PERIÓDICO EL PÚBLICO
Por ser del máximo interés transcribimos  El Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (PNVVC), el que nos dará las herramientas necesarias para la seguridad de la ciudad y hacer más efectiva la labor de la Policía Nacional. 

El Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria 
por Cuadrantes (PNVVC) frente al modelo de vigilancia tradicional

En los últimos años el modelo tradicional de vigilancia basado en la respuesta ante un hecho consumado, no resultaba suficiente para responder efectivamente a la compleja situación delincuencial y las nuevas demandas de los ciudadanos en materia de seguridad, en consecuencia, la Policía evolucionó hacia un modelo de vigilancia comunitaria que contemplaba una variación en los parámetros de seguimiento y evaluación a la gestión del servicio, los cuales, sobrepasan la medición de su efectividad en la “operatividad” (medida reactiva);
en este caso, la  evaluación se centra en el cumplimiento de las metas que se formulan en los cuadrantes de acuerdo con su diagnóstico, así, el mejor resultado es la satisfacción de la comunidad frente a un ambiente seguro. Bajo esta premisa, los aspectos a considerar son la gestión policial, la reducción estadística delictiva y la percepción ciudadana. 
Desde esta perspectiva, se ha comenzado a evaluar el desempeño de las unidades policiales a partir de factores como la eficacia en la protección de los ciudadanos, la presencia policial, los tiempos de respuesta a los requerimientos de la comunidad y el trato de los uniformados con el conglomerado que corresponde a su cuadrante. 
Despliegue, alcance y avances del PNVCC 
El lanzamiento del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria se realizó durante el primer semestre del año 2010, bajo el liderazgo de la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional; su implementación ha sido progresiva a nivel país, en principio en las ocho metropolitanas de Policía con el reconocimiento de las jurisdicciones, la clasificación y distribución de los cuadrantes, el incremento y capacitación del personal, así como la asignación de los medios técnicos y tecnológicos para el desarrollo del mismo. Durante el 2011 se extendió su implementación en 10 distritos especiales y 50 municipios priorizados.
El desarrollo del Plan en estas unidades pilotos se encuentra orientado a fomentar y lograr la corresponsabilidad en la conservación de la convivencia y el mantenimiento de la seguridad ciudadana mediante la acción conjunta entre autoridades político administrativas, autoridades de policía y ciudadanía en general; su ejecución ha implicado la delimitación territorial, la asignación de responsabilidades, recursos y ejecución de procesos en coherencia con el modelo de Vigilancia Comunitaria y el direccionamiento estratégico institucional, en la búsqueda de contrarrestar las causas y factores generadores de delitos y contravenciones, incrementar la confianza de la comunidad, la gestión territorial y el trabajo interinstitucional.
Lo anterior ha significado estructurar un modelo de servicio de Policía basado en la prevención, complementado con actividades disuasivas y reactivas, según lo exigen las circunstancias específicas de la jurisdicción, lo cual, a su vez ha planteado la necesidad modificar los métodos de evaluación de la gestión policial donde se privilegie la prevención sobre la cultura del “positivo” y se establezcan instrumentos para medir la percepción de seguridad ciudadana.
En consecuencia, el Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes,  ha  logrado delimitar niveles de responsabilidad en un área o espacio físico determinado para mejorar los tiempos de respuesta, implementar tecnología de punta que optimiza el servicio de policía, afianzar el compromiso individual del hombre y mujer policía, además de elaborar planes y proyectos preventivos, educativos, disuasivos y reactivos ante los problemas de seguridad presentes que requieren de una acción eficaz del cuerpo policial en conjunto con las autoridades político administrativas.
