PERIÓDICO EL PÚBLICO
Por: Alberto Bejarano Avila
Inapelables son los sondeos de opinión que develan la imagen del gobernante frente a la opinión y predecible el gozo o rechazo de este frente al resultado. Para Ibagué no es bueno que su mandatario lleve el farolito en este ranking maniqueo, pues el sondeo, más que calificar al Alcalde, tácitamente revela una común percepción de la realidad y, de algún modo, el nivel de autoestima colectiva. Ibagué va mal, es verdad, pero toda la culpa no es del señor Alcalde y sí de “cochadas” de dirigentes que nunca estuvieron a la altura del deber y por ello digo, con respeto y en contravía a lugares comunes esgrimidos como defensa, que el Alcalde inmolado por el tal sondeo y todos nosotros, cambiando paradigmas de mérito y gestión pública, podríamos concitar la autocrítica y el debate para destapar las causas del atraso y la inercia. Sugiero un nuevo marco paradigmático:
No ejecutar actos de gobierno para ganar imagen. Hemos de saber que la imagen personal como objetivo prioritario es yerro narcisista y patético propio de culturas políticas decadentes y de círculos de poder afectados de megalomanía. Reconocimiento digno y a veces histórico se otorga a aquellos que sin calcular eventos de prestigio o impopularidad demuestran real compromiso social y cumplen recta y sagradamente sus deberes. La imagen del funcionario público o del líder jamás debe ser un fin maquinado, debe ser libre y merecida gracia popular por un deber bien cumplido.

Prohijar sin miedo el debate público sobre asuntos de interés común y prestar oído fino a críticas justas y consejos generosos y bien intencionados que sólo puede provenir de personas con carácter e independencia. Elogios e insinuaciones en cuchicheo son mañas de áulicos y palaciegos y suelen entrañar segundas e mezquinas intenciones que perjudican al mandatario y la sociedad.  
Entender que hechos normales de gobierno no tienen que merecer distinción excepcional. Así como una persona no merece Cruz de Boyacá o medalla al ciudadano emérito por lavar loza, barrer o sacar al perro, un alcalde no merece encomio especial por tapar huecos, otorgar becas, pintar escuelas o cualquier labor con cargo a un rubro del presupuesto público. Todos esperamos que un sujeto común o un alcalde normal hagan lo mínimo que deben hacer y solo quien coadyuva a cambiar el curso de la historia, ésta, tal vez, le otorgue sitio especial. Quien tiene iniciativa, es prospectivo, inclusivo, lidera, indica caminos, oye, convoca, cohesiona, acuerda, protege (y no es rosquero) él, sin buscarlo, sin duda recibirá reconocimiento de excepción. Esta es la cuestión.
Saber que el ciudadano, así deba ser testigo impotente de cuanto sucede, no es memo y sabe bien quienes protegen o enajenan el patrimonio público. La sabiduría popular es cierta así la cultura política sea débil y es por ello, y por ética, que gobernantes y dirigentes no deberían hacer cálculos estratégicos sobre debilidades comunitarias y sí sobre sus fortalezas y potencialidades. El respeto a las persona diferencia al legítimo líder del anacrónico manipulador y al buen político del politiquero. Sobre cultura cívico-política nuestras universidades, UNIBAGUÉ y UT, podrían investigar y aportar propuestas orientadas a calificar el desempeño participativo de los ibaguereños.

