Publicado el 7 de abril de 2013 en El Colombiano
¡ No contaban con mi astucia ¡
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Tengo el pálpito de que Santos nunca dejó de ser
liberal y que trabajó por fortalecer su partido, mientras usaba la camiseta del
Partido de la U.
Nada de malo tiene ser liberal. Lo que me inquieta es percibirlo poco
transparente y desleal con Álvaro Uribe.
Me molesta que los de a pie hayamos sabido de los
diálogos con las Farc cuando ya iban como 127 reuniones, y que el grupo
guerrillero expida comunicados y el Gobierno guarde silencio total.
¿Serán globitos que este último usa para analizar la
reacción de la opinión pública?
Me da rabia conmigo misma cuando fui asaltada en mi
buena fe por el entonces Mindefensa Santos, y tengo un montón de empresarios
paisas de testigos. Fue a comienzos de 2010, mientras el presidente Uribe
volaba a Davos. Santos me dijo que, aunque el diálogo era fuera de grabación,
podía poner en El Colombiano: "Uribe no va".
Como creí que era una fuente fidedigna, así titulé en
la primera página del diario que dirigía.
Presiento, además, que Santos cree que el conocimiento,
la sabiduría y el carisma se transmiten por genética lateral (¿?) o por
contagio. Pero este Santos no es ni sombra de su tío abuelo, el presidente Eduardo
Santos, ni de su último jefe, el presidente Uribe. ¿Creerá, como Maduro, que
estos atributos le llegarán por medio de un pajarito cantor?
¿Habrá Santos reflexionado sobre lo que significa
entregar un montón de zonas a las Farc? Si los guerrilleros llegasen desarmados
a dichas zonas, muy fácilmente se rearmarían y en poco tiempo podrían echar
toda autoridad y convertirse en los amos y señores. Es decir, habría un montón
de "caguancitos" que, a la larga, se unirían.
Esto es bien distinto a estar en zonas circundadas por
el Ejército y la Policía mientras dialogan. Después, si se firma la paz,
tendrían que someterse a la Ley de Justicia y Paz.
Como a JMS le queda prácticamente un año en la Casa de
Nariño, una de tres: o prolonga el proceso con las Farc para hacerse
indispensable y esa sería la fuerza de su campaña reeleccionista; o les entrega
"republiquetas" a la guerrilla, como las denominó Minagricultura,Juan
Camilo Restrepo, y firma la paz; o impulsa a Germán Vargas Lleras, que salió
bien distinto a su abuelo, el presidente Carlos Lleras Restrepo.
Me choca que Santos sea un presidente reactivo. Actúa
cuando lo presionan. Manda a sus ministros a los sitios donde las protestas
están infiltradas de violentos. Adonde no hay violentos, no manda a nadie. Eso
les iba pasando a los cafeteros que pararon en Antioquia y no bloquearon vías.
Percibí populismo puro, y puro show en su
visita esta semana a la comuna 13 de Medellín. ¿O no lo será, manejar, mirando
al fotógrafo, una patrulla policial?
¿Cómo podrá acabar las tristemente llamadas "ollas
de vicio", mientras sea legal la dosis personal de estupefacientes?
A los viciosos de hoy hay que hacerles un tratamiento
médico y sicológico integral.
Pero la dosis personal produce ollas de vicio hasta en
los más encumbrados salones de Bogotá. Y dicen que como allá están 2.600 metros
más cerca de las estrellas, éstas los hace sentir muy, pero muy iluminados. Me
impacta ver a un periodista conspiretas, tan amigo ahora de Samper. Me refiero
a Santos. Conspiretas nos llamaban a los que no estábamos de acuerdo con Samper
por ciertos dineros que financiaron su campaña. ¿Será que ahora hay un nuevo
modelo de conspiretas y Santos encaja en él?.