Corresponsabilidad en la prestación de un servicio integral bajo un enfoque comunitario
Frente al desarrollo del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes en el marco de la consolidación de un servicio integral de policía, las unidades  desconcentradas de la Institución (Regiones, departamentos, metropolitanas, distritos y estaciones de Policía), comparten un importante nivel de transversabilidad y corresponsabilidad, teniendo en cuenta que éstas hacen factible mantener el entramado de relaciones y coordinaciones que se hacen necesarias con la comunidad, las autoridades administrativas locales y regionales, para la atención integral de las problemáticas de violencia, delincuencia e inseguridad en cada una de sus jurisdicciones, con lo cual se asegura la planeación de las acciones de los programas, así como la articulación de esfuerzos y recursos en pro de la sostenibilidad de los mismos. 
Así mismo, mediante la realización de las actividades propias que contempla el Plan, las unidades policiales logran fortalecer su servicio en sectores con mayor problemática social, fundamentando su actuación bajo principios de prevención, proximidad, continuidad, coordinación interinstitucional, tratamiento integral al delito y las contravenciones. 
Adicionalmente, la fortaleza de la estrategia se centra en la construcción progresiva de las 12 capas que articulan los diferentes ámbitos del servicio de Policía con el trabajo de las demás instituciones y autoridades; constituyéndose todas en soporte fundamental en el desarrollo de las acciones preventivas, disuasivas y de control y persecución del delito y contravención al interior de los cuadrantes, garantizando la integralidad del servicio para intervenir acertadamente de acuerdo con la conflictividad social y complejidad en materia delincuencial que atentan contra la convivencia y seguridad ciudadana de determinada zona.
En este contexto, se han logrado importantes avances con la articulación del Plan Nacional de Investigación Criminal por Cuadrantes y el Plan de Inteligencia Policial por Cuadrantes al PNVCC, al constituirse los primeros en una herramienta de apoyo fundamental a las actividades que desarrolla la policía de cuadrantes en contra de la comisión del delito.
Bajo este esquema de trabajo se acompañará y actualizará a la policía de cuadrantes, acerca de la recolección de información, técnicas de entrevistas, manejo del lugar de los hechos y demás actividades tendientes a recolectar y conservar información clara y operacionalizable.
La recepción de denuncias y los procesos de criminalística, el análisis criminológico, la administración de información criminal y la investigación judicial, se vincularán a las actividades desarrolladas por la policía de cuadrantes para aumentar la efectividad en la jurisdicción frente a las actividades delincuenciales, permitiendo analizar los delitos de mayor impacto a la comunidad, el perfil de los delincuentes y la identificación, judicialización y captura de los responsables, así como las causas y consecuencias del delito.
Con base en los análisis, procedimientos técnicos, actividades jurídicas y acciones en contra de la criminalidad que conforman la investigación criminal, articulados en las actividades que cumple la policía de cuadrantes, la Institución busca aplicar herramientas que permitan la formulación de estrategias de alcance municipal, regional, departamental y nacional, que conceptúen alternativas para contrarrestar los factores que originan la conducta criminal y delincuencial.
Por su parte, la articulación del Plan Nacional de Inteligencia Policial por Cuadrantes con el PNVCC, se circunscribe en la producción de conocimiento anticipativo ante fenómenos delincuenciales y de conflictividad para prevenir situaciones de inseguridad mediante la identificación temprana de factores generadores de riesgo; es decir, una inteligencia accionable que, a través de una alta capacidad de recolección de información, producción y difusión de inteligencia, se anticipa a la comisión de conductas delictuales y restablece los niveles de seguridad. 
Así también, el desarrollo de esta estrategia se orienta al fortalecimiento y la prestación efectiva del servicio de Policía tanto en los centros urbanos como rurales, permitiendo cerrar las brechas entre la evolución institucional y la satisfacción por parte de la comunidad frente a sus expectativas de seguridad.
Por otro lado, como ejemplo de la articulación de las instituciones y las autoridades al PNVCC, es importante resaltar los avances alcanzados en la ciudad de Bogotá, a través de los 88 territorios de Gestión Social Integral y el apoyo decido de la Cámara de Comercio de Bogotá en el fortalecimiento de la estrategia y su implementación en la capital del país.
De acuerdo con lo expuesto, el PNVCC logra promover importantes cambios en el ámbito institucional y social que permiten:
Fortalecer el modelo de vigilancia comunitaria.
