PERIÓDICO EL PÚBLICO

Por: Alberto Bejarano Ávila
Trivial y aflictivo, así es el día a día de nos, los ibaguereños. Narcisismos cómicos y codicias impúdicas copando lo cotidiano y negando espacio al análisis serio; puntos de vista irrelevantes y torpeza para hablar de desarrollo; ambiciones legítimas de prosperidad opacadas por la apetencia inmediatista; gregarios de espíritu y ocupación mostrando progreso y virtudes irreales; carretudos empobreciendo la fuerza de las ideas; cada quién atareado en “conseguir su pedacito” y casi nadie buscando caminos colectivos de progreso. Tanto yerro y ambigüedad incubaron el grave y crónico mal de miopía de horizonte que solo trae aciagos días de futuro para los jóvenes ibaguereños.


Por: AGUSTIN RICARDO ANGARITA LEZAMA
En los últimos años han cambiado las relaciones entre la ciudadanía y el estado, presentándose un debilitamiento de las barreras que los separaban. Además, los procesos de organización de los ciudadanos, desde diferentes sectores, han venido constituyendo lo que se denomina la sociedad civil. Hoy las relaciones entre estado y sociedad civil son vitales para una acción política pulcra y efectiva. En la actualidad es la sociedad civil la que exige que el estado le responda de manera pronta y eficiente a sus demandas.

PERSONALIDAD DE IBAGUE
Por LUIS ENRIQUE PERDOMO SÁNCHEZ
La vida en las ciudades se rige por la evolución de su cultura y  se puede incluir el efecto de otras culturas,  que como en el caso de nuestra ciudad han permitido acelerar los procesos de la construcción y el desarrollo de una economía cada día más dinámica.
La ciudad de Ibagué  tiene un ritmo de vida específico y en ese ritmo de aceleración constante se cruzan los horarios de una enorme variedad de profesiones y áreas específicas que ejercen su impacto, para abastecerla apropiadamente,  suplir a sus moradores en sus necesidades cotidianas y  poder encontrar un ritmo de crecimiento próspero y de fortaleza continua.  
Ibagué es una construcción en “obra negra” en la que mañana se protegerá las distintas culturas que hoy alberga y por eso tendrá que desarrollar su propia personalidad  para que más tarde pueda establecer su propia  jerarquía y consiga  asignar las labores  dentro de lo cotidiano y lo posible.

Por Hugo Neira Sanchez.
Durante mucho tiempo la noción de que el minifundio no es rentable, les ha servido  a los latifundistas, al gobierno,a la Farc para imponer sus ideas agrarias con el propósito de seguir manejando las políticas agrarias de acuerdo a cada uno de sus criterios al respecto.
Una nueva investigación muestra que aumentar el acceso a la tierra de los pequeños propietarios tendría un impacto muy positivo en términos de productividad, ingreso y equidad.
Un revelador estudio sobre la economía campesina de José Leibovich, Silvia Botello, Laura Estrada y Hernando Vásquez ('Políticas para el desarrollo de la agricultura colombiana', Fedesarrollo, diciembre de 2012) crea nuevas inquietudes sobre la política de tierras y el papel de los campesinos en el desarrollo futuro del campo colombiano que son muy relevantes para las negociaciones que se llevan a cabo en La Habana y para el futuro del sector agropecuario en Colombia.
El estudio confirma que los predios más productivos son los más pequeños. Hace referencia a estudios recientes que estiman que la producción campesina contribuye a la producción agrícola nacional entre el 50 y el 68 por ciento del total y que el 35 por ciento del consumo de los hogares colombianos es en productos alimenticios que provienen de la economía campesina. Si se tiene en cuenta que los predios más pequeños, que representan el 94,2 por ciento de los productores, poseen solamente el 29,6 por ciento de la tierra, necesariamente son más productivos que los de mayor tamaño, que ocupan el 70,4 por ciento restante y producen menos del 50 por ciento del total del sector.
LO ULTIMO EN TRAZON
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Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez
A partir del año 2009, el debate en cuanto tiene que ver con educación, muchas veces ha estado  relacionado con la disminución paulatina de la matrícula  escolar. Hay un interrogante que flota en el ambiente: ¿Por qué a pesar de la  vigencia de la gratuidad  en los costos directos para todos los niveles educativos, de preescolar hasta el grado once de la Educación Media, adoptado por el gobierno nacional, la disminución paulatina de la cobertura escolar sigue creciendo?.
Es  apenas normal que los gobiernos seccionales, los directivos docentes y docentes  se  preocupen por este fenómeno. Porque tal disminución de la matrícula tiene efectos inmediatos sobre las transferencias de la nación para el gasto educativo, sobre el cumplimiento de las metas del milenio hacia el año 2015 y sobre la estabilidad de los docentes en sus actuales lugares de trabajo que se ve amenazada por esta situación.