Creer que sólo un equipo idóneo puede imaginar, crear, confiar, proyectar y liderar tareas complejas y sistémicas que rebasan el límite de competencia del tecnócrata. El Tolima, en todo campo, tiene personas capaces para organizar equipos eficientes, razón por la cual mandatarios y dirigentes no tienen excusa para argüir imposibilidades. Como “anillo al dedo” les caería este fallo de Newton: “Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes“.
Carlos Orlando Pardo
A muchos tolimenses no se los traga la selva como al personaje de la Vorágine de José Eustasio Rivera sino el mundo. Un día levantan anclas bajo la ilusión de un mejor futuro, quedándose no pocos hundidos en el anonimato y entre el rigor angustioso de la supervivencia. Otros, por el contrario, iluminados por su talento, cierta porción de suerte y una disciplina demencial, llegan a convertirse en estrellas dentro de un mundo competido. Son generalmente jóvenes que echaron un día en su morral de viaje las quimeras y hoy brillan en el panorama del planeta. Serían muchos los casos para comentar, pero voy a referirme particularmente a un escritor y a una cantante lírica, por cuyas acciones en su oficio ciñen una corona prestigiosa en lo internacional. Ambos nacieron en Ibagué y el uno terminó convirtiéndose en una figura literaria y la otra en una celebridad en Estados Unidos y Europa. James Cañón es el nombre del autor de La aldea de las viudas, novela que ha sido premiada en Norteamérica, Francia e Italia y Patricia Caicedo la intérprete de música latinoamericana que ahora reside en Barcelona dirigiendo el más importante festival de música en el viejo continente. Cañón, hijo menor del popular JC, un dinámico comerciante que además de almacenes fundó el estadero campestre Mi botecito, se fue a estudiar inglés a Nueva York y terminó en un taller literario para plasmar al final su oficio en la obra galardonada. Inclusive, en los prestigiosos y legendarios estudios de Hollywood, se rodó una película con actores consagrados que en una comedia se presentó hacia mediados del  año pasado. En la novela está la historia de la violencia en aquellos lugares donde los hombres desaparecen asesinados o secuestrados por la guerrilla y las mujeres quedan al amparo de su propia suerte. Aquí, sin embargo, la derrota no cubre su destino sino que ellas montan su propio gobierno como en el tiempo de las amazonas. Al regreso de los pocos supervivientes, encuentran otro gobierno y una autonomía que les será difícil destruir. Un drama de nuestro tiempo e inclusive de la misma llamada violencia colombiana de mitad del siglo pasado,  tiene en sus páginas el testimonio que curiosamente se vuelve comedia bajo la mirada de los productores gringos. Patricia, cuya voz se escucha en importantes escenarios europeos o en universidades de Estados Unidos donde ha dictado clases, está incluida en el libro Quién es quién en América junto a importantes personalidades mundiales. En Barcelona fundó y dirige el festival de música desde 1993 dedicado a la canción artística. Se trata de una soprano que pasea airosa por escenarios de Italia y España, de Dinamarca y Holanda, entre otros países, con la aceptación delirante de la crítica especializada. Son varios sus CDs, grabados inclusive con la Banda Sinfónica de Bogotá, y cómo no, por la Sinfónica del Tolima haciendo honor a su patria chica. La música de cámara y sus recitales también por América Latina, van paralelos a la difusión de su libro La canción artística de América Latina: antología crítica y guía interpretativa para cantantes, publicado en España. En nuestro conservatorio estudió solfeo y piano desde sus primeros tiempos, pero fue en 1992, tras finalizar su carrera de medicina, que tomó el camino del mundo. Ahí está la muestra de su profesora de canto, la maravillosa Rocío Ríos, formadora de juventudes e igualmente intérprete de casta. Los dos tolimenses, ibaguereños, como ya se ha dicho, son orgullo de la raza pijao.
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Fue noticia destacada en las redes sociales el hecho reciente de un joven filipino quien se ha practicado 16 intervenciones quirúrgicas para cambiar su rostro y parecerse a Superman, el personaje de las películas. Esta persona quiere salir por las calles vestido de superhéroe y ser reconocido por prestar algún servicio.
Este caso es modelo de lo que hoy sucede en el mundo. Las personas consideran que su apariencia es lo más importante. Por eso las dietas para bajar de peso se venden como pan caliente y todo lo que tenga que ver con el cuidado del cuerpo. Además, de todo tipo de productos de belleza, para desaparecer arrugas, reducir barriga, tonificar glúteos o senos, para disimular canas y el paso del tiempo, etc. La ropa sigue la misma línea y ofrecen pantalones para dama que levantan la cola o calzoncillos que hacer ver prominentes las partes íntimas masculinas. Igual con los sostenes, fajas o extensiones, tinturas para el pelo o sustancias vigorizantes.
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Que difícil se convierte para el ciudadano común y corriente aceptar una crítica. Para él o ella toda crítica tiene el ácido que corroe y debe rechazarse de plano. No hay que darse espacio para reparar las posibilidades de verdad en esa crítica. Lo importante es alistar la disculpa, la excusa o la repostada. Una opción es echarle la culpa a otro. Hay que quedar bien a toda costa. Otra posibilidad es ponerse energúmeno, zapatear y hacer escena, para tratar que el ofuscamiento disipe la crítica.
Por: Santiago Castro Agudelo
Hace unos días en una reunión con amigos noté una gran preocupación por la situación actual del Departamento del Tolima. Alegan varios que hay un retroceso en temas de infraestructura, calidad de la educación, cobertura en salud, entre otros. Sin embargo, en las consideraciones finales varios indicaban que lo mejor era que sus hijos se radicaran en Bogotá una vez salieran del colegio, debido a que en el Tolima las oportunidades eran limitadas o inexistentes. Para nadie es un misterio que enfrentamos un problema grave de desempleo, acceso al crédito, oportunidades reales de comercialización a nivel nacional e internacional, además de un gobierno departamental sin norte y unos gobiernos municipales con recursos limitados y que terminan por quedar prisioneros de posibles investigaciones de la Procuraduría, las contralorías y demás “ías”.

No obstante, asumir que debido a la situación actual lo que habría que promover es que las nuevas generaciones de tolimenses se radiquen en otro lugar, usualmente Bogotá, es negar la posibilidad de un futuro mejor para el departamento y la región. En contravía de mis contertulios, considero que lo más importante es lograr que el Tolima sea atractivo para quienes se han visto obligados a buscar oportunidades en otras partes. Hace décadas la Violencia obligó a muchos a dejar sus tierras y hoy sus hijos y nietos no vislumbran la posibilidad de regresar al Tolima. En años recientes fue una clase política cerrada la que impidió que nuevas ideas, nuevas personas, nuevos movimientos ciudadanos surgieran ¿Se nos olvida que en la pasada campaña una de las críticas más fuertes contra un candidato a la alcaldía de Ibagué es que no había nacido aquí? Pocas veces había escuchado un argumento tan estúpido, no hay otra palabra.
Por: Alberto Bejarano Ávila
La juzgue decimonónica y loca por aquello del separatismo e independentismo. La nota del diario local, luego de exaltar virtudes históricas y naturales, señalaba que el Barrio Especial de El Salado “se quiere independizar; no quiere ser parte más de la Capital Musical y (que) cada vez con más fuerza se escucha su grito separatista e independentista”. Al leer con juicio lo reseñado debí recular de mi primer juicio, pues crear el municipio 48 del Tolima, con El Salado como cabecera y anexando áreas al norte del Chipalo y poblados tradicionales como San Bernardo, La Flor y San Juan de la China, puede ser el suceso que frene la desenfrenada pauperización del nororiente de la ciudad musical y permita dar orden al desorden del crecimiento urbano. Veamos unas razones:
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA

En el mundo capitalista actual que gobierna el mercado, todo se ha convertido en una mercancía. La mano de obra, el tiempo libre, la salud, la seguridad, la recreación y hasta la misma virginidad hoy se compran y se venden. El vehículo expedito para este mercado es la publicidad. Cualquier producto para poderse vender apela a la publicidad para llegar a manos de los consumidores. Y la publicidad es eficiente y se sofistica cada vez más.
Por Hugo Neira Sánchez.
La voz popular siempre  ha afirmado que en nuestra sociedad hay una diferencia salarial de los egresados de las distintas Universidades del país y, que las mujeres aunque tengan los mismos conocimientos ganan menos y, esto se muestra en una investigación  que hizo la revista “Dinero”. Tenga presente que algunas universidades cuentan con más graduados que otras, lo que influye en el promedio del resultado salarial, por lo que en muchos casos no habría lugar a comparaciones.
En primer lugar señalamos los graduados en 2010 y vinculados en 2011, los mejores remunerados de los recién graduados, (Fuente: Observatorio Laboral para la Educación, Ministerio de Educación Nacional)
AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
Una de las costumbres más odiosas que tenemos los colombianos es la de reírnos, a carcajada batiente, de los infortunios de los demás, no importa si sean niños, ancianos, discapacitados o embarazadas. No es sino observar los videos titulados como chistosos en las redes sociales y se constatará la lista de niños que se caen de los columpios, de las mesas o sillas; que se quedan dormidos y se echan la comida encima; que se resbalan en las piscinas; o los adultos que al bajarse de un vehículo sin fijarse, caen a una alcantarilla sin tapa; o la gestante que por el peso de su bebe camina con dificultad y la comparan con animales o cosas por el estilo…
Por: Carlos Orlando Pardo

Muchos de los seguidores del novelista portugués Antonio Lobo Antúnez, se han quedado desde hace varios años esperando la noticia que anuncie su premio Nobel de literatura. Sin embargo, la entrega que se hiciera en 1998 a José Saramago, lo dejan a un lado de las posibilidades, lo mismo que ocurrió con Carlos Fuentes porque no es fácil repetirlo para un país ni para un continente. De todos modos, su prestigio y sus lectores corren cada día para un escritor nacido en Lisboa en 1942 y que se dio a la tarea demencial y sin tregua, de dedicarse con pasión enfermiza a su oficio abandonando su carrera de médico y siquiatra. Algunas circunstancias de su vida lo han revestido de una leyenda, en particular por su participación en la guerra de liberación colonial de Angola, puesto que ya los escritores no están en las fauces de los combates como lo hicieron tantos a lo largo de diversas épocas y de cuya experiencia han resultado libros memorables. Lo conocí de paso en la Feria Internacional del Libro en Bogotá. Tenía noticias suyas y la lectura de algunos textos, pero ignoraba la dimensión de su tarea, e inclusive abandoné su novela “Buenas tardes a las cosas de ahí abajo” porque me pareció radicalmente anárquica. Después de aquella entrevista me di a la tarea de detenerme en sus páginas, pues alguna vez, en Irvine, a una hora de Los Ángeles, le escuché a Álvaro Mutis la recomendación reiterada de conocer mejor la literatura portuguesa. Pasar por Pessoa y su pesimismo que desborda el de Ciorán y el de Onetti, por ejemplo, ya era un camino, a más de la devoción por otro médico novelista del Brasil, Joao Guimarães Rosa que estuvo entre nuestras devociones por los años 70 del siglo pasado, e inclusive la asumida hacia Clarice Lispector, una anárquica, simpática y formidable escritora que conocimos en Cali en un congreso de escritores por la misma época. Lobo Antúnez llegaba cargado de premios y una larga lista de libros suyos, buena parte de los cuales no se han traducido al español. Títulos como Tratado de las pasiones del alma, Manual de inquisidores, En el culo del mundo y La muerte de Carlos Gardel, por ejemplo, ya eran suficientes para abordarlo. La curiosidad y el hambre por saber nos lleva a territorios donde habita el infierno y donde vemos la vida convertida en lenguaje. 24 libros publicados no es poca cosa y menos el haber logrado el premio de Literatura Juan Rulfo en el 2008 y el Camoes en el 2007. No ajeno a la crónica ha publicado tres tomos sobre ellas y va de un lado a otro de manera asombrosa como pasar de una novela “acerca de los pájaros” (2008) sobre un hombre asesinado o que se suicida cuyo cadáver aparece rodeado de los animales, o a otra bajo el interrogante de ¿Qué caballos le hacen sombra al mar? (2012) donde el tema de una herencia se vuelve el núcleo. No le faltó su trilogía autobiográfica que se cierra con “Conocimiento del infierno” sobre la doble crueldad que sufren los enfermos siquiátricos y cuyas incursiones se habían dado en “No entres tan de prisa en esta noche oscura(2000)”  que navega por los recovecos de la mente en un ir y venir de recuerdos tormentosos como a veces es la vida. La directora de Babelia, el suplemento literario de El país, de España, le hizo una serie de entrevistas para un libro revelador sobre el proceso creativo y los factores que determinaron su vocación, su soledad tras la viudez, el drama de las separaciones y la pasión por el oficio de escribir, cuyas respuestas son contundentes y brillantes, dejándonos un feliz aprendizaje. Espero entrevistarlo pronto en Lisboa como una manera de la felicidad.
PROBLEMAS Y DILEMAS DE LA EDUCACIÓN MEDIA
No se enseña lo que interesa a los adolescentes
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez
En la semana que acaba de pasar, se realizaron en Ibagué tres eventos en los cuales se analizaron datos sobre el estado de la educación en el país, en el Tolima y en Colombia. Datos que suscitan reflexiones sobre el futuro deseable de la educación en el departamento.
El lunes se realizó un pre-foro  sobre “Modernización de la Educación  Media y el tránsito a la Educación Terciaria o Superior”, evento  preparatorio del  foro departamental y nacional  que se realizará más adelante. El martes, el ICFES ilustró a los rectores sobre la interpretación de los resultados de las pruebas SABER. En el fin de semana, docentes directivos de los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas y Tolima, se reunieron durante dos días para reflexionar y debatir sobre la educación como un derecho y no como un servicio.
La Tolimense Marha Esperanza Ramos de Echandía
sigue cosechando triunfos en Europa
Carlos Orlando Pardo
La primera novela del ibaguereño Jorge Iván Parra, Contra el olvido, dividida en tres partes, por la estrategia del narrador teniendo en vilo el crimen del hermano por pugnas con el hijo del jefe de la oficina de abogados donde trabaja, semeja un libro de memorias cuyo hilo parte de las evocaciones de familia para concluir en el crimen del muchacho que el tiempo y la impunidad dejan siempre en permanente olvido. Tiene un tono  que pareciera en ocasión una charla informal de café donde se recorren los hitos que desde los medios marcaron por lo menos a dos generaciones. Bajo la sencillez Borgiana en algunos de sus cuentos, la intención pareciera darse en el alejamiento de lo estrictamente literario quitándole ese ropaje a una historia cuyo ardid de un crimen es la disculpa estructural para ofrecer el reflejo de una Bogotá que parte desde 1966 hasta dos décadas después. No he leído un fresco más nítido sobre la Colombia de entonces que va deslizándose entre el asombro de los primeros atisbos de la tecnología, los inaugurales equipos de sonido, los nacientes televisores, las radionovelas y los comics, pero al fondo de la ficción, el país tipificado en los crímenes paradigmáticos que marcaron a nuestro conglomerado desde el mismo asesinado de Uribe Uribe en el recuerdo del papá, un capitán de la policía retirado y en goce de pensión, lo acontecido con Jorge Eliécer Gaitán y la transformación misma de barrios y edificios, inclusive de los teatros del centro que sucumbieron al avance urbanístico. Ese mundo que el tiempo ha devorado, se ve como una radiografía fresca de una época ingenua en apariencia bajo los recuerdos del narrador que despierta a la vida en el marco estrecho de dos canales de televisión, sus series y programas de entonces saboreados al ritmo familiar e inclusive la existencia de apenas dos equipos de fútbol, dos partidos políticos, para llegar al M-19. No exenta de humor, la novela simula una simple memoria con sus tintes autobiográficos resucitando momentos cruciales de la vida cotidiana
Por: AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA
La exclusión es un grave problema de la sociedad capitalista. Es una sociedad que no le da cabida a toda la gente. Para intentar desenredar este nudo, se habla de movilidad social. A la educación se la ha encargado del papel de movilizador en la escala social. La idea es que a mayor preparación educativa más alto se llegaría en la estratificación social. Esta concepción tiene detractores y defensores.
Un defecto evidente es que la cualificación se mide por la credencial que certifica la preparación educativa. Tener un título sería la garantía de una preparación adecuada para la movilidad social. Esto no es cierto en muchas ocasiones. Pero si ha llevado a valorar el credencialismo por encima de la cualificación misma. Eso explicaría el montón de instituciones de educación superior o técnica que con dudosas calidades, acreditan títulos a destajo, y que mucha gente acuda a ellas porque lo único que les interesa es el cartón que los acredita como preparados, así eso no sea real.
 ¿POR QUÉ TANTA REPROBACIÓN ESCOLAR?
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