Contar con un policía más cercano a la comunidad y comprometido con su servicio
La obtención de respuestas más oportunas a las necesidades de seguridad de los ciudadanos.
Trabajo en equipo de las diversas entidades y entes del orden local, departamental y nacional.
Facilitar los esfuerzos públicos y privados, evitando la dispersión de los mismos.
Respuesta integral del Estado y no solamente policial a los factores generadores de la inseguridad.
Prevalecer la prevención, sin renunciar al control con equilibrio social.
Los cambios sociales indican que sólo un trabajo conjunto y coordinado, hace posible prevenir el aumento de la delincuencia y de esta forma, vivir en sectores más tranquilos. Pero este objetivo requiere de esfuerzos compartidos que involucran la ciudadanía, instituciones públicas y privadas, agencias de seguridad del Estado, autoridades locales y organismos internacionales. 
Retos y compromisos para garantizar el mejoramiento y el sostenimiento de la seguridad ciudadana en el marco del PNVCC
La continuidad en la implementación y consolidación del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes en todo el territorio nacional, plantea los siguientes retos:
Dinamizar el Sistema de Participación  Ciudadana de la Policía Nacional en el marco del Plan.
·         Generar sistemas de medición que permitan evaluar el impacto de los programas, con elementos objetivos.
·         Vincular al Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes a la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, como recurso de apoyo al servicio de policía que se presta en cada  cuadrante y aliados en la lucha contra la criminalidad.
La formación integral y disponibilidad de policías polivalentes con capacidad moral, ética y profesional para comprender sus funciones de prevención, disuasión, reacción y saber cómo aplicarlas en cada contexto dependiendo de las circunstancias y los actores.
Bajo este enfoque, el desarrollo y consolidación de esta estrategia operativa, particularmente, frente a las metas planteadas por el Estado al año 2019, no se limita al aumento numérico de personal, requiere definir el dispositivo policial conveniente para este cometido, lo cual, implica contar con policías formados en competencias especificas, además, de liderazgo, amplia cultura del trabajo (orientación a la solución de problemas, planeación y rendición de cuentas), conocimiento profundo del entorno que interviene y demás especialidades, de acuerdo con la función a cumplir en el ámbito del servicio que se desempeñe.
En este sentido, potenciar el talento humano capaz de garantizar el desarrollo y la sostenibilidad de la estrategia en el tiempo, requiere la cualificación de los procesos en las etapas de selección, formación y ubicación laboral del personal de la Policía Nacional que se necesita para la consolidación del Plan en sus diferentes etapas, con las competencias especificas demandadas en el contexto urbano y rural, así como en las diferentes especialidades para operacionalizar integral y efectivamente los diferentes cuadrantes en torno a los cuales se tiene previsto prestar el servicio.
La implementación y consolidación del Plan implica la evaluación y los ajustes necesarios en la planeación y operacionalización del servicio en todos sus ámbitos, de acuerdo con las directrices del nivel central; la medición de la gestión del mismo y la administración del talento humano; el desarrollo de capacidades institucionales, la asignación y ejecución de los recursos a la unidades; la sostenibilidad del sistema de participación ciudadana, la corresponsabilidad y coordinación con las demás autoridades; además, de la percepción de seguridad e imagen policial frente a la comunidad.
La planeación, desarrollo y evaluación de estos aspectos resultan fundamentales para realizar una asertiva implementación del Plan a nivel país, teniendo en cuenta las experiencias y lecciones aprendidas en la  materia a  nivel  internacional, las cuales han demostrado como en el caso de Chile, que el éxito y consolidación de una estrategia policial de tal envergadura es posible en la medida que su ejecución sea progresiva y se ajuste a la diversidad de los contextos en que se aplica.
En los niveles local y nacional el desarrollo de procesos de difusión, capacitación y acciones de intervención social directamente con las comunidades, el compromiso directo de las autoridades territoriales como corresponsables de la gestión y administración de las políticas públicas de convivencia y seguridad ciudadana y el ejercicio de la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos.
