PERIÓDICO EL PÚBLICO
SALÓN INTERNACIONAL DE GRABADO EN EL MUSEO DE ARTE DEL TOLIMA
Por: Carlos Orlando Pardo
Extraordinaria la exposición internacional del salón de grabado que se acaba de inaugurar en el Museo del Arte del Tolima. Es esta la segunda exitosa versión que se cumple en Ibagué, donde tres prestigiosos artistas españoles invitados y 36 participantes del país, muestran obras con diferentes técnicas que inclusive llegan hasta la cerámica. Pareciera un milagro pero tiene nombre propio y se debe a la persistencia de un artista como Fabio Morales, cuya idea y coordinación ha logrado este valioso regalo para quienes habitamos la ciudad. Allí puede apreciarse igualmente el preciosismo del médico artista y la audacia de su propuesta, sin duda sobresaliente entre la treintena de expositores junto al trabajo de Jorge Montealegre.  Los españoles son verdaderos maestros en su oficio en el que llevan no pocos años con dedicación casi mística y por fortuna con resultados que reconfirman su talla internacional. Ana Felipe Royo, Enrique González Flórez y Julio León Aguilera, manejan desde el gran formato al pequeño y nos hipnotizan con su obra donde la textura y la composición sobresalen y asombran sin dificultades.

 Nadie debería perderse la muestra de un trabajo plástico que no nos deja indiferentes y por el contrario nos remonta a la paz creativa despertándonos admiración y un sosiego placentero. Podría quedarse ahí las semanas que durará la muestra, pero tiene además como aditivo la programación de una serie de conferencias orientadas por cada uno de estos artistas invitados y el desarrollo de un taller especializado sobre el tema. Es una gran oportunidad para ver las tendencias, las alternativas de hoy y la historia misma del grabado que no sólo causa gusto cuando están en los billetes. Sale uno con el deseo de regresar sin duda a disfrutar de la exposición que enaltece la capital del departamento y consolida el aporte de un centro cultural donde se ve que no ha sido vano el monumental esfuerzo de su presidente fundador, Darío Ortiz Robledo ni los que cumple su directora Margareth Bonilla. La visita al museo siempre es refrescante y puede combinarse con una revista a otros lugares donde se goza con nostalgia la Ibagué antigua del Tigre Camacho que nos remonta a la ciudad vieja con sus reliquias arquitectónicas y resume testimonios fotográficos desde 1920 a 1980, o recorre la sala de artistas clásicos y la de tolimenses consagrados. La invitación a gozar de nuestro MAT es abierta de domingo a domingo entre las diez de la mañana y las seis de la tarde y puede combinarse con sus ciclos de cine hasta para los niños un sábado, los talleres de escritura poética o de apreciación musical, en medio de un paisaje y un clima siempre refrescante.