PERIÓDICO EL PÚBLICO
Ansias de reconocimiento                                                       
Por: Laura Inés Castro Cortés
Alguien tendrá que encontrar la fórmula para calmar las ansias de grandeza y poder que adquieren nuestros gobernantes. En el Tolima vemos como buscan y alcanzan condecoraciones por su desempeño. ¿No es para eso que los elegimos? Para que hagan su trabajo, para que cumplan sus compromisos y promesas de campaña y para eso el Estado les suministra garantías de: infraestructura física, talento humano, recursos naturales y económicos y finalmente un sueldo como compensación a ese empleo que alcanzan.

En el Tolima, el gobernador ha recibido más de dos condecoraciones de manos de Alcaldes y también tiene reconocimiento como uno los mejores del país. A su vez el alcalde de Ibagué anuncia en sus boletines de prensa que fue escogido como uno de los mejores alcaldes del territorio nacional.

Ahora bien, la exaltación y el reconocimiento deben ser directamente proporcionales al progreso, al desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de un municipio o departamento. Ibagué no muestra signos de recuperación en el tema de empleo, su malla vial dista mucho de ser una de las mejores en Colombia. El premio a la segunda ciudad con el mejor clima para los negocios, no es coherente con segundo lugar de desempleo que muestran las últimas estadísticas del DANE. La educación, la salud y la vivienda no son ejemplo nacional por sus elevados estándares de calidad.

El departamento del Tolima por pocos puntos se nivela con el departamento del Choco en pobreza y miseria. ¿Entonces cómo pueden calificarse esos alborotos de exaltaciones y condecoraciones? Yo los veo como una forma de manipulación y preparación de  terreno político.

Ahora para completar,  al final de año los medios de comunicación tanto del nivel nacional, como departamental y local, se dedican a darle bombo a todos sus seguidores, realizando sondeos y encuestas de opinión,  para que finalmente  destaquen a los mandatarios  como los personajes del año. Causa curiosidad, la tarea que hacen algunos líderes comunales ponderando y exagerando el agradecimiento por las inversiones hechas en determinado lugar,  como si los recursos empleados para dicha actividad salieran del bolsillo del mandatario.

No comparto  estas prácticas. Los gobernantes están por fuera de ese concurso. Las  razones las expuse al comienzo de este escrito. Es personaje quién cumple con una actividad intelectual, social, ambiental, económica, cultural, deportiva, pedagógica o trabajo  especial, en circunstancias adversas y difíciles, cuando se obtienen logros que ameritan  exaltación y reconocimiento fuera de lo común, porque resalta los valores y el talento de todo un pueblo o región. Porque  impactan positivamente en un determinado entorno.  Por eso, los gobernantes con sus votos y elección popular ya son personajes fuera de cualquier encuesta o sondeo. Durante todo el año son el centro de la noticia, por lo que dicen, no dicen, hacen o  dejan de hacer.

Sería bueno darnos a la  tarea de buscar los verdaderos personajes en las diferentes  áreas y disciplinas del quehacer cotidiano. El Tolima tiene  personas que por su talento y desempeño pasarían sobrados la prueba.  Ahí está la misión rescatarlos y descubrirlos para cambiar el paisaje de los mismos.