De esta forma se concibe y proyecta la estrategia policial que permitirá atender acertadamente los factores y manifestaciones que comprometen la convivencia pacífica de los asociados, contemplando la regulación de conflictos entre la comunidad y sus habitantes; la violencia intrafamiliar, las perturbaciones de la vida pública y sobre todo  la atención de aquello que pueda atentar contra la seguridad de las personas y sus bienes: homicidios, hurtos, etc. Con la atención de los conflictos sociales, la Institución obtiene resultados favorables en la búsqueda de hacer respetar la vida en su sentido más amplio, es decir, asegurar las conductas de los ciudadanos según lo dispuesto  en las normas establecidas, aportando a la cohesión y el orden social.
Así mismo, dadas las condiciones de seguridad del país y atendiendo los requerimientos del gobierno nacional, el servicio de policía de vigilancia comunitaria por cuadrantes en la medida que se vaya consolidando en todo el territorio colombiano, contribuirá decididamente en el restablecimiento del control estatal en regiones de alta conflictividad, el cubrimiento de las zonas de desmovilización y presencia de grupos armados ilegales (subversión y bandas criminales), la lucha contra actividades delincuenciales como el narcotráfico, el hurto de hidrocarburos y el aseguramiento de vías y corredores estratégicos.
De otro lado, esta organización del servicio de policía en el ámbito rural, garantizará la cobertura, permanencia y continuidad del mismo, el trabajo integrado con la comunidad, en aras de atender los problemas de convivencia en estas regiones, asegurando el control social y territorial que evita en gran parte contrarrestar los factores de desestabilización en el proceso actual y la reaparición de amenazas en la pacificación gradual del país.
En este sentido, el PNVCC se convierte en la mejor alternativa en el proceso de consolidación del Estado en toda la geografía nacional, favoreciendo los niveles de gobernabilidad y confianza de la población en las instituciones, así como la promoción de nuevos valores de convivencia (cultura de la solidaridad y la legalidad), que se requieren para el desarrollo integral de las regiones.
Además, permite el restablecimiento de las condiciones de seguridad que facilitarían la acción de los mandatarios locales y de las entidades del Estado encargadas de proveer los demás servicios básicos, como los de justicia, salud y educación. Lo anterior, para asegurar el mantenimiento de la institucionalidad del Estado y el libre ejercicio de los derechos de los ciudadanos.
Así las cosas, la implementación y consolidación de este modelo de trabajo traerá consigo beneficios en el mejoramiento del servicio policial, haciéndolo  armónico a su misionalidad y naturaleza civil que le es inherente; facilitando así su acercamiento a la comunidad, para responder de manera oportuna y efectiva a las verdaderas necesidades de convivencia y seguridad que tiene la sociedad colombiana en todo el territorio nacional.
Garantizar la sostenibilidad y efectividad del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria es responsabilidad de todos los policías de Colombia. Esto en razón a que sin importar en qué especialidad, unidad policial, trabajo o servicio se desempeñe cada uniformado, todos los esfuerzos se encuentran dirigidos al servicio de la comunidad.
Para el cumplimiento de esta misión intervienen todos los directores, jefes de oficinas asesoras, comandantes de región, comandantes de policías metropolitanas, comandantes de Departamento y servicios especiales así como los oficiales, suboficiales, patrulleros, agentes y auxiliares que trabajan en la vigilancia; además del compromiso de las autoridades político administrativas, instituciones estatales, sector privado y la comunidad en su desarrollo y consolidación.
De este modo, se avanza sustancialmente en el fortalecimiento del servicio de Policía, gracias a que esta estrategia de largo aliento contribuye en esencia al buen trato del ciudadano, a garantizar la confianza ciudadana en la institución policial; el aumento de la disuasión para contrarrestar la violencia y la criminalidad; afianzar el carácter civilista y preventivo de la Policía y garantizar el respaldo de las autoridades territoriales y trasparencia de la actuación policial.