Por: Luis
Eduardo Chamorro Rodríguez
El
nivel educativo alcanzado por cada persona, es uno de los determinantes de los
ingresos que reciba para vivir. De ahí la importancia de incrementar el
promedio de grados de escolaridad, como una estrategia para reducir la pobreza.
Igualmente,
incrementar el número de estudiantes de bachillerato y de Educación Superior,
es una estrategia válida y viable para reducir el desempleo. Porque de esta
manera se disminuye la Tasa Global de Participación que se tiene como referencia para medir el
desempleo. Si hay un buen número de
personas con 12 años o más (Población en Edad de Trabajar ) que están
estudiando, ellos no harán demanda de empleo porque su disponibilidad de tiempo
para ello se disminuye, no harán parte de la Población Económicamente Activa (PEA)
.
El
último informe del DANE sobre pobreza monetaria en el Tolima en el año 2011,
divulgado en la primera semana de enero del presente año, contiene datos que se
relacionan con la educación como una de las variables a tener en cuenta al
analizar el fenómeno de la pobreza en nuestro departamento.
Con
base en el nivel educativo de los jefes del hogar, el informe dice que “la tasa
de incidencia de la pobreza es mayor mientras menor sea el nivel educativo del
jefe del hogar al que pertenecen”. De
esta manera, la pobreza será menor en donde el jefe de hogar tiene estudios de
educación superior. El porcentaje de
personas en situación de pobreza y pobreza extrema disminuye a mayor grado de
escolaridad del jefe del hogar. En el año 2011, el 37.0% de las personas que
estaban en la categoría de pobres, apenas tenían educación primaria o no tenían estudios. Ese
porcentaje disminuía a un 25.8% si el jefe de hogar tenía estudios de
bachillerato, bajaba a un 19.4% si tenía
título de técnico y llegaba a un 5.1% si el jefe de hogar tenía estudios de
educación superior .
En
la pobreza extrema, un 22.5% pertenecían a hogares que no tenían estudios o
apenas habían cursado la primaria. “Cuando el jefe del hogar es bachiller o técnico este porcentaje se reduce a 7.4% y
2.3% respectivamente”, dice el informe.
Entonces, una de las tareas es la debe incrementar la
cobertura y la calidad educativa en el Tolima si queremos salir de ese ranking
de pobreza en que estamos. No puede ser satisfactorio que entre 24 entidades
territoriales objeto del estudio sobre pobreza, ocupemos el puesto once y que
estemos por encima del promedio nacional, después de Chocó, Cauca, Córdoba,
Magdalena,La Guajira,Sucre, Nariño , Huila , Cesar y Bolívar. Y más grave, aún,
que ocupemos el puesto décimo entre los departamentos con mayor pobreza
extrema, aquellos donde los hogares no tienen ingresos básicos de subsistencia.