“LA VERDAD DUELE”
Por Germán Barberi Perdomo
Con el comentario que hago a continuación, se demuestra que masivamente leen el blog del “periódico el público” y también “Actualidad Tolimense”, donde publiqué sendas columnas tituladas “La necesidad de un periodismo serio y responsable”, en cuyo artículo después de concebir sensatos análisis sobre la verdadera misión del periodismo, hice una acotación real y que produjo sentimientos en el alma, por aquello de que “la verdad duele”.
Se afirmó en aquella columna que:
“Y qué decir del mal llamado diario de los ibaguereños, donde jamás registran la realidad, salvo que sea del agrado del director-gerente, quien ostenta como en los gobiernos de facto, todas las dignidades y es quien decide cuál honra ajena se vulnera día a día, con una ausencia total de seriedad, profesionalismo y ética, llegándose al oprobioso sistema de parapetarse tras seudónimos, como cobardes innatos, para mancillarlas, sin pasión.
¿Y hasta cuándo los tolimenses e ibaguereños deberemos soportar ese karma, que ha llegado al extremo de intimidar la magnitud de la justicia, pues nada les pasa, frente a denuncias justas?
La copa se rebosa y no hay mal que dure toda la vida…ni cuerpo que lo resista.”
Pues bien, el simpático gordito que gerencia en forma vitalicia un periódico que los Tolimenses han llamado con razón “El nuevo odio”, se molestó y en su siempre actuar ético, sin mancha, probo, con profesionalismo, sin ánimo retaliativo, se parapetó tras un seudo-periodista con habladito raro de esos que contrata con sueldo de hambre, para buscar algo ilegal que el suscrito hubiere hecho como abogado. Y como no lo encontró, porque en mis 29 años de ejercicio profesional no he tenido siquiera una investigación por actuaciones como profesional del derecho, salvo una con Fiscal comprado, en cuyo complot actuó el “gordito simpaticón” cuando era concejal en el año 1992 y que me representó- gracias a él- una importante suma de dinero como indemnización por los perjuicios causados, cuando demostré la infamia de la acusación amañada, pues entonces acudió a averiguar si yo había pagado los cánones de arrendamiento de la oficina que utilizo en el Mezzanine del Hotel Ambalá, desde años atrás, y como sabía del desorden contable de la gobernación, concluyó que era un “abogado mala paga”, cuando las pruebas en mi poder muestran lo contrario, y me dedicó una página completa del pasquín que regenta, con bella foto tomada sin permiso del blog, al cual me enorgullezco de pertenecer, dándome una publicidad inmerecida, aún cuando poco leída, por la reconocida escasa circulación del periodiquillo de pacotilla, hasta el punto que quiero solicitarle a FERNANDO HERRAN, me permita escanearla para publicarla por esta, sí leída página, para poder darme más publicidad.
Y lo curioso del caso, para Ripley, es que en el foro que se abre para que la gente opine sobre la noticia, todo se le vino encima al “gordito simpaticón”, donde lo tildaron de todo, le recordaron que debió salir del BIC, como gerente por tumbar a sus clientes como a Don Marcos Bonilla (q.e.p.d) padre de la actual directora de Cortolima a quién engañó con un préstamo supuestamente a varios años, firmando un pagare que obviamente no leyó pero con datos mentirosos del gordito gerente de la época con las artimañas que ahora utiliza en el periodismo y lo cobró al mes, vendiendo el crédito a sus testaferros para que embargaran, como lo hicieron, perdiendo por la estafa de que fue objeto, un apartamento en Bogotá. Averigüen a ver si es cierto. También le recordaron que lo tienen callado frente a la corrupción y el robo a Ibagué, por el contrato de seguros que le adjudicó Chuchito a la esposa del gordito simpaticón.
Y fue tanto lo que le dijeron, que a las 5 de la tarde del día de la noticia, la misma con los comentarios fue retirada de la página web del periódico, cuando esta se mantiene normalmente hasta las 12 de la noche que aparece la nueva versión pasquinesca.
Pero como yo soy inquieto, sin ánimo de venganza, pero sí de investigador, voy a averiguar cómo se adjudicó ese contrato de seguros y de encontrar algo “raro” les cuento y de pronto a los órganos de control, porque me daría pena que el gordito simpaticón….tuviera que ir a hacer visitas conyugales a Picaleña…
Ah…y el periodista Gilberto Martínez, alias Morrongo, prepárese porque va a tener que probar las falsas afirmaciones que hizo en ese blog.