En la locomotora de la economía Tolima va de arrastre.
Por
Hugo Sánchez Neira
En
el informe reciente del Dane sobre el PIB del 2011, se da un visión muy real de
nuestra economía regional colombiana donde el PIB llego al 5.9 y, el Tolima
solamente llega a 2.2 % de este PIB,
pues no tiene los factores económicos que están jalonando la economía
colombiana; Petróleo y Oro.
El
director del Departamento Nacional de Planeación, Mauricio Santa María, dijo
que, para el Gobierno, una de las medidas, que a juzgar por los primeros
resultados ha sido de las más exitosas para conseguir la equidad social y
promover la competitividad, es el nuevo sistema general de regalías. "Si
no hubiéramos hecho la reforma al sistema de regalías, estaríamos viendo que el
80% de los recursos de inversión de la vigencia 2012 se concentrarían en nueve
departamentos, es decir, solo el 17% de la población. Ahora, todos los
departamentos tienen recursos para inversión, producto de las regalías",
señaló el funcionario. A pesar de los altos incrementos del producto en algunos
departamentos, su proporción en el PIB nacional es muy pobre
El
sueño dorado de los ilusos economistas tolimenses ha sido la agricultura,
siempre se han soñado con alimentar el mundo y ser la locomotora del gran
impulso de la región, para bien o para mal no es así, para bien no tenemos
Locomotoras contaminantes como son las minas o todo eso que se está colocando
en el tapete mundial como destrozadores
del medio ambiente y, para mal por ejemplo el café y la agricultura por estar
siempre determinado su capacidad económica por los precios internacionales, oscilan como
las olas del mar, haciendo que nunca se tenga estabilidad en el cambio, como
sucedió en los años anteriores, antes que el petróleo entrara en ascendencia y el
precio del barril oscilara cerca de los 100 dólares.
Las
cifras detalladas del crecimiento económico por departamentos en el 2011, dadas
a conocer por el Dane muestran que cinco regiones concentran el 60% de la
producción de las 28 restantes el 40.2%.
Bogotá
24.5 %
Antioquia
13.0 %
Valle
9.8 %
Santander
7.3 %
Meta
5.4 %
Cundinamarca
4.9 %
Bolívar
4.0 %
Atlántico
3.7 %
Boyacá
2.8 %
Casanare
2.2 %
Tolima
2.2 %
Cesar
2.1 %
Huila
1.9 %
Arauca
1.8 %
Córdoba
1.7 %
Caldas
1.5 %
Nariño
1.5 %
Risaralda
1.5 %
Cauca
1.4 %
Magdalena
1.3 %
La
Guajira 1.3 %
Quindío
0.7 %
Sucre
0.7 %
Choco
0.6 %
Putumayo
0.5 %
Caquetá
0.4 %
San
Andrés 0.3 %
Amazonas
0.1 %
Guaviare
0.1 %
Vichada
0.1 %
Guainía
0 %
Vaupés
0 %
Tuvimos
muchas oportunidades desde la mitad del siglo XIX para que nuestros productos agrícolas
ganaran mercado internacional y, sus precios nos sacara de la pobreza endémica,
causada especialmente por el gasto y el esfuerzo que hizo el país para la
independencia no solo de nosotros sino de los vecinos, y por los negocios de
agiotismo que realizo a este respecto Zea, que nos afecto durante casi todo el
siglo XIX.
Mosquera
que la historia nos lo ha mostrado como una persona rica y de alcurnia,
quien de su propio bolsillo y de su
padre ayudo al gasto de la independencia y luego compro armas cuando el levantamiento de Melo,
tenía un gran latifundio lleno de ganado, cultivos y esclavos, etc. en el
Cauca, le han hecho cuenta cuanto rendía
estos haberes en anualidad neta y se ha
encontrado que sus ganancias anuales alcanzaban menos de lo que se ganaba en ese tiempo, un párroco
vecino de Popayán. Solo salía de las penurias económicas con las minas de
oro como ahora. Por eso eran tan importantes los puestos públicos, los cuales
se peleaban a muerte en las tantas revoluciones realizadas.
