Por: AGUSTIN ANGARITA
LEZAMA
Según el filósofo griego
Parménides, el que busca el conocimiento debe distinguir el camino de la verdad
del camino de la opinión. Este último sería un camino fácil, sin esfuerzos, sin
mayores trabajos. Para Platón la opinión o doxa, era un conocimiento engañoso o
falso. Lo contrario, el conocimiento verdadero, debía transitar por el sendero
del esfuerzo, la dedicación, la contrastación y la verificación. Este sería la
episteme.
El mismo Platón, en uno
de sus famosos diálogos, en el Teeteto, dice que la ignorancia es una llenura,
no un estado de carencia o vacío, en el que la persona se siente pletórica de
opiniones en las que confía de manera desmesurada. Para Platón la ignorancia es
el dominio generalizado de la opinión.
Para superar este estado
de llenura o de ignorancia, los griegos utilizaban la paideia, base que
constituía la educación para que los estudiantes fueran verdaderamente humanos.
Por este medio se ascendía al conocimiento verdadero o episteme.