DEMOCRATICEMOS AL IBAL
Por:
ALBERTO BEJARANO ÁVILA
¿Qué
ibaguereño no anhela realizar estas posibilidades?
Ser
accionista del mejor negocio del mundo, del presente y del futuro.
Que
ese negocio sea un monopolio decoroso, sin riesgos de competencia y que cuente con
abundante e inagotable materia prima.
Que
Ibagué sea modelo de iniciativas exitosas y prosperidad ciudadana.
Que
el problema del agua se solucione definitivamente.
Que
el politiqueo no intervenga más en nuestros asuntos vitales.
Que
las fuentes objetivas de riqueza no se cedan más a los foráneos.
Para
todo ibaguereño lo anterior es realizable: El mejor negocio del mundo es y será
el agua y aquí rebosa este vital recurso. El monopolio decoroso sobre el agua
potable lo tiene el IBAL. Sólo negándose a ser invitada de piedra la
comunidad ibaguereña podrá acometer iniciativas exitosas para construir
prosperidad ciudadana. El cómo hacerlo es asunto sencillo: DEMOCRATIZANDO AL
IBAL.
El
día 4 de abril de 2011 radiqué en la Alcaldía y en el Concejo Municipal la
propuesta democratizadora que adjunto a este correo, propuesta que no mereció
siquiera acuse de recibo, descortesía que por supuesto no amilana nuestra
voluntad propositiva.
Capitalizar
al IBAL con nuestros propios esfuerzos, buena y eficiente Junta
Directiva, eficaz y proba Revisoría Fiscal, proyecciones financieras
confiables, reingeniería administrativa, programas técnicos claros frente a la
ciudadanía y la promesa de no faltar al interés de los ibaguereños, son los
únicos caminos para enfrentar la avidez foránea, derrotar la miseria fiscal,
lograr la reinversión endógena de utilidades, avanzar hacia la soberanía,
preservar las fuentes hídricas y contar con óptimos servicios públicos.
Con
el debido respeto manifiesto que el asunto merece la opinión del SEÑOR
ALCALDE, de LOS HONORABLES MIEMBROS DEL CONCEJO MUNICIPAL, de la ANDI,
FENALCO, ADT, GREMIOS, CAMARA DE COMERCIO y de los diversos COLECTIVOS
CIUDADANOS.
Contra la pobreza solo
procede la vocación de riqueza y el esfuerzo de imaginación. El alma de
gregario, la omisión y el silencio son cómplices del atraso y la miseria.