PERIÓDICO EL PÚBLICO

Por: ALBERTO BEJARANO ÁVILA


PARA: Concejo y Alcalde de la municipalidad de Ibagué.
PROPUESTA: COMARCAS IBAGUEREÑAS DE PLANEACIÓN Y GESTIÓN CIGP
Enfoque contextual: El municipio de Ibagué tiene una superficie total de 1.439 Km2 y su área urbana ronda los 80 km2, un 5% aprox. Para establecer un referente espacial tomamos al Departamento del Quindío con una superficie de 1,960 Km2, solo mayor a la de Ibagué en un 36%, pero, sabido es, cuenta con 12 municipios en área promedio de 163.3Km2. Recordemos que Ibagué tiene 17 corregimientos con una superficie promedio de 84.6 Km2. Una mirada ligera muestra que en la superficie del Municipio de Ibagué cabrían 9 municipios quindianos.

Para el imaginario colectivo Ibagué es una ciudad, un espacio urbano, es decir, tan solo visibilizamos el 5% del territorio mientras que el 95% restante es un espacio borroso, casi invisible y marginal, salvo en épocas electorales. Además en Ibagué reside cerca del 50% de la población del Tolima y una sencilla extrapolación nos permite suponer que en Ibagué habitan alrededor del 35% de las personas nacidas en cada uno de los demás 46 municipios, dato que indicaría que Ibagué, visto en perspectiva sociológica, es casi medio Tolima y sin embargo no tiene lazos de comunicación con el otro medio, no hay cultura de regionalidad ni articulación de las redes económicas, no existe una debida conectividad y el entramado vial es precario.

Claro, hoy no resulta procedente ni oportuno señalar que la Municipalidad de Ibagué debería ser departamento, pero si es necesario convocar a que todos intentemos reenfoques originales, hagamos miradas amplias y profundas, nos esforcemos en entender lo sistémico y lo complejo y que desvelemos las potencialidades reales para el futuro ibaguereño

Derechos y potencialidades. Por principio de equidad el sector rural merece igual esmero que el área urbana, pero, además de esta justa ponderación, el ibaguereño debe estar consciente de que precisamente es en ese extenso territorio rural de la municipalidad donde se localizan las mayores y mejores potencialidades para encarar con éxito los quehaceres para alcanzar el desarrollo local. El Agua, la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria, la paz, las biociencias, los bionegocios, las fuentes de energías renovables, el equilibrio ecológico, los subsectores del turismo, la agroindustrialización y muchos otros recursos y factores claves e ineludibles para pensar y proyectar el buen futuro de los ibaguereños, se hallan en esos 1350 Km2 que hoy desconocemos o no le reconocemos su real dimensión y valía.

La presencia de las diversas autoridades, de los promotores, técnicos y “científicos”, de los planificadores y de los responsables del desarrollo en general es esporádica y ligera. Los corregidores pagados con nuestros impuestos (queja recurrente) solo visitan sus despachos por unas pocas horas a la semana. Los campesinos generalmente deben pedir como generosa concesión lo que constituye su derecho. Las instituciones educativas y de salud adolecen de crónica desatención. En fin, la problemática es tan compleja como inadmisible si se tiene en cuenta la importancia trascendente de estos vastos territoritos.

La propuesta: Las CIGP. Ibagué más que ciudad es un municipio y ello obliga de sus gobernantes y dirigentes especiales atributos y acciones: conocimiento global, reconocimiento sistémico del entorno, políticas equitativas de inclusión, cuidadosa planificación de cada una de las subdivisiones geopolíticas, presencia permanente y estable en todo el territorio y un liderazgo eficaz en todo el tejido social para que se puedan cumplir a cabalidad los urgentes y complejos quehaceres del desarrollo local. Por estas razones, entre tantas otras, se propone constituir por acuerdo municipal la CREACIÓN DE DIECISIETE (17) COMARCAS IBAGUEREÑAS DE PLANEACIÓN Y GESTIÓN. De planeación, porque cada uno de los 17 corregimientos debe contar con su propio plan de desarrollo debidamente inscrito en el Plan de Desarrollo Municipal y en los presupuestos económico-financieros. De gestión, porque cada uno de los corregimientos merece intervención sostenida y precisa a partir de objetivos, programas y metas especificas y, desde luego, debe contar con responsables para asegurar su cumplimiento.

Para un adecuado funcionamiento u operatividad de las 17 Comarcas Ibaguereñas de Planeación y Gestión, CIGP, se sugieren algunas particularidades:

·         Establecer la norma que asegure la oportuna elaboración y el cumplimento de las etapas de investigación, planeación y presupuestación comarcal.
·         Instituir, para los corregidores, funciones atinentes al cumplimiento del Plan de Desarrollo Comarcal. El corregidor, quien debe ser seleccionado con especial perfil para atender las implicaciones del Plan de Desarrollo Comarcal, tendrá funciones propias de “Alcalde Menor Rural” y deberá reportar el cumplimiento de sus tareas a las instancias pertinentes.
·         Instituir, sin perjuicio de las funciones de las juntas de acción comunal o las JAL un Consejo Comarcal que hará las veces de cuerpo director, consultor y fiscalizador para el correcto cumplimiento del Plan de Desarrollo Comarcal. Este organismo debería estar compuesto por representantes de los empresarios rurales, de las diversas organizaciones de la sociedad civil de la comarca y de las instituciones públicas o privadas que tienen competencia sobre asuntos propios de cada área comarcal.
·         Constitución de la Federación de Comarcas Ibaguereñas a efectos de coordinar, articular y promover sinergias que cualifiquen el cumulo acciones que se ejecutan en el territorio municipal.
·         Adelantar un cuidadoso proceso de socialización y formación comunitaria para empoderar a los habitantes de cada comarca a efectos de favorecer la concurrencia de los esfuerzos hacia al éxito del Plan de Desarrollo Comarcal y del Plan de Desarrollo Municipal.