Por: Alberto Bejarano Ávila
Estimados periodistas.
"Visita de españoles
al IBAL despierta intriga", es el titular de El Nuevo Día, hoy 4 de
septiembre de 2014, titular que me obliga a hacer un comentario
personal no pedido, que ojalá ayude a despejar la preocupación que puede
despertar la reseña periodística. Por razones particulares conozco de
cerca las relaciones de Vitoria-Gasteiz, capital del País Vasco con Ibagué,
relaciones que desde hace cerca de una década y con base a los
buenos oficios de los ibaguereños radicados en esa ciudad europea
(ellos se organizaron en la Asociación Colombia-Euskadi) permitieron
que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz realizara varios programas de
cooperación con Ibagué que han hecho posible la dotación de alrededor una
veintena de centros comunitarios digitales en instituciones educativas del
municipio, la reforestación con guadua en el Cañón del Combeima y Cay y muchos
otras obras que la ciudadanía debería conocer.
En el marco de este convenio de cooperación y por iniciativa ibaguereña se ha venido intentado una aproximación más estrecha con las entidades publicas de Vitoria-Gasteiz y es así como se planteó la importancia de un programa de cooperación técnica entre Amvisa y el IBAL, incitativa que permitió ya hace unos cuatro años que algún técnico del IBAL viajara esa ciudad y que ahora permite que el Señor Ángel Llamazares, Gerente de Amvisa (aguas de Vitoria), empresa pública, visite a Ibagué, acompañado del Señor Aitor Gabilondo, Director de la Oficina de Cooperación del Ayuntamiento mencionado.
Existen otros temas sobre los cuales se ha intentado (por parte de los Ibaguereños radicados en el País Vasco y por la amplitud y buena voluntad de la Oficina de Cooperación de Vitoria) despertar el interés ibaguereño, temas como el "hermanamiento" de Vitoria-Gasteiz con Ibagué, la aproximación de empresarios alaveses con empresarios tolimenses, etc. que, sin comprometer sagrados intereses ibaguereños, contribuirían a ampliar nuestra mirada de la globalización y nuestros conocimientos de lo público y lo privado en una perspectiva de modernidad.
Debo comentar, para resumir, que esta visita esta enmarcada en los más sanos y desinteresados propósitos de cooperación y que, de todas maneras, es plausible que el periodismo ibaguereño haga seguimiento a las relaciones internacionales de nuestra municipalidad, pues así como en este caso sólo hay una motivación desinteresada, también existen momentos en que se pueden estar poniendo en grave riesgo los intereses de los ibaguereños. La internacionalización es vital siempre y cuando se mantenga en equilibrada tensión con las ideas y los interese regionales.