PERIÓDICO EL PÚBLICO
¿DESARROLLO ES IGUAL A CRECIMIENTO ECONOMICO?
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Tradicionalmente se toman como sinónimos los conceptos crecimiento económico y desarrollo. Desde hace varios años los estudiosos e instituciones académicas han entendido que el concepto desarrollo no se restringe meramente a la economía sino que necesita una visión más amplia y compleja, que involucre valores, la cultura, imaginarios colectivos, fortalezas mentales e ideológicas, el ambiente, etc., y no solamente indicadores como PIB, NBI, cobertura en salud y educación, puentes y avenidas, etc.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha considerado que hay que recuperar el humanismo, la espiritualidad, lo ambiental y los estudios sistémicos para entender el desarrollo más allá de la mirada que lo reduce al simple crecimiento económico. Según PNUD “el desarrollo humano puede describirse como un proceso de ampliación de las opciones de la gente…Más allá de esas necesidades, la gente valora además beneficios que son menos materiales. Entre ellos figuran, por ejemplo, la libertad de movimiento y de expresión y la ausencia de opresión, violencia o explotación. La gente quiere además tener un sentido de propósito en la vida, además de un sentido de potenciación. En tanto miembros de familias y comunidades, las personas valoran la cohesión social y el derecho a afirmar sus tradiciones y cultura propia”.
Max-Neef quien trabajó en la elaboración del concepto de Desarrollo a Escala Humana, está convencido de que “tal desarrollo se concentra y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de autodependencia y en articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la Sociedad Civil con el Estado”.
Según Güell, sociólogo del PNUD, el desarrollo necesita 4 criterios: a) las personas y su subjetividad NO son un recurso adicional, sino un requisito indispensable del desarrollo; b) Reconocer que la subjetividad social no significa construirle a la sociedad defensas y refugios frente a la delincuencia, las pobrezas o el delito, sino potenciar su capacidad de manejarlas; c) La reivindicación de la subjetividad colectiva como objetivo y motor del desarrollo no debe derivar populismos voluntaristas; d) La toma de decisiones para el desarrollo NO puede ser tecnocrática, pues involucra incertidumbre, respeto a la diversidad y discernimiento público.
Entonces, el verdadero desarrollo no es una lista acumulada de cosas que se yuxtaponen una sobre otra; tampoco se logra por la adición de acciones, sin importar el mérito intrínseco de cada una de ellas. El desarrollo no es alcanzable por la sumatoria de acciones, sino mediante una simultaneidad de interacciones, vínculos de procesos,  relaciones de confianza, del papel de la justicia, del conocimiento y de las destrezas interiorizadas en las personas, de la salud oportuna y de calidad, de los sentimientos y emociones que, en su articulación con la economía, lo hagan surgir o emerger.
El crecimiento económico es un medio para lograr el desarrollo, pero el desarrollo es mucho más que crecimiento económico. El desarrollo es llegar a SER pasando por la posibilidad de tener; pero el crecimiento económico es TENER, acumular, importando poco el ser de una sociedad ni de los miembros que la componen. ¿A qué aspirará Ibagué, a desarrollo o a mero crecimiento económico?