LA VIOLENCIA DEL SILENCIO
Por: LUIS ENRIQUE PERDOMO SÁNCHEZ
Colombia y el mundo necesitan personas, seres sensibles
a la vida, que disfruten de la música, que vivan pacíficamente con el otro, que
entiendan que la empresa más importante
es su vida.
Los Derechos Humanos, están relacionados con la protección a la agencia humana, es decir,
defienden a los seres humanos de la
opresión y el abuso que otros cometen
contra él.
Enfrentar y
detener dicho fenómeno en Colombia, se torna cada día más complicado.
Algunas organizaciones no gubernamentales ( ONG), han asumido el papel de recoger y divulgar
las diferentes denuncias, sobre la Violación a los Derechos Humanos. Sin
embargo, la magnitud de la población afectada, es tal, que gran parte de
las violaciones no llegan a ser reconocidas institucionalmente y
permanecen en la impunidad…La Violencia
del Silencio.
Por otra parte, hay disputa entre el gobierno y las ONG, éstas acusan
a los gobiernos, de persecución política.
Colombia evidencia una paradoja, al presentar un nivel de violencia muy
elevado, junto a una constante impunidad y una sobreabundancia de normas y
leyes, que al no ser respetadas,
terminan por demostrar la inoperancia del Estado.
Con el presente ensayo, pretendo hacer una reflexión,
sobre la situación actual de los Desplazados en Colombia, pero más que una reflexión, aspiro dar a conocer, aspectos culturales que afrontan la población desplazada.
Lo anterior requiere un análisis, que no solo nos sirva para conocer más de éste problema, sino que también nos
permita razonar y darnos cuenta de las necesidades y dificultades que a diario enfrentan nuestros compatriotas, que
sufren éste flagelo.
Como el tema en sí, es una
problemática cultural, que a su vez está ligada con los demás factores
de los desplazados, necesariamente se tendrán que mencionar, en éste análisis, sus costumbres, sus
raíces, su identidad, su ideología, de todos y cada uno de sus protagonistas, entre ellos:
indígenas, campesinos y demás
ciudadanos que lo padecen y que serán
analizados de manera muy general, para dar a conocer en buena parte, la magnitud del problema.
La sola voz de Desplazado, denuncia la tentativa de
ocultar una de las historias más dramáticas y sangrientas de nuestro tiempo. La verdad es que la gente
no se desplaza: la expulsan, la obligan a huir y a esconderse y le niegan la
mayoría de sus derechos como ser humano y
tal vez el más sagrado, el Derecho a la Vida, pero también sus derechos
Económicos, Sociales y Culturales, el
Derecho al Trabajo, derechos todos indivisibles, interrelacionados e
interdependientes.
El desplazamiento suele estar asociado a masacres,
amenazas y a otras prácticas violentas dirigidas a la población civil y en él
participan todos los actores armados, incluido el gobierno.
La motivación de los responsables, depende de las regiones
y de sus alianzas e intereses de cada una de
ellas.
Se generan desplazamientos para controlar áreas
estratégicas, desde el punto militar o político, ( Situación presente y de candente actualidad, el
problema del Cauca), regiones con fuerte implantación de movimientos sociales, donde se pretende
desarticular la base social del
adversario, o la de su obtención de sus
recursos, pero también el control de la tierra, lo que produce una violenta descomposición, de
las estructuras de la tenencia de la misma.
El tema de la Tenencia de la Tierra, merece un capítulo
aparte, por ser un caso típico en nuestra sociedad, que de verdad, es
aberrante.
Hay
desplazamientos ligados a la
expansión, de la
explotación ganadera extensiva o de monocultivos agrícolas,
para la exportación
de sus productos, como por
ejemplo la palma africana y el banano ( recordemos los desplazamientos y
masacres en la zona bananeras )
Allí donde hay una perspectiva de un megaproyecto, como
por ejemplo la construcción de un
Canal Interoceánico Atrato- Truandó o de una inversión extranjera, que provoque
una valorización de las tierras,
hay desplazamientos, en zonas de extracción de recursos naturales ( Oro en la
Sierra de San Lucas y la explotación
de la Mina
La Colosa , aquí a la vuelta
de la esquina, en Cajamarca Tolima ), energéticos ( Petróleo en los territorios de los U”wa, presas
hidroeléctricas en el Chocó y
el Quimbo en el Huila), se presentan desplazamientos.
