"El proceso de rendición de
cuentas propicia los espacios para socializar y retroalimentar a la gestión
pública y construir conjuntamente el camino hacia la prosperidad colectiva y el
desarrollo territorial, entendido éste como un proceso de cambio progresivo en
un territorio específico, que vincula activamente a diversos actores de
carácter público, privado y comunitario. El Gobierno nacional concibe la
rendición de cuentas social como una relación de doble vía entre la
Administración y la ciudadanía, en la cual la primera tiene la obligación de
informar sobre sus acciones y justificarlas, mientras que la ciudadanía tiene
el derecho de exigir explicaciones, retroalimentar la gestión pública
territorial e incentivar el buen desempeño y comportamiento de sus gobernantes
y sus equipos de trabajo."