La Secretaría de Educación  Municipal de Ibagué, aun no ha divulgado el boletín estadístico correspondiente al año 2012, que nos permita conocer los datos sobre eficiencia interna correspondientes al ese año. Pero, la profesional en Ciencias Sociales Yenny Varón de la Dirección de Calidad, ha dado a conocer datos sobre aprobación y reprobación de estudiantes, con base en las evaluaciones trimestrales que hacen los docentes, en cada uno de los establecimientos educativos oficiales.

El informe sobre las evaluaciones internas o de aula, que son la determinan si un estudiante aprueba o desaprueba un área o asignatura, trae datos que dicen mucho sobre el desempeño  académico de los estudiantes ibaguereños.

Con datos del tercer período, del calendario académico del año 2012, se  deduce que una cuarta parte de los estudiantes de secundaria (25%), en los grados sexto a noveno, reprobaban el año escolar, hacia el mes de octubre. Que ese porcentaje de reprobados era del 19% en estudiantes de primaria y del 17% en Educación Media (grados décimo y once) en las 59 instituciones educativas que reportaron datos sobre estos fenómenos de eficiencia interna.
Por: Alberto Bejarano Ávila

En Ibagué (el contexto) el recurso financiero resulta vital para apalancar emprendimientos que a su vez generen más recurso financiero y así hacer sostenibles las dinámicas del progreso y el bienestar social. Hasta aquí la obviedad hace tonto cualquier choque de ideas. Ahora, si el capital financiero en operación fuese público (municipio rico), cooperativo o, aun, si fuese patrimonio de una clase media o de una burguesía local ciertamente industriosa, solidaria y comprometida con el progreso, sin duda, las discrepancias políticas serían transables. Tristemente así no es la cosa.

Diferenciar capitalismo salvaje de capitalismo moderado y ético o democracia económica no es fácil ya que todo ignaro o ávido de coima aduce, con descaro o alquiladiza forma de pensar, que el capital externo es motor de desarrollo y este de equidad social, una sofística y fullera tesis que oculta cómo el inversor externo, arguyendo financiar el desarrollo, termina quedándose con la ganancia, enviándola a países ricos o centros de poder y condenándonos a pobreza endémica.
Por: Carlos Orlando Pardo

