SALUD
HERNÁNDEZ-MORA
Fue
frustrante observar moverse, fresco y altivo, a quien ordenaba los crímenes más
despiadados.
¿Fue
ineludible otorgar tratamiento de jefe de Estado a alias Timochenko? Juntarlo
con los dictadores Castro o Maduro no importaba, pero con Bachelet, la
fotografía chirriaba.
¿Resultaba
imprescindible montar un ‘show’ internacional y otorgarles el papel de
abnegados y legítimos guerreros, defensores de los colombianos desprotegidos?
Santos llegó al extremo de declarar:
“La lucha por sus convicciones ya no será armada”. Quedamos notificados de que acribillar secuestrados, enviar cocaína al cartel de Sinaloa y obligar a abortar un bebé de 8 meses son “convicciones”.
“La lucha por sus convicciones ya no será armada”. Quedamos notificados de que acribillar secuestrados, enviar cocaína al cartel de Sinaloa y obligar a abortar un bebé de 8 meses son “convicciones”.
Fue
frustrante observar moverse, fresco y altivo, a quien ordenaba los crímenes más
despiadados, y escuchar su discurso cargado de reproches y acusaciones. Ni una
palabra de arrepentimiento, ni un perdón salió de los labios de ‘Timochenko’.
De nuevo marcó la pauta de lo que se avecina: los tribunales especiales
dedicarán más tiempo a revisar los crímenes de los paramilitares y a perseguir
civiles que a juzgar a jefes subversivos. Olvida ese señor que no representa a
nadie, ni siquiera a toda su tropa porque muchos se habrían fugado de no
existir el riesgo de morir fusilados.
Otra
cesión innecesaria a las Farc fue anunciar al mundo que son los paramilitares,
aunque ya no existan, el único peligro para la paz venidera. En unos pueblos
del Chocó que visité esta semana, al igual que en otras partes a las que viajé
antes, pensaban distinto.
En
Río Quito, donde mandan Eln y ‘clan del Golfo’, afirman que no notarán la
desmovilización de las Farc. En Tutunendo, asediado por las huestes de
‘Timochenko’ desde hace lustros, no le pararon bolas al evento. No creen que
las Farc dejen las armas. “Cuba es una cosa y acá, otra”, decían. Pedí a un
líder local que apostara qué se acaba antes, la carretera a Medellín, que pasa
por la localidad y nunca terminan de construir, o las Farc. Respondió
sonriendo: “La carretera”.
Le
rebatí alegando que las Farc se desmovilizarán igual que las Auc en su día.
Contestó que aunque lo hiciesen, de nada serviría. Otro grupo llegará a
controlar la vía.
En
regiones abandonadas por el Estado, donde la economía formal es precaria y
abundan la minería ilegal y la coca, tardarán lustros en pacificarse y en
aparecer los ríos de miel y leche que pronosticaron enardecidos los
acompañantes de Santos en Cuba.
Que
yo sepa, el cese bilateral del fuego no elimina la corrupción, que la guerrilla
alimentó, ni agilizará las carreras, y tampoco esos empresarios dejaron de
invertir por las Farc.
Está
bien que desaparezcan unas siglas malditas que no dejan nada distinto al país
que miseria y dolor, como cuando se extinguieron las sanguinarias Auc. Pero
exagerar los beneficios y seguir haciéndoles concesiones excesivas solo
generará frustración. ¿Recuerdan el escándalo por lo de Conejo y la promesa de
no establecer áreas pobladas para concentrar guerrilleros? Pues serán
veintitrés zonas habitadas, más ocho campamentos, y podría estar Conejo,
corregimiento de Fonseca.
Los
que criticaron los 8 años de cárcel con rejas de más de dos mil mandos de las
Auc celebraron el jueves el trato de líder pacifista y popular dispensado a
‘Timochenko’. Y encuentran justo que no pague condena. Allá ellos.
NOTA:
me lo dijeron guerrilleros del Eln: ‘los Pelusos’ (Epl) asesinarán a
desmovilizados de las Farc si se interponen en su camino. Qué ironía. Cuando el
Epl dejó las armas en los 90, en Urabá las Farc los mataban. Treinta años después,
cambian las tornas.