Un axioma
lógico diría que “todo en su justo sitio y medida”. Respecto al desarrollo,
¿Qué atañe al Estado Colombiano y qué la Región Tolimense? Si bien el análisis
de este dualismo crucial ocuparía más de una cuartilla, me atrevo a anticipar
que nuestra menguada cultura política asigna al Estado el rol de proveedor de
progreso y a la región el de beneficiaria de la “bondad y sapiencia” estatal,
craso error que lleva a creer que nuestro destino depende de “arriba”, no de la
voluntad regional.
Mientras tal
paradigma guíe la visión de futuro del dirigente regional, ideas esenciales
como peso político, territorio histórico, identidad, espíritu autonómico,
empoderamiento, ciencias aplicadas, cohesión social, formación de capital,
desarrollo endógeno y otras ideas fuerza constitutivas del armazón ideológico
del auténtico desarrollo regional, serán desechadas o tildadas de caprichosas.