados". (26/2/2011).
La Nación intenta tumbar 14 pensiones irregulares por 13.000 millones de pesos que cobraron, entre otros, ex magistrados auxi­liares (13/6/2012).
En dos años, el Consejo Superior de la Judicatura ha sancionado a magistrados, jueces y fiscales..
Para desatar el “nudo gordiano” que causo el gobierno con su reforma a la Justicia no es fácil, pues  solo entra en vigencia cuando se publique en el Diario Oficial. Pero si no se publica, no se puede demandar ante la Corte Constitucional ni promover un referendo revocatorio
Si el congreso acepta su error y corrige los “micos” que aprobaron no hay problema, pero si el congreso se rebela e impone su criterio constitucional, que lio se le va a formar al presidente. Revocatoria del Congreso o revocatoria de él. Ahí está la cuestión. Los analistas mencionan que Santos es débil para gobernar, se ha rodeado de una cantidad de asesores, que no le dejan ver el panorama real, pueda ser que su afán de abrirle mercados a Colombia y a su reelección, el país no se vaya al despeñadero. Pues si Colombia termina de solo de explotador de materia primaria será un grave  error, y volvemos a repetir la historia  de hace casi 150 años con el “laissez Faire” acabo con la industria primaria que el país estaba construyendo y, con los artesanos, personal primario de la industrial. Muchos de ellos a diferencia de los promotores de rebeldía contra los gobiernos liberales y conservadores terminaron muertos y desterrados en una isla lejana del Atlántico, no tuvieron regreso, ni los historiadores oficiales siempre acomodados a los del poder,  mencionan su desgracia. .  



REFORMA E HIPOCRESIA
Por: Javier Ramiro Devia Arias
Los colombianos fuimos enterándonos paulatinamente  de lo ocurrido durante los 8 debates que se surtieron en el trámite del acto legislativo denominado “reforma a la justicia”. Algunas voces se levantaban frente a lo que se proponía, pero varias de ellas se fueron apagando como consecuencia de los acuerdos a los cuales se iba llegando, unos de cara al país, otros en la “privacidad” de algunos cocteles y oficinas de altos dignatarios y congresistas. Otras voces, en verdad,  mantuvieron su posición crítica.
Lo singular del debate que se ha suscitado como consecuencia de la aprobación del acto legislativo, es la falta de carácter de la totalidad de intervinientes en su aprobación. Cómo así que ahora el gobierno dice que lo asaltaron en su buena fe y descarga toda la responsabilidad en el legislativo; acaso no sabe cualquier desprevenido que en el congreso no pasa ningún proyecto, menos de este talante, mientras no cuente con el visto bueno del ejecutivo y de la coalición de gobierno que votó disciplinadamente según las directrices de los partidos y del palacio de Nariño; o  acaso quienes conocemos las normas no tenemos claridad que la conciliación es tan solo una propuesta que  hace una comisión  para unificarlos textos de un proyectoentre el senado y la cámara de representantes , pero luego se realiza un nuevo debate en cada una de las cámaras, en  desarrollo del cual , se había podido negar su aprobación, los inconformes y el gobierno  hubieren hecho la oposición a la aprobación de lo conciliado con las correspondientes constancias ,por cuanto  tiene voz en esos debates,  o simplemente como en efecto lo hizo el ministro de justicia en nombre del gobierno, pedir que se aprobara y felicitar a los congresistas por lo aprobado. Tal vez por eso, el Presidente de la República, gran responsable de esta situación, opto por fundir un  fusible como el Ministro de justicia, con quien gracias a la actual tecnología  y a pesar de no estar el mandatario en el país, estuvo y debía estar en permanente contacto, protagonista vergonzante y cobarde del trámite que ahora se critica como obra ajena y perversa.
Conozco a varios de los congresistas que fueron ponentes o conciliadores y sé de sus condiciones de juristas y de su sagacidad como políticos. No entiendo por qué no defienden públicamente su obra; o acaso su silencio admite que en realidad se cometieron las irregularidad que le endilgan varios sectores  a la criatura engendrada de mutuo acuerdo entre el ejecutivo, el legislativo y las altas cortes. Ese silencio no les conviene y se convierte en espectador pasivo del lamentable espectáculo de “songo le dio a borondongo”. En el congreso se rumora que algunos textos fueron inspiración y obra de la pluma de algunos magistrados quienes permanecen ajenos al debate al estar ocupados en las celebraciones por lo “bueno” de la reforma. Pero el premio de la cobardía la están ganando los partidos políticos y sus  directivas al aceptar un “engaño” que no hubo y una supuesta y aparente salida a la artificial crisis ,  por medio de un  remedio que no es viable constitucionalmente, como es debatir nuevamente el acto legislativo en las próximas sesiones del congreso, pues esa oportunidad  precluyó, simplemente porque los actos legislativos solo pueden ser discutidos en 2 periodos ordinarios y consecutivos que precisamente terminaron el  20 de junio del año en curso.
