PERIÓDICO EL PÚBLICO: PAISANOS, ¿Y NUESTRO ACUERDO PA´CUÁNDO?

PAISANOS, ¿Y NUESTRO ACUERDO PA´CUÁNDO?

Por: Alberto Bejarano Ávila

Es absurdo negar que el acaecer nacional tenga relativo impacto en la vida regional, pero también es absurdo que alguien pudiese alegar que la “buena mar” para el Tolima depende del acontecer nacional y no de nuestro intrínseco deber de variar el rumbo de la historia. Somos parte orgánica de la geopolítica nacional pero no somos clones, marionetas o súbditos de las élites centrales y por ello el carácter regional tiene que acrisolarse en nuestras propias ideas, propósitos y acuerdos.


El raro resultado del plebiscito por la paz afirma mi certeza de que la vía correcta hacia el futuro del Tolima es el empoderamiento regional, razón que no obsta y sí supone clara posición frente al conflicto. Las ideas autonómicas orientan la visión del futuro regional porque apuntan a las causas del atraso, cosa distinta del “redentorismo” santista-fariano-uribista (lo apoyé votando sí) que no garantiza buen futuro porque sólo busca remediar efectos del atraso sin rosar siquiera sus causas.

Creo que el progreso tolimense se enredó porque al eludir la tesis de que sin región no hay nación perdimos la perspectiva correcta y terminamos creyendo que el Tolima da votos y Bogotá mieles y de ahí que por años el líder político le haya cumplido al aparato político nacional pero incumplido a “la tierrita” y esa pifia de conducta (funesto legado frentenacionalista) se remedia aboliendo el viejo discurso que nada dice y dando paso franco a la voz propositiva e inclusiva. Reconozcamos la buena intención política pero no olvidemos de qué está empedrado el camino al infierno.

Sin duda urgen tiempos y lugares para profundizar una visión histórica, sociológica, geográfica y política del Tolima que afirme esa prospectiva estratégico-territorial correcta que incorpora a cada “fuerza viva”, sin que importe su impronta ideológica o su postura nacional, como parte vital de la idea de futuro próspero basado en un espíritu de unidad que sólo se consolida en la identidad.

Pero el asunto no sólo es político, también el líder gremial debe idear un modelo económico para el Tolima, el líder académico ha de madurar un modelo educativo para la nueva sociedad y el líder social debe repensar las formas de organización de la sociedad civil. Cada sector o colectivo debe ser “neurona única” (no aislada y huraña) que se incorpora a la “gran conexión neuronal” que hace posible una inteligencia colectiva capaz de dialogar, acordar e invitar a caminar juntos.

Paisanos, ¿y nuestro acuerdo pa´cuándo? El atraso regional es más viejo y enraizado que la guerra (por algo es causa y no efecto) y, así como sabemos que la guerra sólo cesa con un acuerdo de paz, igual sabemos que el atraso tolimense sólo se encarará con un acuerdo colectivo que supone vías alternativas y decisión de romper esquemas a efectos de no fungir más como sociedad insensata. Ante las esferas políticas, gremiales sociales y académicas queda planteada la propuesta del gran acuerdo por el futuro regional que únicamente exige voluntad para ser estructurado y cumplido