La falta de estudio y comprensión de lo que significa el poder en todos los ámbitos de la vida personal y colectiva, nos vuelve presa fácil de la manipulación a que somos sometidos de manera diaria. No se trata de examinarlo desde la perspectiva de las opiniones, que todos las tienen, sino desde el concepto propiamente académico, para lo que se requiere de estudio y reflexión. ¿Cómo estamos acostumbrados a pensar y cómo se han desenvuelto las ideas? ,Cómo ha sido la crítica histórica para estos tiempos?  Ir hasta las profundidades de la historia no es un camino fácil, pero sí el sendero adecuado para conocer las entrañas de la vida social y del por qué de sus comportamientos.  Es la tarea de los pensadores y el oficio de los filósofos tan necesarios en una época donde caminamos al abismo sin ser conscientes de estos pasos. Y son las preguntas que se provocan en medio de un mundo banal y light con la lectura de algunos libros que cumplen con su misión intelectual. Los investigadores tienen su centro en las universidades donde se dedican no a tirar piedra, como irresponsablemente pudiera pensarse, sino ideas. Aunque no todos. Buena parte de los profesores y catedráticos universitarios, se dan simplemente a la tarea de repetir autores y obras, sugiriendo desde luego su estudio, pero no cumpliendo con el quehacer de su propia interpretación y mucho menos cumplir con el aporte de escribirlo. Por eso la aparición de la obra de Alexander Martínez Rivillas en el mundo de la universidad, no sólo sorprende por sus atrevimientos conceptuales que van más allá de las teorías propuestas por un pensador como Michael Foucault,  historiador ya legendario del pensamiento, sino porque lo asume como una disculpa para intentar sus propias reflexiones no sólo en torno a la teoría del poder del intelectual francés, sino mucho más allá en temas no estudiados por quien después de un cuarto de siglo de su muerte, sigue siendo objeto de estudio y polémica. ¿Qué nos domina y qué nos obstaculiza? ,Qué existe en nuestra conciencia y en el de la realidad más allá de ella? ¿el poder sólo lo tienen los de arriba? Revisar lo que somos y por qué somos así termina siendo urgente, pues la emancipación personal y social se alcanza si reconstruimos nuestros errores y buscamos la autonomía más allá de tanto factor de dominio. La historia de las ideas nos lleva al itinerario de nuestros errores y aquí tenemos un camino. Recibimos este libro con la emoción de darle la bienvenida a un intelectual que como Alexander Martínez Rivillas se proyecta como uno de los pensadores desde la tierra del Tolima al mundo. Es profesor de la universidad del Tolima adonde llegó por concurso y méritos y nació en el Líbano, el 6 de abril de 1977. No son pocos sus títulos: Filósofo de la Universidad Nacional de Colombia; Ingeniero Geodesta, Universidad Distrital; Ms. en Gestión Pública, Universidad Autónoma de Barcelona; Candidato a PhD. en Geografía, Instituto Geográfico Agustín Codazzi. Ni son pocos sus trabajos. Entre sus ensayos se encuentran El mito de la ley y la verdad; el “procedimiento” matemático de Descartes; Borges y la entonación de una metáfora; Reflexiones sobre las emisoras comunitarias; El desarrollo, una idea inútil; Generalidades sobre la forma y función de la ciudad de la alta Edad Media; Los efectos regionales y locales de la política de cooperación al desarrollo de la Unión Europea: el caso de Sudamérica y Colombia; Objeciones foucaultianas y heideggerianas a la conferencia de Habermas: “Otra manera de salir de la filosofía del sujeto: razón comunicativa vs. Razón centrada en el sujeto”; La tierra como espacio humanizado; Elementos para la interpretación de “Utopía”: una perspectiva desde la filosofía política y las políticas públicas; en fin, no menos de 40 densos ensayos, además de sus libros Un encuentro con la libertad; Entre la diversidad y la desigualdad: diagnóstico territorial del Pacífico colombiano en perspectiva de derechos humanos; y la teoría del poder que acaba de publicar Pijao Editores. No ha sido esquivo a los reconocimientos internacionales: Nota Global Excelente, Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, 2007, Aplicación Beca de Maestría, DAAD, University of Applied Sciences, Stuttgart, Alemania, 2005, Aplicación Beca de Investigación, OEAD, Vienna University of Technology, Austria, 2003, Tesis Meritoria, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2001.  Es un intelectual de verdad. Además de un escritor de ficciones clandestino, pues tiene en preparación la novela corta Imprecisiones de un lugar y un poemario que recoge su trabajo desde 1995 hasta la fecha. 
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

La evaluación de los docentes ha suscitado más de una controversia e inclusive conflictos entre las organizaciones sindicales y el gobierno. El Ministerio de Educación Nacional fracasó en el intento de implementar un sistema de evaluación para todos los docentes, incluyendo a los escalafonados según el decreto ley 2277 de 1979, que son la mayoría.

Existen dos situaciones  en cuanto a la evaluación del desempeño de los docentes. Los docentes escalafonados del 2277/79, en la realidad no son evaluados periódicamente, inclusive se resisten a ello, aun en el contexto de  la evaluación institucional que anualmente deben realizar las instituciones educativas oficiales.
Por Hugo Neira Sanchez.
La Universidad del Tolima perdió su rumbo al dejar de ser una Universidad al servicio del agro, por ramificarse en una cantidad de facultades, ayudando a miles de tolimenses, pero se desvió de su objetivo inicial, cambio la calidad por la cantidad. Además nombro personajes que no tenían la calidad que se necesitaba y, dejaron que su dirección fuera manejada por “mamertos”, confundiendo la protesta pública con echar piedra y, permitir  a los que no querían estudiar, sino protestar, estar eternamente dentro de la Universidad sacrificando a estudiantes que si querían estudiar. La idea de tener la Universidad del Tolima, una facultad de medicina es muy loable para la región y los estudiantes, pero estas se han propagado en el país como el arroz, muchas de ellas sin la calidad que se necesita, pues existen actualmente Colombia  57 escuelas de medicina, que gradúan cada año a 3.500 nuevos facultativos (se estima que hay cerca de 80.000 de ellos). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, mientras el número recomendado es de 25 por 10.000 habitantes, el país ya hacía gala, en el 2011, de 26 por 10.000. Mientras en Colombia existe aproximadamente 80.000 médicos, en abogados son más de 200.000. Según la nueva ley de la salud, se les devuelve la autonomía a los médicos pues se había perdido y,  hay necesidad de corregir graves fallas en su formación, su desempeño y su rol dentro de la sociedad.
El Poder y la Autoridad en la Empresa
Aunque a simple vista parezca lo mismo, son dos conceptos muy diferentes en cuanto al mundo de la empresa se refiere. Mientras que el poder hace referencia a tener expedita la facultad o potencia de hacer algo, la autoridad es el prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia. Es por ello que el poder en la empresa viene dado por la propiedad de la misma, el poder depende de la posibilidad de poder adquirir los derechos políticos de la empresa, mientras que la autoridad depende de que terceros en la empresa te la concedan, independientemente que tengas o no el poder. En las empresas es muy frecuente confundir poder con autoridad; el primer concepto hace referencia al gobierno y el segundo concepto a la gestión. Debe quedar muy claro que la posesión del poder, no te hace poseedor de la autoridad ¿Qué queremos decir? Que se tenga la posibilidad de comprar las acciones de una empresa, tal hecho no lleva implícito la adquisición de las capacidades necesarias para dirigirla. Si bien el poder se puede conseguir en un instante, la autoridad conlleva un proceso largo en el tiempo dónde se demuestra la capacidad y la valía de las personas en la gestión empresarial. Por desgracia, en muchas ocasiones, la soberbia y la erótica del poder conllevan a empresarios, perdón a individuos que ostenta el poder, a creerse buenos directivos y a tomar decisiones sesgadas e irracionales que conducen a la pérdida de valor de la misma. Sin embargo, los empresarios con mayúsculas son capaces de equilibrar el binomio poder-autoridad, rodeándose de aquellos profesionales capacitados para la dirección de la empresa, limitándose los primeros al buen gobierno de los derechos políticos de la misma, hecho que conduce a la empresa a la generación de valor.