La realidad no es sino una: la denominada “reforma a la justicia” con sus aspectos buenos, menos buenos y malos, ya es un acto legislativo que existe y tiene validez, por  cuanto tal y  como lo ha afirmado reiteradamente nuestra corte constitucional “una disposición comienza a existir y entra a hacer parte del ordenamiento jurídico por haber sido dictada conforme lo prescriben las reglas del sistema.” “los efectos jurídicos de los actos legislativos y de las leyes que se producen a partir de la promulgación en el Diario Oficial, dan lugar a su oponibilidad y obligatoriedad sin que por ello se afecte la validez ni la existencia de los mismos“. “Al Presidente no le compete sancionar y objetar el proyecto de Acto Legislativo. La voluntad del Congreso como reformador de la Constitución se forma  de manera autónoma sin que se requiera la concurrencia de la voluntad del Ejecutivo.” “El artículo  157-4 de la Constitución, exige que para que un proyecto sea ley debe haber obtenido la sanción del Gobierno. Esta posibilidad no se da en el caso de los actos legislativos pues el artículo 375, específico de las reformas constitucionales, no supedita su entrada en vigencia a la sanción del ejecutivo, ni autoriza a éste para objetarlas... “los Actos Legislativos mediante los  cuales el Congreso reforma la Constitución no requieren de sanción presidencial, porque las decisiones de la voluntad constituyente no pueden, por su misma naturaleza, quedar subordinadas a la aquiescencia de ningún poder constituido, salvo la competencia estricta y precisa atribuida a la Corte para efectos del control formal”.
La promulgación del acto legislativo no es una opción, es una obligación, que de no hacerla el Presidente de la República, la debe efectuar el presidente del congreso o  la podrá exigir cualquier ciudadano.
La única “salida”, respetando el estado de derecho, a  la crisis que los mismos protagonistas han creado, no es sino una: promulgar el acto legislativo y que sea la Corte Constitucional quien por la vía del control de constitucionalidad a instancia de demanda o demandas ciudadanas, decida la suerte de la reforma. Pues lo bueno o lo malo de ella no puede ser decidió al calor de un debate público o del que algunos protagonistas quieren realizar extemporáneamente o  con  las olímpicas lavadas de manos, sino mediante el estudio serio y ponderado de quien legítimamente está autorizado  para efectuarlo.
Todo lo otro no son sino vías de hecho  e  hipocresía.

COMPRADORES DE POLITICA
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Un estudiante de Ciencia Política de la Universidad del Tolima, me preguntó en clase si lo que le enseñaríamos durante la carrera se parecería a lo que se conoce todos los días de la política a través de los medios masivos de comunicación. A esa inquietud se sumó casi todo el grupo. Transcribiré, a grandes rasgos, mi respuesta:
Lo que usualmente se destaca es lo que los académicos han denominado la pequeña política. Su esencia es el beneficio particular, ya sea personal o de pequeños grupos. Por lo tanto, busca crear o mantener privilegios, pero nunca el interés general. Siendo claros, el interés general sirve para nombrarlo en los discursos y para maquillar o camuflar los intereses personales, pero nada más. Entonces, la pequeña política es un ámbito donde confluyen una serie de intereses privados y egoístas en el que cada actor ve a los demás como sus competidores o enemigos, y está dispuesto a defender, cueste lo que cueste, lo conseguido.
Para mantener sus privilegios, los de la pequeña política hacen lo que les toque, ni importa si hay que mentir, si hay que engañar o cosas peores. Tanto es que un político destacado en Colombia acuñó una frase que ha sido guía de comportamiento de muchos: “calumniad y calumniad, que de la calumnia algo queda”. Dicho en otros términos, mienta y mienta, que la gente de tanto escuchar mentiras, termina creyéndoselas. Como lo que hay que favorecer son privilegios, entonces se amañan contratos, se nombran personas incapaces o que no cumplen requisitos para ocupar cargos obtenidos como repartición de cuotas o pago de favores. Una verdadera rapiña por el presupuesto estatal que se convierte así en un botín a conquistar.
Pero donde la pequeña política se hace más odiosa y evidente, es en la injerencia del dinero. Hoy no se hace la política. Se compra. El dinero define quienes conformarán las listas, quienes serán los candidatos, quienes ocuparán los cargos de dirección. Con dinero se compran y se pagan encuestas y sondeos de opinión. Aún peor, es el dinero, no importa si es bien o mal habido, el que paga los electores, los periodistas y líderes comunitarios que se prestan a ello, los jurados y las autoridades venales. La pequeña política ha desplazado la preparación, el conocimiento, la experiencia, la probidad, el carácter y la seriedad, por el dinero, y si es abundante mejor. No interesa si es caliente o frío, lo importante es que sea dinero.
La pequeña política se asocia a corrupción, a farsas de todo tipo, a alianzas con delincuentes de cualquier calaña, a asesinatos, intimidaciones, envidias, odios, acosos sexuales, calumnias, amenazas, desplazamiento, despojos, atentados y desprestigio permanente de contradictores.
Lo que queremos enseñar en Ciencia Política en la Universidad del Tolima busca renovar y engrandecer la política, recuperar el sentido de responsabilidad, que el sentido de lo social, de lo colectivo, de lo general y de lo público prime sobre lo privado e individual. Que tengamos una clase política preparada, culta, comprometida y conocedora de los problemas de la sociedad. Políticos que sean capaces de recuperar la capacidad de soñar sin dejar de pisar la tierra. Políticos creativos, visionarios, críticos, respetuosos y con criterio.
La pequeña política solo ha traído pobreza, miseria, abandono y subdesarrollo. ¡La queremos desterrar!