PERIÓDICO EL PÚBLICO: agosto 2013
Por: Alberto Bejarano Ávila
La juzgue decimonónica y loca por aquello del separatismo e independentismo. La nota del diario local, luego de exaltar virtudes históricas y naturales, señalaba que el Barrio Especial de El Salado “se quiere independizar; no quiere ser parte más de la Capital Musical y (que) cada vez con más fuerza se escucha su grito separatista e independentista”. Al leer con juicio lo reseñado debí recular de mi primer juicio, pues crear el municipio 48 del Tolima, con El Salado como cabecera y anexando áreas al norte del Chipalo y poblados tradicionales como San Bernardo, La Flor y San Juan de la China, puede ser el suceso que frene la desenfrenada pauperización del nororiente de la ciudad musical y permita dar orden al desorden del crecimiento urbano. Veamos unas razones:
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA

En el mundo capitalista actual que gobierna el mercado, todo se ha convertido en una mercancía. La mano de obra, el tiempo libre, la salud, la seguridad, la recreación y hasta la misma virginidad hoy se compran y se venden. El vehículo expedito para este mercado es la publicidad. Cualquier producto para poderse vender apela a la publicidad para llegar a manos de los consumidores. Y la publicidad es eficiente y se sofistica cada vez más.
Por Hugo Neira Sánchez.
La voz popular siempre  ha afirmado que en nuestra sociedad hay una diferencia salarial de los egresados de las distintas Universidades del país y, que las mujeres aunque tengan los mismos conocimientos ganan menos y, esto se muestra en una investigación  que hizo la revista “Dinero”. Tenga presente que algunas universidades cuentan con más graduados que otras, lo que influye en el promedio del resultado salarial, por lo que en muchos casos no habría lugar a comparaciones.
En primer lugar señalamos los graduados en 2010 y vinculados en 2011, los mejores remunerados de los recién graduados, (Fuente: Observatorio Laboral para la Educación, Ministerio de Educación Nacional)
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Una de las costumbres más odiosas que tenemos los colombianos es la de reírnos, a carcajada batiente, de los infortunios de los demás, no importa si sean niños, ancianos, discapacitados o embarazadas. No es sino observar los videos titulados como chistosos en las redes sociales y se constatará la lista de niños que se caen de los columpios, de las mesas o sillas; que se quedan dormidos y se echan la comida encima; que se resbalan en las piscinas; o los adultos que al bajarse de un vehículo sin fijarse, caen a una alcantarilla sin tapa; o la gestante que por el peso de su bebe camina con dificultad y la comparan con animales o cosas por el estilo…
Por: Carlos Orlando Pardo

