79 POR CIENTO DE LOS ESTUDIANTES DE IBAGUE, SON VÍCTIMAS DE INTIMIDACIÓN O MATONEO
Por: Luis Eduardo Chamorro Rodríguez
Escandaloso: Un 79 por ciento de los estudiantes de secundaria de Ibagué, son víctimas de acciones de intimidación o matoneo en las instituciones educativas de la ciudad . Tres estudiantes de la Maestría en Educación de la Universidad del Tolima, del grupo de Gestión Escolar, Pablo Andrés Téllez Olaya, Isabel Cristina Riaño Sánchez y Claudia Lorena Fernández , realizaron la investigación sobre este problema en 13 instituciones educativas de la capital tolimense, una por cada comuna.
Se aplicó una encuesta de escala Likert a 696 estudiantes, seleccionados “por muestreo aleatorio simple con afijación proporcional”, para “establecer el grado de ocurrencia de la intimidación escolar a través de sus diferentes tipologías, a saber: verbal, física, social y cibernética en los estudiantes de los grados 7°, 8° y 9° de la jornada de la mañana de instituciones educativas estatales de la ciudad de Ibagué”.
La investigación, que fue dirigida por Carlos Alfonso Quimbayo, con la asesoría estadística de Alberto Niño Torres, ambos profesores de la Universidad del Tolima, llegó a la conclusión de que los estudiantes ibaguereños son acosados por sus compañeros a través de la burla, los apodos y las amenazas, en un tipo de intimidación que se clasifica como “intimidación verbal”. Pero también se llega a intimidación y agresión física a través de “golpes, patadas, zancadillas, pellizcos, daños a objetos personales y robo de pertenencias” por parte de sus compañeros de estudio.
Se recurre a la red internet para hacer comentarios negativos y denigrantes de los compañeros de aula y hasta se crean grupos en facebook para burlarse con comentarios y fotos de quienes son demasiados obesos, de baja estatura, por ejemplo. También hay “intimidación social” y lo más común es la exclusión “seguida de no dejar participar en actividades académicas o deportivas”.
Por primera vez se realiza en Ibagué una investigación sobre este tipo de actividades que afectan el clima escolar y de aula en los establecimientos educativos oficiales, fenómeno que internacionalmente se conoce como matoneo escolar. Igualmente se validó un instrumento nuevo para indagar sobre estas actividades que en el fondo afectan la convivencia y el rendimiento académico de los estudiantes que son víctimas de la intimidación.
“Se han burlado de mí y me han puesto apodos…Me han amenazado con darme una paliza…Me han dado golpes, patadas, zancadillas y pellizcos…Me han quitado dinero, útiles escolares…Me han dañado algunas de las cosas que me pertenecen..Han publicado en internet una fotografía mía que ha sido motivo de burla y crítica”, son algunos de los 13 ítem o preguntas hechas a los estudiantes para saber sobre este tipo de acciones que son comunes en el ámbito escolar, según la investigación hecha por los tres profesionales de la educación ya mencionados.
“La ocurrencia de la intimidación escolar en instituciones educativas estatales de la ciudad de Ibagué es bastante alto: el 79% de los informantes (en condición de victimas, testigos o agresores) lo evidencian”, es la conclusión más relevante, que debe generar reacciones en la ciudadanía y principalmente en los directivos y docentes de los establecimientos educativos oficiales y de la Secretaría de Educación. Porque la intimidación a los estudiantes por parte de sus compañeros es un paso adelante hacia la violencia escolar y un aprendizaje temprano que en el presente o en el futuro tendrá efectos nocivos sobre la convivencia deseada entre los habitantes de nuestra capital.
Hay una recomendación central de los investigadores en su informe final de cerca de 300 páginas. “Convertir el fenómeno de la intimidación escolar en centro de interés de la Facultad de Educación de la Universidad del Tolima (líneas y grupos de investigación de las Licenciaturas, de la Especialización en Pedagogía, de la Maestría y del Doctorado en Educación), y de entidades estatales del sector educativo de la ciudad”.
Porque el estudio de este fenómeno debe extenderse a los colegios privados, a otros niveles educativos y la zona rural.