Por: Alberto Bejarano Ávila
El edificio del progreso de una sociedad concreta,
histórica, biodiversa y talentosa estriba en tres columnas, económica,
identitario-cultural y política, no en la “largueza” estatal o la mera
inversión como erróneamente creemos. Cuando la columna central, la identitario-cultural,
es blandengue o inexistente, toda iniciativa económica y política resulta efímera,
desatinada, ineficaz o llanamente falaz. ¿No es acaso ésta falla de cimientos
la que “desde tiempos de upa” hace débil al Tolima?