PERIÓDICO EL PÚBLICO
Por: Alberto Bejarano Ávila

Uno a veces no sabe dónde está, si en el limbo, en “la olla”, en tierras del letargo o en qué raro lugar donde las realidades se mimetizan y falsean con sofismas y espejismos, donde no hay relación entre los anhelos y lo que se dice y se hace y donde los retos de futuro se encaran desde círculos viciosos cosidos al pasado, un cercano y surrealista lugar que nos recuerda “El Extraño Mundo de Subuso”, una tira cómica de mediados del siglo XX donde un cegatón veía solo lo que quería ver de su absurda región y con alegatos insensatos le mentía a sus propias convicciones.

A colegir por los temas de cotilleo cotidiano y los tiempos de análisis formal, serian pocos los tolimenses que no desean cambio, progreso, equidad social, fin del politiqueo y no se podría dudar que casi todos estaríamos prestos a una renuncia colectiva del camino hasta ahora trajinado y a concertar vías más  ciertas para lograr objetivos comunes. Pero pasado el cotilleo y volviendo a la realidad ésta nos desconcierta, pues en lugar de caminos alternativos, los que decíamos querer el cambio retomamos el viejo camino para elucubrar sobre lo mismo, proponer lo mismo y hacer lo mismo; pareciera que un raro código genético o una maldición mítica nos hubiesen condenado a perpetuidad a dar volteretas en un remolino que sólo permite, por turnos, sacar la cabeza para negar que el remolino nos atrapó y aseverar que marchamos raudos hacia un futuro feliz.

Quienes tercamente hacemos parte del grupo de personas que buscan otras verdades y se niegan a ser “bipolares políticos” o dejarse etiquetar de capitalistas, comunistas o cualquier otro signo banderizo, porfiamos en señalar (así sea en ostracismo) que el Tolima si tiene otros caminos posibles, caminos que, poniéndolo en metáfora erótico-política, empezarían a gestarse si el alma tolimense se preña de capitalismo social y también de comunismo económico. Tal vez así podamos  convenir en que el bien común, la comunidad o la comuna (¿a ello alude el vocablo comunismo?) necesita de capital regional que se acumule y se invierta en la región para liberarla, al menos en parte, del “capital capitalista” y los dogmas de la economía de mercado y para que surja el espíritu autonómico y la autodeterminación requeridas para lograr progreso y certeza de futuro.

Sin que nadie tenga que renunciar a sus diferencias, todos podríamos compartir un mismo proyecto histórico que se alimente de sinergias y no de los “baculazos” que nos damos dentro del alegórico remolino y por ello, sin querer fastidiar a alguien y sí sugerir diálogos con conclusión, hemos de invitar a que se admita que quienes medran merced a la injusticia y quienes denuncian la injusticia sin proponer modelos justicieros acaban haciendo parte del mismo círculo vicioso (el remolino) que aguijonea disputas éticas y morales pero no permite alterar las realidades actuales.


Dada mi minusvalía argumentativa temo no ser comprendido, pero, aun así, porfío en que un proyecto de construcción de región puede unirnos para saltar del remolino o salir del “Extraño Mundo de “Subuso”. Izquierdas, derechas, apolíticos (inefables como el asexual), cívicos, gremios, académicos, organizaciones sociales, todos, interpretando cada quien su rol en un nuevo libreto acordado, podemos ser actores del desarrollo (deber moral que nos obliga) y unidos en un espíritu de región podemos crear mercados de capital, mermar el politiqueo, rescatar el sentido serio de la política e inscribir lo electoral como lugar democrático que legitima la diversidad de voluntades que convergen al mismo propósito histórico, digno y responsable que se sólo se alcanzará cuando decidamos “conversar, acordar y confluir”. Se estamos de acuerdo, ¿por dónde empezar?
Por: Hugo Neira Sánchez

    Los usuarios de alumbrado público deben festejar que dos propósitos negativos de la Alcaldía de Ibagué a espaldas de los usuarios, fracasaron.
    Uno de ellos era el acuerdo del Concejo en su “sabiduría”, con su proponente el concejal Pedro Mora, antiguo defensor de usuarios (una contradicción), tenía el propósito   de ordenar las disposiciones sobre alumbrado público, con un “mico” enorme donde seriamente perjudicaban a los estratos 4, 5 y,  6 de Ibagué, Industria, comercio y Agroindustria, estas últimas  empresas que dan empleo, en las cuales oí a un asesor llamado Juan Espinosa que ahora es candidato a la Cámara de representantes por Cambio Radical,   manifestando el beneplácito de este aumento, como si actualmente las empresas llegan a los sitios donde no los recibe bien.
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Hace unos días, una estudiante le decía a unos compañeros con voz que sonaba aterradora, ¡que tragedia, me quedé sin batería en mi celular! Las caras de horror de los que la acompañaban me hicieron pensar que compartían el sentimiento de la chica. He visto amigos que suspenden actividades para  devolverse a casa para recuperar el celular olvidado. Es que en Colombia la cantidad de celulares en poder del público supera el número de habitantes.
EL DESEMPEÑO DE NUESTROS ESTUDIANTES EN MATEMÁTICAS EL DESEMPEÑO DE NUESTROS ESTUDIANTES EN MATEMÁTICAS
Por: Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

Los resultados de la prueba internacional PISA del año 2012, divulgados por el ICFES en la semana inmediatamente anterior ha sido tema de debate en todos los medios de comunicación y en las instituciones del sistema escolar colombiano. Porque en nada favorecen a Colombia los resultados que la  ubican  en el puesto 62 entre los 65 países que se sometieron en la evaluación de tres áreas disciplinares: Matemáticas, Lenguaje y Ciencias.
Por: Hugo Neira Sánchez
      El alumbrado público refleja en cada ciudad su pujanza, Cuando llegamos a una ciudad, de noche y vemos solo oscuridad nos llevamos un mal recuerdo de ella.
      De acuerdo con esto  Infibague  solicito al Concejo un acuerdo, para normalizar y establecer normas relativas al impuesto para el servicio de alumbrado público, pero con la normalización pretende aumentar el valor a las empresas industriales, comerciales y la agroindustria, para qué?, pues en el AOM está la administración y mantenimiento del alumbrado, los barrios construidos entregan sus redes a EnerTolima y a su vez al Alumbrado público y la infraestructura de parques y avenidas es pagada con las valorizaciones, y según la información suministrada en la “exposición de motivos”, los ingresos menos los egresos  le deja un remanente mensual de $144 millones mensuales libres. Con el pretexto de arreglar el alumbrado público lo  desarregla y el más perjudicado es el empleo.  
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
La corrupción es un cáncer que carcome las instituciones, no importa si son públicas o privadas porque la corrupción las ha permeado. Lo más grave es que también ha penetrado las conciencias de muchos ciudadanos quienes han asimilado la corrupción como algo normal y parte de su vida cotidiana. En el país creemos que los “vivos” son los que sobreviven. Y que al que se duerme, se lo lleva la corriente. Entonces la corrupción se opaca, casi desaparece, para dar paso a la viveza. Por lo tanto ya no se considera corrupto sino vivo al que aprovecha “oportunidades”.