Los campesinos
son desplazados de sus
tierras u obligados a venderlas a precios sometidos a su avalúo catastral, muy por debajo de los
precios reales.
Solo en la
última década, se abandonaron,
léase bien, 1.7 millones de hectáreas de tierras altamente agrícolas. Esta
Contrarreforma Agraria, está ligada al
modelo económico neoliberal agrícola,
para exportación y apertura de
fronteras a los productos y la inversión
extranjera. En éste marco se ligan la crisis del campo y surge el
desplazamiento forzados. Todo lo
anterior sin apuntar a las consecuencias, de la firma del Tratado de Libre Comercio, donde los campesinos
carentes de tierras, créditos con
intereses blandos, sin paquetes tecnológicos apropiados, seguramente serán los
más afectados.
La mayoría de los desplazados, son campesinos pobres,
minorías étnicas, mujeres y niños, que proceden de las zonas de Colombia más ricas en recursos, pero donde hay los
mayores niveles de pobreza y se les
ultraja, se les atropella y se le violan,
todos sus Derechos Humanos.
Las cifras nunca son exactas, por las mismas
características de este desplazamiento y porque las autoridades nunca se
interesan por sus alarmante resultados; Es un
Fenómeno Silencioso, de ahí, el nombre dado a éste ensayo: la Violencia
del Silencio. Es diario, cotidiano, que se produce de familia en familia y en
sucesivos avances, retornos o estabilizaciones, que ya lleva muchos años.
Colombia ostenta el vergonzoso pedestal de los privilegiados.
El conflicto interno colombiano, que ya lleva más de 70 años, ha posibilitado la inmersión
de poderes alternativos, bien sea en la guerrilla; en los paramilitares; en el
narcotráfico; en el poder de la corrupción, el clientelismo, entre otros, que
despedazan las estructuras de un Estado
incapaz de resolver, para las grandes
mayorías, las necesidades básicas de vida y de garantías civiles y políticas.
Existe una guerra, que aunque no reconocida por los
mandatarios de turno del gobierno colombiano, ha devastado y continúa devastando
la geografía colombiana.
Existen algunos datos no muy confiables, de pérdidas de vida a causa de la violencia sociopolítica, entre los cuales se pueden
mencionar homicidios políticos, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones, por causa de la violencia, contra personas socialmente marginadas.
Las mujeres, los niños y las niñas, comunidades
afrocolombianas e indígenas y la población campesina principalmente, son
víctimas de asesinatos, desapariciones
forzadas, torturas, violencia sexual, bombardeos indiscriminados, entre
muchas otras formas de violencia, que provocan el desplazamiento forzado: La Violencia del Silencio. Drama que aún no termina con la huida, sino
que exacerba y degrada, la vida de la persona humana.
Los desplazados tratan de no declararse como tales,
debido a la estigmatización a que se ven
avacados y padecen. En muchas ocasiones
las amenazas, pueden incluso llegar al
lugar donde residen, a los barrios periurbanos de las grandes ciudades y su
tragedia continua, pues pasan a
engrosar el contingente de los
pobres y excluidos. Allí con servicios públicos deficientes,
niveles bajos en nutrición, tienen pocas posibilidades de sobrevivir
El Estado carece
de una política pública que genere una
acción integral, para las víctimas de la
violencia y sobretodo del desplazado y en muy pocas ocasiones, cuando es viable
su recurso, éste no se produce
en las condiciones de seguridad y dignidad que se merece.
Muchas de las personas desplazadas en proceso de
retorno o de reubicación, se ven sometidas a que no cesen las violaciones de
sus derechos, permaneciendo en condiciones de exclusión social, económica y cultural.
Las condiciones del campesino en general y al cual
golpea con mayor rigor el desplazamiento, no
ha variado durante las últimas décadas, pues hay falta de garantías en
su estabilidad, baja redistribución en los sistemas de destajo, jornadas extenuantes,
retención en sus pagos, obligaciones de
adquirir subsistencias en los comisariatos de las exportaciones, pésimos
alojamientos, mala alimentación, exigua
salubridad, cuadro a todas luces dramático.
En los casos de los desplazados lo anterior genera:
agresividad, rabia, sensación de envidia con los semejantes, que generalmente
desembocan en hechos violentos con todas
sus consecuencias. También genera sentimientos de inferioridad, inseguridad y
desarraigo.