Por: Carlos Orlando Pardo

No siempre se tropieza uno en su oficio de lector con textos enriquecedores y ante todo muy bien escritos en el campo del ensayo literario. Es lo que ocurre felizmente en este nuevo libro de José Gutiérrez, algunos de cuyos textos hemos leído destacados en Día D, el aleccionador suplemento literario del diario El Nuevo Siglo.  El volumen recoge estudios ya publicados igualmente en otros medios como El Magazín de El Espectador, El dominical de El Colombiano, El imaginario del periódico El Mundo, le Monde Diplomatique y la revista Casa de las Américas en Cuba. A lo largo de 154 páginas en bella edición, 23 son los ensayos que en una primera y segunda parte se muestran, dejándonos viajar a través de libros y autores que siguen teniendo una vigencia así algunos de ellos estén muertos. Acostumbrados como nos tienen los mamotretos de este tipo firmados por profesores universitarios dedicados supuestamente a la ciencia de aclarar cuando confunden por su lenguaje saturado de terminachos técnicos, el libro de José Martínez surge como un ejemplo. Este poeta, narrador y ensayista nacido en Aguadas, Caldas, la tierra de un iluminado como Jaime Mejía Duque de la cual resulta un aventajado discípulo, ha sido premiado y seleccionado por importantes concursos nacionales y sus textos han sido objeto de publicación en Nueva York y varios países de América Latina.  Todo ensayo exitoso es el que ilumina y ofrece el camino para examinar la otra cara del espejo, mucho más cuando se trata de interpretar con juicio a un autor o a uno de sus textos que naturalmente ofrecen la posibilidad de varias miradas.  
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
La crisis de la salud siempre se mira desde la arista de la financiación. Que las EPS se quedan con los recursos, no les pagan a los hospitales, que estos, por no poseer liquidez, no pagan a  sus trabajadores ni proveedores y todo sumado, se traduce en un hueco que consume grandes cantidades de dinero, de esfuerzos,  de salud y calidad de vida.
Hay un tema no revisado a profundidad. La medicalización de la salud y la vida misma. ¿Qué se entiende por medicalización?  Es un término lanzado a la vida pública en 1975 por el historiador, sacerdote y filósofo austriaco Iván Illich. Quien hizo una crítica radical al poder totalitario y absorbente de la medicina sobre todos los aspectos que tienen que ver con el bienestar humano y sobre todo, por los riesgos que puede generar esta intromisión.
Illich lo definió como el proceso que se extiende de manera imparable por la sociedad de nuestro tiempo, por el cual los médicos se ocupan y tratan problemas que no son médicos,  que atañen al bienestar humano y que están asociados a características intrínsecas de la vida y a la condición humana. Temas como la sexualidad, la infelicidad, el envejecimiento y el deterioro biológico, la soledad, la tristeza, la angustia, el alcoholismo y la muerte son tratados como problemas médicos, como enfermedades.
Ibagué, Tolima y Colombia en pruebas SABER
2012, en la Educación Básica
Por Luis Eduardo Chamorro Rodríguez
Hay situaciones problemáticas en la Educación Básica que se ofrece el Tolima. Los datos que el ICFES divulgó en la primera semana de julio (2013),  sobre los resultados de las pruebas SABER que presentaron los estudiantes de los grados tercero, quinto y noveno, en octubre de 2012, así lo hacen evidente.
Los estudiantes de estos grados en Ibagué, superan a los del resto del Tolima y a los de Colombia, en las pruebas de Lenguaje, Matemáticas, Ciencias Naturales y Competencias Ciudadanas.
Los mejores resultados de los estudiantes de la capital, ocurren en el grado noveno, en Matemáticas. Los mejores en los 46 municipios no certificados del Tolima (excluye Ibagué) ocurren en Lenguaje, también en el grado noveno de Educación Básica.
En general, los resultados en los 46 municipios no certificados,  que corresponden a los que administra la gobernación,  están, todos, por debajo de los nacionales y de los de Ibagué, en las cuatro pruebas objeto de evaluación.

