PERIÓDICO EL PÚBLICO: EN IBAGUÉ NO GANÓ LA OPINIÓN

EN IBAGUÉ NO GANÓ LA OPINIÓN


AGUSTIN ANGARITA LEZAMA. Enero 22 de 2016
Meses previos a las elecciones pasadas, se me pidió evaluar el peso del voto de opinión en Ibagué. Según mis cálculos, en el mejor de los casos, no alcanzaría a 20 mil sufragios. Luego sería una cifra insuficiente para una aspiración electoral. No obstante, el actual alcalde de la ciudad, dijo que montaría su estrategia política sobre el voto de opinión, al final resultó ganador. Algunos opinadores expresaron que había cambiado radicalmente la forma de hacer política, que ganaron las redes sociales, que se había derrotado la politiquería y las maquinarias electorales. Que la opinión pública había sido la gran ganadora…
Superada esta contienda electoral podemos analizar más despacio los resultados y comprobar qué tanta opinión pública fue la que se expresó y que tanto salió derrotada la politiquería, la corrupción y la clase política tradicional.
Cambio Radical es comandado en el Tolima por Emilio Martínez, ex presidente de la cámara de representantes y que salió investigado y detenido por malos manejos de dineros públicos. Por corrupción. Como fue sancionado de por vida con la imposibilidad de aspirar a cargos públicos, puso a su hermana de fachada y continúa manejando los hilos de la política.
Avaló a Toledo como candidato a la alcaldía y todo el tiempo lo amenazaba con retirarle el respaldo si no obedecía sus órdenes. Al final, lo abandonó y apoyó a Guillermo Alfonso. Esa limpia jugada le representó ganar la contraloría, la personería, la secretaría de hacienda, además de muchos puestos y contratos…
Como las sumas de la escasa opinión y Cambio Radical no alcanzaban, se repatrió para votar toda la burocracia que habían instalado en Bogotá. La inscripción de residentes en la Capital para sufragar en Ibagué rompió todos los pronósticos y obligó a anular muchas. En el Distrito se denunció como unos días antes de terminar el gobierno de Petro se prolongaron contratos y se hicieron otros de personas que vivían y cobraban desde Ibagué…
Para asegurar las cuentas, la sagrada familia Jaramillo trabajó, como siempre, muy unida. La sangre tira, dirían nuestros ancestros. Dejaron solo al candidato del partido liberal, Rubén Darío Rodríguez, y pusieron la gente a votar por el candidato de la supuesta opinión… Con tres secretarías en la alcaldía y una gerencia le premiaron a Mauricio la acción tránsfuga contra el partido liberal. También con puestos y contratos. Y sobre todo con el control de planeación, por aquello de las construcciones…
Como el alcalde ganador no se tenía equipo para gobernar, inventaron la meritocracia. Con esa mampara nombraron por politiquería. Hoy en los despachos se encuentra gente inexperta y arrogante amparados en el autoritarismo y ejemplos del jefe, hablando mal de todo lo anterior y sin aterrizar propuestas. Muchos piensan que al hablar mal de los demás eso los eleva y ensalza. La verdad, es que con el tiempo bajan todos. Es tiempo de acciones y de menos retórica. La campaña ya la ganó la politiquería, el nepotismo, la maquinaria electorera y la poca opinión, les toca ahora demostrar lo que van a hacer…

*Médico y magíster en estudios políticos