Por: Alberto Bejarano
Ávila
¿Ibagué
es una ciudad? Quien así lo cree sólo visibiliza el 5% del territorio municipal
y percibiría de manera subjetiva o etérea el 95% restante y, dispénsenme, así
jamás podremos imaginar desarrollo. El área aproximada del Ibagué urbano será
de 80 km2 de una superficie total de 1.439 Km2, donde
cabrían 9 municipios del Quindío, departamento con 12 municipios de área media
de153 Km2 y una superficie de 1,845 Km2, mayor
a Ibagué apenas en un 28%.
Ibagué
tiene 17 corregimientos (área media, 79.9 Km2.) prosaicamente
articulados con las redes económicas. Las carreteras son pésimas, a tal grado
que uno podría apostar adonde se llega primero saliendo de la Alcaldía a igual
hora, a Nueva York o a Toche. Parece que el POT se ocupa solo de los 80
Km2 y olvida que es en el extenso territorio rural del municipio, 1.359
Km2, donde se hallan los mayores y mejores recursos para forjar el
desarrollo: Aguas (ganas le tienen), equilibrio ecológico, sostenibilidad
ambiental, seguridad alimentaria, agroindustria, biociencias, bionegocios, subsectores del
turismo, paz y muchas más riquezas y oportunidades que podrían sustentar
auténticos proyectos políticos de futuro para el ibaguereño.
Inaceptable
es que el político omita o ignore intrínsecos valores territoriales (salvo en
elecciones); que autoridades, promotores, planificadores, científicos y tutores
del desarrollo hagan presencia ocasional y ligera en el campo; que el campesino
tenga que mendigar aquello que le toca por derecho; que un corregidor pagado
con nuestros impuestos (queja recurrente) acuda a su lugar de trabajo pocas
horas al mes; que las instituciones educativas y de salud ninguneen el
campesino. Tan limitada ha sido y es nuestra visión de municipalidad que hasta
la página web de la Alcaldía (visítenla ustedes), sobrealimentada de fotografías
y desnutrida de ideas, pondera el Ibagué urbano y excluye o alude vaguedades y
generalidades respecto al extenso, fértil y bello Ibagué rural. Así hasta la
esperanza terminará perdiéndose.
Sin
lograr siquiera acuse de recibo, hace pocos días propuse formalmente a la
Alcaldía y Concejo Municipal de Ibagué crear diecisiete (17) comarcas de investigación, planeación y
gestión CIPG. De investigación porque
debemos inventariar nuestros recursos. De planeación, porque cada corregimiento
debe tener su plan de desarrollo comarcal PDC, integrado al Plan de
Desarrollo Municipal y sus presupuestos económico-financieros. De gestión,
porque cada corregimiento debe contar con funcionarios idóneos, eficientes y
constantes que ejecuten las tareas requeridas para alcanzar los objetivos
establecidos en su plan de desarrollo.
Para
garantizar acciones eficaces, la propuesta sugería unas pautas. Veamos: Precisar
normas y métodos participativos para investigar, planear y presupuestar las
comarcas. Otorgar al corregidor (con perfil ejecutivo para gestionar el PDC) atribuciones de “Alcalde
Menor Rural” y fijarle funciones y pautas precisas para que ejecute el PDC y reporte a las
instancias pertinentes. Instituir (sin perjuicio de la junta de acción comunal
y JAL) un Consejo Comarcal (lo
integrarían empresarios rurales y delegados de ONG e instituciones públicas
y privadas con competencia en lo rural) que asesore y vigile los avances del PDC. Crear la Unión de
Comarcas Ibaguereñas como órgano coordinador, articulador y promotor de sinergias.
Ejecutar en la comarca planes continuados y serios de educación y socialización
de su PDC para empoderar a los
habitantes del corregimiento y así lograr la concurrencia de esfuerzos en la
ejecución de su plan comarcal y el Plan de Desarrollo Municipal PDM. Esta, grosso modo, es
iniciativa que el señor Alcalde y el H. Concejo Municipal pueden ampliar,
cambiarle nombre si así les parece y sacarla adelante o pueden rechazarla y
enviarla al archivo. Ya lo veremos.