Por: Carlos Orlando Pardo
En este año 2013 se cumple el primer centenario de Albert Camus quien alcanzó el Premio Nobel de literatura  a los 44 años, lo que era de por si una hazaña. Nos alentaba saber de su familia con origenes humildes dentro de una familia de colonos franceses en Argelia, la muerte de su padre por heridas en la primera guerra mundial y su gratitud por los profesores de la escuela primaria a quien dedica su discurso del famoso premio. Por los años 70 los escritores en Ibagué que apenas sobrepasábamos los 20 años estábamos atentos a cuanto ocurriera en el mundo y más en el de la literatura. Fueron los hermanos Roberto y Hugo Ruiz quienes nos provocaron a leer a Albert Camus y en aquellos meses al conocerlo no paramos de incursionar en la aventura maravillosa por sus libros. Nos apasionamos de entrada inclusive con sus compañeros de militancia en el existencialismo y nos detuvimos en la famosa polémica entre Marlau Ponty y Albert Camus que pronto fue traducida al aparecer la revista Los tiempos modernos, pero cuyos apartes principales traducían Hugo o Roberto en voz alta en medio del ruido de los cafetines.
Camus significó desde entonces una oportunidad luminosa que nos conducía a la reflexión por encima de lo chato de la cotidianidad llevándonos a las profundidades del ser y el estar, no dejando ocasión muchas veces sino para el pesimismo, ante todo porque rompía con los conceptos de un mundo preestablecido al que era necesario cuestionar.
Por: AGUSTIN RICARDO ANGARITA LEZAMA
He defendido en múltiples escenarios que no se nace humano sino que lo humano es una construcción social. Esa construcción tiene que ver con la educación, con la socialización que desde la casa, las aulas, el trabajo y la vida cotidiana se recibe todos los días. No obstante, se estrella uno con situaciones que ponen a pensar si realmente la educación que recibimos nos forma y humaniza.
Hace unos días, al salir de un hospital, fueron capturados varios empleados mientras se sustraían medicamentos de ese ente de salud. Se sospechaba que se habría constituido una red interna para robarse la droga de los enfermos hospitalizados y venderla a menor precio en algunas droguerías de la ciudad.Como estos contratistas fueron capturados en flagrancia se procedió a cancelar sus respectivos vínculos laborales legales. Uno de los implicados decidió contarles a las autoridades los pormenores de la cadena delictiva. Más de cincuenta personas resultaron desvinculadas…
¡HASTA AHÍ LLEGÓ LA DICHA!
Por: Alberto Bejarano Ávila
Por fin lo entendieron, eso pensé al ojear este título en el diario local: “Festival folclórico necesita renovarse para seguir en alza”, y mi júbilo creció cuando leí el primer párrafo: “llegó la hora de que la Corporación haga cambios para darle nuevo “aire” a las festividades de San Juan y San Pedro en Ibagué”. Quise saber más de la buena nueva, pero hasta ahí llegó la dicha porque el meollo de la nota sólo hablaba de variar recorridos, modificar tiempos entre elección de reinas y otras cositas accesorias y claro, vino la congoja y la autorecriminación, ¿acaso debería esperar algo más que formulismos en mi querido terruño? ¿Acaso desconocía que acá se practicaba el artificio retorico-intencional que denuncio un lampedusano: “que todo cambie para que todo siga igual”?
La chispa de mi delirante y fugaz júbilo surgió por mi torpeza de juzgar que los dirigentes ahora si reconocían que el tolimense debía tener conocimiento del origen de la festividad, sobre su significado histórico, mítico y cultural y, por ende, saber por qué y qué celebra en junio, pues no por simbólico e histórico el festival deja de tener efectos sociales económicos y políticos y ser ocasión propicia para afirmar la identidad y la cohesión social. El festival sin significados y razones no alimenta el espíritu tolimensista, no es referente raizal, no es imán turístico y si corre el riesgo de convertirse en alicaído jolgorio etílico y, para el “vitrinero”, la oportunidad que pintan calva.
Por: AGUSTIN ANGARITA LEZAMA
La corrupción es quizá el problema más grave que aqueja nuestra sociedad. Claro está que no es un problema exclusivamente nacional. De ninguna manera. Es un problema mundial, que carcome hasta las sociedades más desarrolladas y civilizadas. Pero limitarnos a decir esto es consuelo de tontos. La corrupción inicia en la no interiorización y asimilación de la ley. En unos casos porque la ley es injusta o favorecedora de intereses particulares; o porque preferimos la subcultura de la viveza en la que la ley es “para los de ruana” o para los giles, o porque hay que aprovechar el “cuarto de hora”. Además, nos encantan los atajos, privilegios y ventajas exclusivas. Y como nuestro verdadero dios es el dinero, hay que rendirle culto permanente.
Luchar contra la corrupción es, entonces, una tarea muy difícil. Casi imposible de erradicar. Me recuerda lo que decía el ex presidente Julio Cesar Turbay, que la corrupción había que mantenerla en sus justas proporciones, evitar que se desborde pero muy complicado acabarla. Para combatirla se necesita la voluntad de todos no de tres o cuatro.
¿Que lleva a que una monja convencida se case con un francés ateo? Es parte de lo que se cuenta en la reciente novela El beso del francés de Carlos Orlando Pardo que será traducida a varios idiomas. Pero más allá, ¿cuál es la épica aventura de un puñado de colonizadores antioqueños que huyendo del hambre en su tierra dieron lugar a la creación de más de un centenar de municipios colombianos? Toda esa variopinta sucesión de  hechos notables en el siglo XIX está en esta novela de un autor sobre el que García Márquez escribió era el “campeón de las doce líneas” cuando ganara el concurso nacional de minicuento que el diario El Tiempo hiciera en 1980.

