Ser alcalde en Colombia es bien difícil.
Jorge Enrique Robledo - Senador Coloimbia |
El gobierno nacional les quita plata a los municipios pero les transfiere cargas y responsabilidades. Es necesario modificar la Ley de Regalías.
“Gobernar siempre es difícil. Y administrar pobreza, siempre es bastante difícil.” Así saludó el senador Jorge Enrique Robledo a los más de 1.100 alcaldes de Colombia reunidos hoy en el Congreso de la Federación de Municipios. Robledo les explicó a las alcaldesas y alcaldes de Colombia que con la Reforma a las Regalías, el gobierno nacional ya completa en los últimos años varias reformas fiscales dedicadas a quitarles dineros y recortarles las transferencias a los municipios y al tiempo pasarles más cargas y responsabilidades, por las que debería responder el gobierno nacional. “Lo de la Ley de Regalías no terminó bien”, señaló Robledo. Aunque por cuenta de la lucha de los alcaldes y de algunos congresistas quedó consignado que se les destinaría una parte de los dineros de la regalías, 40 por ciento de la plata del Fondo de Compensación Regional. Sin embargo, agregó Robledo, que esa plata llegue a los municipios va a ser bien difícil. Todos los alcaldes tendrán que competir entre sí y el gobierno nacional será en últimas quien defina quién pasa y quién no sus filtros. “Las normas como están terminarán conduciendo a que todos los recursos se queden en macroproyectos. Todo para el Gobierno nacional. Nada para los alcaldes”, concluyó Robledo. Por eso el senador del Polo Democrático invitó a todos los alcaldes a que a partir del 16 de marzo, fecha en que se inician las sesiones del Congreso, presionen al gobierno nacional para que en la conciliación de la Ley de Regalías quede alguna frase que les permita gastar o influir más en como se gastan los dineros de las regalías. Y también les planteó que en el futuro se tramite en el Congreso, con el apoyo de la Federación de Municipios, una reforma a la Ley de Regalías para que las regalías se puedan gastar en proyectos de importancia local. Ese es un derecho de todos los alcaldes, en especial los de los municipios más débiles, finalizó Robledo.