DEBATES
Por:
ALBERTO BEJARANO ÁVILA
Con
respecto a la solución que se plantea para el agua (acueducto) en Ibagué,
con la debida mesura debo expresar a ustedes que, a mi juicio, se deben
diferenciar dos aspectos de naturaleza diferente y no englobar los
analisis porque, por apresuramiento y defecto de metodología
analitica, se podría llegar a conclusiones erradas. El tema merece dos
debates en escenarios combinados para llegar al mismo fin: LA MEJOR
SOLUCIÓN PARA LOS IBAGUEREÑOS
1. TEMA DE INGENIERÍA: En este debate, aunque debe estar invitado el ciudadano común, la competencia le corresponde esencialmente a los ingenieros en sus diversas especializaciones, a los geólogos, a los ambientalistas, a los sociólogos, a los expertos en desastres naturales, los acueductos comunitarios, etc. Ellos deben concluir respecto a cual sería la mejor solución para el tema del Acueducto y así decírselo a los ibaguereños. Igualmente en este tema sería de especial significado contar con apreciaciones y recomendaciones calificadas y diferentes como las que podrian obtenerse del proceso de cooperación técnica que actualmente se adelanta con Vitoria-Gasteiz.
2. ESTRUCTURACIÓN FINANCIERA DEL PROYECTO: En este debate debe participar la sociedad civil en todas sus expresiones para examinar asuntos como: alternativas diferentes a la que hoy está "sobre la mesa", la eventual alza de tarifas y la pobreza ibaguereña, la "pignoración" de un recurso estratégico por 30 años, el impacto negativo para las finanzas del IBAL (léase Ibagué), la proyecciones de rentabilidad del proyecto y que camino debe tomar esta rentabilidad (por ejemplo, si capitalizar el municipio para hacer reinversión social e infraestructura o exportarlas para beneficio ajeno), la soberania sobre los recursos naturales y, en general, como influye cada modelo de estructuración financiera en el desarrollo municipal.
Creo que Ibagué, en cada uno de sus proyectos, se juega la posibilidad del verdadero desarrollo o se la niega. Históricamente, sobre todo en las últimas dos décadas casi todo proyecto de relativa envergadura se ha realizado en contra del desarrollo de los ibaguereños y de sus intereses vitales (Basuras, telefonía, electricidad, gas, etc.) y este de ahora, el agua, no es un tema de poca monta como para enfrentarlo sin el concurso de la conciencia ciudadana.