No se trata de un autor improvisado sino de un veterano del oficio de escribir. Carlos Orlando Pardo nació en el Líbano, Tolima. Novelista, ensayista, compositor, autor de varios libros antológicos, editor, periodista cultural e investigador con numerosos libros publicados, entre ellos las novelas Lolita Golondrinas, Cartas sobre la mesa, La puerta abierta y Verónica resucitada. Se registran igualmente sus libros de cuentos Las primeras palabras en coautoría con su hermano Jorge Eliécer, Los lugares comunes, La muchacha del violín, El invisible país de los pigmeos, El último sueño, El día menos pensado, Un cigarrillo al frente y El gran vuelo. Reunió su trabajo en el  volumen Obra Literaria de 1972 a 1997 en este año. Otros libros suyos son El proceso creativo, Palabras y sueños, Los adelantados, Novelistas del Tolima Siglo XX, Narrativa e historia en el Tolima, Los últimos días de Armero, Hazañas del Tolima, Diccionario de autores tolimenses. Dirigió y es coautor del Manual de historia del Tolima, Protagonistas del Tolima Siglo XX y de la enciclopedia multimedia Tolima Total. Ha ganado varios premios nacionales y está incluido en diversas antologías. Traducido al francés, inglés y serbocroata

Los grandes ejes temáticos que transcurren en esta novela, se mecen con marcada tensión entre la persecución y la muerte, las guerras y la lucha por la tierra, los enfrentamientos por las ideas y la búsqueda persistente de un paraíso donde viva la paz. Una monja que huye del destierro al que la confina el presidente Mosquera, un arquitecto francés que llega a la construcción del Capitolio huyendo de las posibles catástrofes después de la caída de Napoleón y un colono que funda pueblos y al que le cobran sus creencias con el asesinato, son los protagonistas de la nueva novela de Carlos Orlando Pardo.

Mercedes González, Desirè Angee y el general Isidro Parra cruzan sus destinos al calor de las guerras del siglo XIX. La monja vestida de civil  enfrenta la más terrible de sus batallas que era consigo misma tambaleante entre la castidad y el placer, el infierno anunciado por violar sus creencias y el cielo que le ofrecía la circunstancia de descubrir su cuerpo y sus sentidos. Precisamente el ciudadano francés ateo Desirè Angee encarna su tentación y su tortura, su salvación y su nunca antes soñado estado de la libertad y el amor. El general Isidro Parra, liberal íntegro, encarnó el variopinto ejercicio de espiritista, empresario, minero, traductor, educador, pionero de la industria del café, guerrero de atinados aciertos y estratega, agricultor enamorado de su oficio, fundador de un pueblo próspero y culto y en esencia, el de un humanista. Se trata de un retrato íntimo y apasionante alrededor de seres excepcionales.
Por Hugo Neira Sanchez
En la reunión para reafirmar y comprometer a las fuerzas políticas y privadas del Tolima en el desarrollo de la visión del Tolima al 2025, se  plasmó que la educación, la ciencia y la tecnología se constituyen en el principal motor para este plan, a la hora de la verdad, actualmente  es todo lo contrario actualmente es la "Cenicienta“del Plan.  Realmente no se está realizando esas intenciones y, parecer ser otra reunión, donde se habla y se habla y surgen personajes que solo sacan “pecho” y,  no son realmente ejecutivos, para sacar a nuestra querida Tolima, que la han llevado a su postración tantos políticos y privados, que como estas inútiles reuniones de “amigos” y en donde solo se expresa su bla, bla..y de aquello que necesitamos nada.
Recientemente una columna en la revista “Dinero” titulaba “dime de qué colegio eres…” es  una crítica a la polarización actual de nuestra desigual sociedad, publica también un ranking anual que provee información a padres sobre los puntajes en la prueba SABER 11,  que ayuda a alimentar ese gusto por la exclusividad. No obstante, mantener la calidad de la prueba utilizada para el ranking y,  responder a las necesidades del concepto de calidad educativa,  es un reto al cual se enfrenta diariamente el ICFES.  . Obtener un alto puntaje se ha vuelto un fin, con consecuencias económicas claras. Los colegios lo saben y actúan también en función de ello. Ello ha llevado a que rectores, instituciones de capacitación “preicfes”  y, padres de sus estrategias lo hacen en función de maximizar el puntaje en la prueba. Esto puede llevar a lo que se conoce como “inflación de puntajes” y se descuide el desempeño relativo de los mismos estudiantes.
     Las instituciones tolimenses que brillaron en el ámbito nacional como los colegios:Isidro Parra (Líbano) y San Simón (Ibagué), le debe dar vergüenza a sus dirigentes, el puesto actual entre los 12.618 colegios del país:
Por: Alberto Bejarano Ávila
Como en inefable día de estío, en mi región Pijao no se mueven ni las hojas de los árboles. Con excepciones no siempre en pro del interés tolimense, es el ruido mediático aupado por el protagonismo el que altera los sentidos para producir sensación de dinámica y avance cuando en verdad todo está quieto, todo sigue igual o tal vez mutando a peor. La rancia retórica dice que vamos bien, la realidad muestra que vamos mal y sólo el espíritu autocritico y abierto al debate podría esclarecer nuestra percepción de la realidad e inaugurar nuevos paradigmas que den sentido al quehacer diario y corrijan el error de juicio del líder, gobernante y vecino que de buena fe cree que nuestro destino cambiará sin proyecto político de región, sólo por la inercia, las declaraciones públicas y la ejecución de presupuestos cada vez más empobrecidos.

Prueba del trivial influjo del viejo paradigma del hacer por hacer es la creación del día del Tapa Roja por parte de la “Duma” Departamental, otro más de tantos ingenuos días del no sé qué instituidos para socorrer propósitos loables pero que, en este caso, no salvará a la licorera tolimense que tendrá que sufrir decadencia hasta el día en que un “iluminado” propondrá su venta al aguardentero foráneo. Árido es un día del no sé qué cuando nace del oportunismo y el efectismo; fructífero si germina de identidad, claridad ideológica, visión de futuro sistémica y sincrónica, ideas autonómicas, estrategias de largo plazo y planes de desarrollo endógeno.
PUBLICACIÓN SOBRE NOVELA DE CARLOS ORLANDO PARDO
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