Muchos de los seguidores del novelista portugués Antonio Lobo Antúnez, se han quedado desde hace varios años esperando la noticia que anuncie su premio Nobel de literatura. Sin embargo, la entrega que se hiciera en 1998 a José Saramago, lo dejan a un lado de las posibilidades, lo mismo que ocurrió con Carlos Fuentes porque no es fácil repetirlo para un país ni para un continente. De todos modos, su prestigio y sus lectores corren cada día para un escritor nacido en Lisboa en 1942 y que se dio a la tarea demencial y sin tregua, de dedicarse con pasión enfermiza a su oficio abandonando su carrera de médico y siquiatra. Algunas circunstancias de su vida lo han revestido de una leyenda, en particular por su participación en la guerra de liberación colonial de Angola, puesto que ya los escritores no están en las fauces de los combates como lo hicieron tantos a lo largo de diversas épocas y de cuya experiencia han resultado libros memorables. Lo conocí de paso en la Feria Internacional del Libro en Bogotá. Tenía noticias suyas y la lectura de algunos textos, pero ignoraba la dimensión de su tarea, e inclusive abandoné su novela “Buenas tardes a las cosas de ahí abajo” porque me pareció radicalmente anárquica. Después de aquella entrevista me di a la tarea de detenerme en sus páginas, pues alguna vez, en Irvine, a una hora de Los Ángeles, le escuché a Álvaro Mutis la recomendación reiterada de conocer mejor la literatura portuguesa. Pasar por Pessoa y su pesimismo que desborda el de Ciorán y el de Onetti, por ejemplo, ya era un camino, a más de la devoción por otro médico novelista del Brasil, Joao Guimarães Rosa que estuvo entre nuestras devociones por los años 70 del siglo pasado, e inclusive la asumida hacia Clarice Lispector, una anárquica, simpática y formidable escritora que conocimos en Cali en un congreso de escritores por la misma época. Lobo Antúnez llegaba cargado de premios y una larga lista de libros suyos, buena parte de los cuales no se han traducido al español. Títulos como Tratado de las pasiones del alma, Manual de inquisidores, En el culo del mundo y La muerte de Carlos Gardel, por ejemplo, ya eran suficientes para abordarlo. La curiosidad y el hambre por saber nos lleva a territorios donde habita el infierno y donde vemos la vida convertida en lenguaje. 24 libros publicados no es poca cosa y menos el haber logrado el premio de Literatura Juan Rulfo en el 2008 y el Camoes en el 2007. No ajeno a la crónica ha publicado tres tomos sobre ellas y va de un lado a otro de manera asombrosa como pasar de una novela “acerca de los pájaros” (2008) sobre un hombre asesinado o que se suicida cuyo cadáver aparece rodeado de los animales, o a otra bajo el interrogante de ¿Qué caballos le hacen sombra al mar? (2012) donde el tema de una herencia se vuelve el núcleo. No le faltó su trilogía autobiográfica que se cierra con “Conocimiento del infierno” sobre la doble crueldad que sufren los enfermos siquiátricos y cuyas incursiones se habían dado en “No entres tan de prisa en esta noche oscura(2000)”  que navega por los recovecos de la mente en un ir y venir de recuerdos tormentosos como a veces es la vida. La directora de Babelia, el suplemento literario de El país, de España, le hizo una serie de entrevistas para un libro revelador sobre el proceso creativo y los factores que determinaron su vocación, su soledad tras la viudez, el drama de las separaciones y la pasión por el oficio de escribir, cuyas respuestas son contundentes y brillantes, dejándonos un feliz aprendizaje. Espero entrevistarlo pronto en Lisboa como una manera de la felicidad.
PROBLEMAS Y DILEMAS DE LA EDUCACIÓN MEDIA
No se enseña lo que interesa a los adolescentes
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez
En la semana que acaba de pasar, se realizaron en Ibagué tres eventos en los cuales se analizaron datos sobre el estado de la educación en el país, en el Tolima y en Colombia. Datos que suscitan reflexiones sobre el futuro deseable de la educación en el departamento.
El lunes se realizó un pre-foro  sobre “Modernización de la Educación  Media y el tránsito a la Educación Terciaria o Superior”, evento  preparatorio del  foro departamental y nacional  que se realizará más adelante. El martes, el ICFES ilustró a los rectores sobre la interpretación de los resultados de las pruebas SABER. En el fin de semana, docentes directivos de los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas y Tolima, se reunieron durante dos días para reflexionar y debatir sobre la educación como un derecho y no como un servicio.
La Tolimense Marha Esperanza Ramos de Echandía
sigue cosechando triunfos en Europa
Carlos Orlando Pardo
La primera novela del ibaguereño Jorge Iván Parra, Contra el olvido, dividida en tres partes, por la estrategia del narrador teniendo en vilo el crimen del hermano por pugnas con el hijo del jefe de la oficina de abogados donde trabaja, semeja un libro de memorias cuyo hilo parte de las evocaciones de familia para concluir en el crimen del muchacho que el tiempo y la impunidad dejan siempre en permanente olvido. Tiene un tono  que pareciera en ocasión una charla informal de café donde se recorren los hitos que desde los medios marcaron por lo menos a dos generaciones. Bajo la sencillez Borgiana en algunos de sus cuentos, la intención pareciera darse en el alejamiento de lo estrictamente literario quitándole ese ropaje a una historia cuyo ardid de un crimen es la disculpa estructural para ofrecer el reflejo de una Bogotá que parte desde 1966 hasta dos décadas después. No he leído un fresco más nítido sobre la Colombia de entonces que va deslizándose entre el asombro de los primeros atisbos de la tecnología, los inaugurales equipos de sonido, los nacientes televisores, las radionovelas y los comics, pero al fondo de la ficción, el país tipificado en los crímenes paradigmáticos que marcaron a nuestro conglomerado desde el mismo asesinado de Uribe Uribe en el recuerdo del papá, un capitán de la policía retirado y en goce de pensión, lo acontecido con Jorge Eliécer Gaitán y la transformación misma de barrios y edificios, inclusive de los teatros del centro que sucumbieron al avance urbanístico. Ese mundo que el tiempo ha devorado, se ve como una radiografía fresca de una época ingenua en apariencia bajo los recuerdos del narrador que despierta a la vida en el marco estrecho de dos canales de televisión, sus series y programas de entonces saboreados al ritmo familiar e inclusive la existencia de apenas dos equipos de fútbol, dos partidos políticos, para llegar al M-19. No exenta de humor, la novela simula una simple memoria con sus tintes autobiográficos resucitando momentos cruciales de la vida cotidiana
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
La exclusión es un grave problema de la sociedad capitalista. Es una sociedad que no le da cabida a toda la gente. Para intentar desenredar este nudo, se habla de movilidad social. A la educación se la ha encargado del papel de movilizador en la escala social. La idea es que a mayor preparación educativa más alto se llegaría en la estratificación social. Esta concepción tiene detractores y defensores.
Un defecto evidente es que la cualificación se mide por la credencial que certifica la preparación educativa. Tener un título sería la garantía de una preparación adecuada para la movilidad social. Esto no es cierto en muchas ocasiones. Pero si ha llevado a valorar el credencialismo por encima de la cualificación misma. Eso explicaría el montón de instituciones de educación superior o técnica que con dudosas calidades, acreditan títulos a destajo, y que mucha gente acuda a ellas porque lo único que les interesa es el cartón que los acredita como preparados, así eso no sea real.
 ¿POR QUÉ TANTA REPROBACIÓN ESCOLAR?
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

La Secretaría de Educación  Municipal de Ibagué, aun no ha divulgado el boletín estadístico correspondiente al año 2012, que nos permita conocer los datos sobre eficiencia interna correspondientes al ese año. Pero, la profesional en Ciencias Sociales Yenny Varón de la Dirección de Calidad, ha dado a conocer datos sobre aprobación y reprobación de estudiantes, con base en las evaluaciones trimestrales que hacen los docentes, en cada uno de los establecimientos educativos oficiales.

El informe sobre las evaluaciones internas o de aula, que son la determinan si un estudiante aprueba o desaprueba un área o asignatura, trae datos que dicen mucho sobre el desempeño  académico de los estudiantes ibaguereños.

Con datos del tercer período, del calendario académico del año 2012, se  deduce que una cuarta parte de los estudiantes de secundaria (25%), en los grados sexto a noveno, reprobaban el año escolar, hacia el mes de octubre. Que ese porcentaje de reprobados era del 19% en estudiantes de primaria y del 17% en Educación Media (grados décimo y once) en las 59 instituciones educativas que reportaron datos sobre estos fenómenos de eficiencia interna.