Uno de los sectores más afectados de la población
colombiana por el desplazamiento forzado,
es el de la Mujer, que se encuentra desprotegida por múltiples razones.
La función social de la mujer colombiana es fundamental,
como sujeto sobre el que descansa el cuidado reproductivo de la familia,
cuidadora de la infancia y de la senectud y en muchos casos también el cuidado
productivo, como cabeza de familia que representa. La mayoría de estas labores
no tienen un reconocimiento social y económico, su desprotección jurídica la
priva de la dignidad humana,
cuestionando la eficacia de sus derechos fundamentales reconocidos en la constitución y
desarrollados insuficientemente por legislaciones específicas.
A la mujer se le violan flagrantemente, todos sus
Derechos Humanos.
Se conoce de antemano
que en cualquier conflicto, quién mayormente sufre sus
consecuencias son los grupos o sectores discriminados o más débiles.los
desprotegidos, incluyendo en éste capítulo a la mujer.
De hecho hay que resaltar que el 40% de la población
colombiana, en condición de desplazamiento son mujeres, de las cuales el 70% son solas, separadas, viudas o
solteras. Son mujeres cabeza de familia, según datos de varias universidades.
Las condiciones de vida de millones de colombianos y
colombianas en condiciones de desplazados,
son cada vez más deterioradas.
El Estado colombiano es responsable de las violaciones
perpetuadas en el territorio nacional y necesariamente deberá afrontar un esquema de seguridad, basado simplemente
en la solidaridad con las víctimas, donde sean objetos de medidas de asistencia
humanitaria y se reciban las ayudas que necesitan urgentemente para su
reparación.
Expertos en estudios de América Latina y
específicamente en Geografía Económica
de países en desarrollo como el nuestro, nos dicen que el extensivo y rápido desarrollo del complejo de las ciencias geográficas,
abarca la complicada red de las relaciones entre la sociedad económica y su
ambiente geográfico, Ella estudia la distribución territorial y las
combinaciones de las fuerzas de producción en el aprovechamiento del medio geográfico
por la sociedad humana, en las etapas de su desarrollo, es decir que existe una
relación directa entre la utilización de los recursos humanos y naturales, la localización por una parte y
las relaciones de propiedad que se dan en una sociedad dada, esto en relación
con la tierra y otros recursos naturales
y medios de producción por otra parte.
Así pues la
tierra se usará en forma diferente según quién la posea.
El campesino la
usará como medio de subsistencia, de donde obtiene sus alimentos y satisface
sus necesidades básicas, que aunque no totalmente, si podrá subsistir, pues su
estado de salubridad es malo, lo mismo que su estado nutricional.
El latifundista
tradicional, establece una
economía en la cual, solo requiere una
menor cantidad posible de capital y solo ambiciona que su empresa le ofrezca la
máxima oportunidad y el máximo aprovechamiento de su tierra,
Esta clase de poseedores de la tierra, genera los problemas internos estructurales de
la sociedad, que al ser alimentados por los privilegiados, nos conducen a
graves consecuencias.
La experiencia histórica y que no la ha inventado
nadie, demuestra que no se puede
encontrar solución, al problema del
desequilibrio económico.
Explorando caminos, vías, y posibles soluciones para el
retraso económico de gran parte de
nuestra sociedad, es posible enderezar el camino de muchos años de abandono, adoptando medidas perspicaces y radicales
para asegurar
Máxima incorporación de mano de obra al trabajo productivo
Incorporación de los Recursos Naturales del país, a los
propósitos del desarrollo.
Aumento de la
productividad en todas las esferas de la producción
Eliminación de
los desequilibrios sociales y geográficos.
El suelo Colombiano,
es por derecho propio un
patrimonio de todos los que nacimos en él y se caracteriza por poseer suelos
feraces, gozar de todos los climas, disponer de las mejores aguas, que país alguno sobre la faz de la tierra, pueda darse el lujo de brindarle
a sus hijos.
Los colombianos
que han nacido en nuestras vertientes, por el mismo contacto directo con
la naturaleza, son personas de por sí buenas, trabajadoras y en su corazón no se
aclimata el odio, sino que por el contrario se desarrollan con tendencias hacia
lo bueno, lo correcto, lo limpio, lo bello y por último agrego, por estar en la
parte alta de las montañas, como la mayoría de la geografía nacional, están más
cerca del cielo.