PERIÓDICO EL PÚBLICO


Numerosas noticias nos animan a tener una actitud positiva, como forma de afrontar la crisis.
La realidad nos habla de miedo, inseguridades e incertidumbre, así como un pesimismo que puede agravar más el estado de ánimo negativo. Pueden ayudarnos entonces pequeñas metas y pequeños objetivos, que funcionan como mecanismo de defensa para no instalarse en el derrotismo.
Por ejemplo: es cierto que “con una sonrisa todo es mejor” y que con un pequeño esfuerzo personal podemos conseguir cambios positivos, en la relación con las  personas que nos rodean.
Pero también podemos “echar mano”, de nuestras vivencias, nuestros recuerdos y nuestras experiencias compartidas, que nos ayudan en tiempos de crisis. Les invito a ver tres minutos de este vídeo que construye “RECUERDOS”….
Algo tan sencillo como mirar una fotografía que nos haga sonreír y ser felices, puede que nos cambie el signo de una mala jornada. ¿Por qué no intentarlo?

Por: Carlos Orlando Pardo
Lejos estamos cada día de apreciar en su debida dimensión el valor y significado de lo que tenemos. Lo propio pareciera de menor cuantía o por lo menos de segunda mano. Esa medida del subdesarrollo mental y de ver el arco iris en los sitios lejanos y vecinos pero no en nuestro patio, es uno de los males que aqueja a la sociedad de hoy cada vez más frívola y cosificada, superficial y pragmática que desecha los sueños y a los soñadores y ve como discurso ingenuo a quienes valoran lo propio tachándolo de provincial y aldeano. Contamos con innumerables riquezas que curiosamente examinan y valoran más los de otra parte. Es lo que acaba de ocurrir, luego de un proceso selectivo, con ciudades como Honda que al igual que otras en el norte del Tolima, digamos Mariquita, Armero, Ambalema, encierran una historia gloriosa y un paisaje maravilloso. Fue lo que tras un largo recorrido por Colombia encontró el coleccionista australiano de arte Asiasciti Trust, fideicomisario independiente y un grupo similar, para apasionarse, como dice un diario, con el arte latinoamericano y promover la creación contemporánea de la región. Expertos asesores promovieron la creación artística y dieron vida a residencias que llevan a un grupo de artistas por el continente a vivir por un tiempo en un lugar determinado, en este caso Honda, para seguir los pasos de creación de obras. Representantes del Brasil, Perú, Argentina, Chile y Colombia, por supuesto, estuvieron en la ciudad de los puentes por semanas conociendo la historia del lugar y la región durante seis meses. Ahora tenemos un resultado que se verá en Bogotá en una muestra de arte. El llamado proyecto Lara (Latin American Roaming Art) o de arte itinerante de América Latina, cumplió sus objetivos. Nuestro medio y nuestros artistas tienen mayor proyección internacional. Los nuestros continúan abandonados a su suerte. Los hacedores de cultura, no los vividores de ella, porque están los dos tipos, parecieran quedar cada día más en la orilla del abandono al que lo someten las instituciones encargadas de apoyarlos en universidades y el gobierno mismo. Existen organismos que dicen representar a los escritores y artistas como intermediarios políticos y financieros y que sólo finalmente explotan sus nombres, se sacan la foto, goterean importancia y salen y se van. Triste y sombrío el camino que avizoro para todos ellos, mucho más cuando la falta de formación y sensibilidad de los funcionarios encargados de impulsar tienen siempre un no en la garganta. Personalmente he sido bien tratado a lo largo de años. No lo digo por mi que por fortuna y gracia de Dios me encuentro lejos, sino por lo que me despierta la observación de proyectos y sueños de los nuestros sin encontrar eco alguno o siquiera una esperanza. Pero si por estos lados llueve por el sector privado tampoco escampa. Consideran limosna, dádiva caritativa y no vínculo respetuoso el apoyar a grupos de teatro, artistas, en fin, gente de la cultura en diversas expresiones. Ojalá aparezcan mejores tiempos porque los cantantes y los compositores, los artistas de todo tipo y los intelectuales seguirán su camino a pesar del desdén.

Por: AGUSTIN RICARDO ANGARITA LEZAMA
El ambientalismo social es una propuesta centrada en el ser humano. Es una mirada integral, donde el ser humano y su entorno son parte de un todo, no están separados ni aislados. Tradicionalmente se mira al ambiente como lo que rodea al ser humano, por lo tanto, se aísla al ser humano del ambiente y se mira este simplemente como un medio, como un objeto, como un  instrumento a usar, a utilizar. Esta concepción de ambiente como separado del ser humano, instrumentaliza al ambiente y lo mira como algo para explotar, para sacarle beneficio. Nunca para cuidarlo.
El capitalismo es un sistema económico fundamentado en la ganancia, en la obtención de rentabilidad y lucro. Para el capitalismo todo es una mercancía que se compra y se vende, incluyendo el entorno social, el ambiente.
Un gobierno serio asume como propia la responsabilidad de que toda intervención que se ejecute puede tener consecuencias sobre los seres humanos, y que esto se debe evitar o por lo menos mitigar. Pero siempre asumiendo que se debe conservar, proteger y preservar el ambiente para hoy y para el futuro.
La minería informal, por sus características, no cuida el ambiente. Genera muchos problemas para hoy para el futuro. Es una fuente de contaminación muy peligrosa. El gobierno pasado, de la seguridad democrática, basaba su proyecto de desarrollo en la confianza inversionista.
MARTHA ESPERANZA RAMOS DE ECHANDIA
Promociona con total éxito el libro Cuentos para mis nietos de la escritora portuguesa Elzira Dantas Machado