Doscientos
años después seguimos lo mismo, solo las minas y el petróleo (que existe
actualmente) jalonea la economía
colombiana. El valor agregado de la Quina, añil, tabaco,
productos estrella del Tolima en la mitad del siglo XIX, los gastamos localmente
en orgias y placeres como sucedió en el auge del Tabaco en Ambalema y, en traer
chécheres de lujo como pianos, hasta ropa procesada del extranjero a Bogotá,
con el beneplácito de los acomodados y la protesta de los artesanos. El
transporte de un enorme piano por caminos estrechos y lleno de todas
dificultades asombro a un extranjero y dijo algo que nos retrata en el tiempo,
si los colombianos son capaces de estar peleando continuamente sangrientamente,
porque no son capaces de hacer un camino decente entre Honda y Bogotá, al ver
el esfuerzo que hacia decenas de personas llevando un gigante piano hacia
Bogotá.
Seguimos
entonces en lo que he llamado la “encrucijada de la Agricultura”, donde el
Tolima no ha comprendido que la Agricultura es una etapa para llegar a una
industrialización o base para conseguir un gran centro de servicios con el
aeropuerto de Flandes y no es el camino final del departamento. Veo que en los
planes de desarrollo, siguen insistiendo como si el tiempo no haya demostrado
que están errados.
El
economista Silverio Gómez ex director de
Portafolio, en un artículo sobre mi libro “Tolima en la encrucijada de la
Agricultura”, me declaraba un enemigo de la agricultura, todo lo contrario la
he admirado, he estado en ella y sufrido
cultivando como todos los que han estado en esta situación. Lo que exprese en
el libro y lo demostré por hechos históricos, es que el Tolima con toda esa riqueza y los remantes ganados, no le ha servido para
tener un mejor horizonte económico, pero si a Bogotá para fundar numerosos Bancos
con el valor agregado del Tabaco, en la
mitad del siglo XIX. Creo que ese tiempo tuvimos lo denominado ahora en
economía el mal Holandés.
La
enfermedad holandesa, es el nombre que se le da al fenómeno económico que se va
presentando cuando en un país o economía determinada los recursos provenientes
de los recursos naturales comienza a opacar y perjudicar la actividad de
productos y servicios relacionados con bienes más elaborados (es decir todo el
resto de la actividad).
Este
mal Holandés, es lo que se teme en Colombia actualmente, y puede arrastrar la
economía basada en minerales y petróleo, la cual no solo hace inflar los
ingresos, sino a su vez valoriza las
divisas, no da un empleo de desarrollo y,
da un mensaje errado a los
inversionistas, lo cual los puede direccionar a no invertir en sectores tan frágiles como es
el del café y la agricultura y, llevar a regiones como la del Tolima a una
completa recesión y, como consecuencia funesta agravar más el desempleo. Esto no es cuento,
ya ha sucedido en muchos sitios del mundo, donde un elemento (agrícola o
mineral) ha arrastrado la inversión, sin
objetivo final de éxito para todos, como puede suceder en Colombia, que
esperamos no suceda.
Según
este informe del Dane del PIB de 2011 la media nacional de ingreso por habitante fue
13,4 millones de pesos y, solo siete departamentos están por encima. En cambio,
20 están por debajo de los 10 millones. En otras palabras, queda mucho por
recorrer para tener equidad económica en todo el país.
En
el informe del DANE se encuentra que principal
generador del PIB es Bogotá, curiosamente no lo hace por minerales, sino
por servicios, Tolima es uno de los últimos.
La
zona cafetera orgullo del turismo ecologista está en la “hoya”, especialmente
por el café; Caldas 1.5 %; Risaralda 1.5 %; Quindío 0.7 %.